¿Qué hace feliz a la gente? ¿Es algo con lo que se nace o se aprende con el paso del tiempo? Si preguntamos a cualquier persona de las que pasan por la calle, es probable que contesten que la felicidad se la da cosas como el amor, la familia, el dinero, sus mascotas o incluso el trabajo. Respuestas de todo tipo, pero todas dependientes de factores externos.
Sin embargo, investigadores de Harvard encontraron la clave hace más de 80 años. Un estudio iniciado en 1938 y que duró varias décadas al hacer un seguimiento en las vidas de personas de todo el mundo dejó respuestas bastante esclarecedoras sobre la clave de esa felicidad.
¿Qué hace feliz a la gente?
El director de ese estudio, el Doctor Robert Waldinger, profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard y director del Estudio de Harvard sobre el Desarrollo de los Adultos, compartió algunas de esas grandes lecciones aprendidas en el estudio durante una charla en el podcast A Bit of Optimism, con Simon Sinek. Una conversación en la que reveló, entre otras cosas, el rasgo que comparten las personas que realmente son felices desde que son solo unos niños.
Según Waldinger, estas personas conocen la verdadera felicidad desde una edad muy temprana y precisamente esa es la clave para que sepan diferenciarla a lo largo de su vida. Se trata de personas que desarrollan una conciencia social desde muy pequeños: “Muchos de ellos se preocupan por marcar una diferencia en el mundo y se preocupan por el mundo”, explica el psiquiatra.
“Las personas que se mantienen firmes en esa meta -que puede que no tengan el mismo propósito a lo largo de sus vidas-, las personas que se mantienen firmes en esa aspiración, creo que se mantienen comprometidas con la vida y eso es lo que hacen bien”.
Como explica el director del estudio, estas personas no sólo son verdaderamente felices, sino que además viven más porque son capaces de aprender el concepto de “generatividad”, o la voluntad de promover el bienestar de las generaciones más jóvenes para garantizar la supervivencia a largo plazo de la propia especie humana. Una bella capacidad para transmitir a otras generaciones algo nuestro, un lazo para unir a niños, adultos y personas mayores.
“Las personas que se mantienen firmes en esa meta se mantienen comprometidas con la vida y eso es lo que hacen bien”.
Un deseo que se muestra a través de la ayuda a los demás, pero que también se expresa en la disposición para recibir ayuda por medio del interés y la preocupación en inmortalizarse al transmitir conocimientos y valores a las generaciones más jóvenes.
“Querer ser parte de algo más grande que uno mismo y darse cuenta de que ‘quiero ayudar’”, continuó explicando el experto, al respecto de este concepto. “Ese ‘quiero hacer algo que no sea solo yo’. Esas personas van a mirar atrás en sus vidas con menos arrepentimiento y con una mayor sensación de que ‘mi vida fue lo suficientemente buena’”,
Waldinger: “Esas personas van a mirar atrás en sus vidas con menos arrepentimiento”
El experto, no obstante, señala que esto es cada vez más difícil de adquirir. A las personas se les hace más complicado involucrarse en cosas más allá de ellas mismas o lo que les rodea de manera más inmediata por culpa de los continuos cambios sociales y la rapidez con la se mueve su propio entorno. Esto, sin sumar la revolución digital, que ha contribuido al aislamiento social, que hace incluso más complicado el desarrollo de las relaciones humanas.
“La situación ha empeorado desde la revolución digital”, afirma Waldinger. “Ha acelerado las tendencias que ya existían, por lo que el camino de menor resistencia ahora es el aislamiento social, un aislamiento cada vez mayor, y todos estamos un poco desesperados por saber qué hacer al respecto y cómo sentirnos parte de algo”.
Solo con una pequeña ayuda ya puede ser el comienzo de algo más grande y gratificante.
El experto concluye: cuando las personas quieren ser parte de algo más grande que ellas mismas en su juventud, tienden a sentirlo así durante el resto de sus vidas. Para ello, sugiere comenzar por lo más sencillo y esencial: las relaciones en el entorno más cercano. La clave es ser parte de uno mismo, por lo que nada mejor que comenzar por las personas más importantes de nuestras vidas.
