Las expertas en dermocosmética alertan del peligro desconocido de la bufanda: “Ahí está el origen de muchos brotes de acné”
Belleza
Las profesionales avisan que esta pieza debe lavarse cada semana para evitar problemas en el rostro
María Pombo con bufanda en Disneyland Paris
Una de las piezas que no falta en los looks de invierno son las bufandas, que son esenciales para protegerse del frío y no coger resfriados. Pero este complemento que muchas personas tienen en diferentes colores, estampados y tejidos también tiene un peligro desconocido para la gran mayoría.
“La bufanda no solo te calienta. También acumula cada día restos de maquillaje, partículas de contaminación, sudor, grasa de la piel y bacterias que ni ves ni imaginas. Y claro, ese cóctel termina depositándose en las zonas más expuestas: barbilla, mandíbula y cuello”, afirma la cosmetóloga y creadora de Byoode Raquel González, que añade que cuando aparecen muchos granitos en la zona del cuello y el mentón es culpa de estos complementos e incluso de los abrigos. “Es lo que me gusta denominar como ‘scarface’”, indica.
La bufanda puede provocar brotes de acné
Muchas veces se tiende a relacionar estos granitos con problemas hormonales, estrés o la alimentación, especialmente después de las fiestas navideñas cuando el consumo de alcohol y azúcares se dispara. “Puede que, en muchos casos, no les falte razón, pero en muchos otros no tiene nada que ver y son las prendas que están en contacto directo con el cuello, que usamos para refugiarnos del frío, las causantes de esa ‘scarface’”, asegura la directora dermocosmética de Perricone MD, Mireia Fernández.
Lavar bufandas y cuellos de abrigos al menos una vez a la semana es fundamental”
Como apuntan las expertas, la bufanda se debe lavar cada semana o dos veces al mes, un consejo que debe aplicarse en cuellos del abrigo o los jerséis de cuello alto. “Lavar bufandas y cuellos de abrigos al menos una vez a la semana es fundamental. No solemos hacerlo, y ahí está el origen de muchos brotes”, dice la directora dermocosmética en Medik8, Estefanía Nieto.
Lipid Balance Cleansing Oil, de Medik8 (39 euros)
Además de este cúmulo de bacterias, se debe sumar la fricción constante. “Sin darnos cuenta, estamos estimulando las glándulas sebáceas al promover la microcirculación. Cuando esto ocurre, producimos más grasa y los poros se obstruyen con más facilidad”, indica Fernández.
Para tratar la ‘scarface’, las expertas destacan que la higiene es fundamental. “No solo de la bufanda y de los abrigos, también de la cara. Para evitar granitos y rojeces, sugiero reforzar la rutina de limpieza con un bálsamo desmaquillante o un aceite por la noche, para eliminar los restos del maquillaje, del SPF y, después, con un gel acuoso que acabe con el resto de los impurezas. Por la mañana, volveríamos a repetir el proceso, pero solo con el limpiador de base acuosa”, aconseja Estefanía Nieto.
Adzuki & Ragi Fantasy, de Byoode (39 euros)
Cuando hay brotes el objetivo tiene que ser calmar y desinflamar la piel con activos como la centella asiática o la niacinamida. Además, la exfoliación es básica para desobstruir los poros, como el ácido salicílico o la gluconolactona que aceleran la recuperación y evitan que las bacterias proliferen.
Hyaluronic Intensive Moisturizer de Perricone MD (78 euros)
Las expertas también insisten en la reparación con una buena hidratación, especialmente con sérums de ácido hialurónico que ayuden a reforzar la función barrera y recupere el confort.