Dormir bien es esencial para nuestra salud, física o mental. Problemas como el insomnio, lugares mal insonorizados, ruidos exteriores de alto volumen y demás problemas pueden afectar severamente a nuestras horas de sueño. Esto provoca un efecto dominó, por el cual cuesta rendir más y mejor durante el día, además de empeorar el estado emocional. Sin embargo, la falta de descanso también puede concluir en otros efectos adversos.
Así se desprende de una conversación de Marian 'Boticaria' García, creadora de contenidos y divulgadora en términos de salud. A través de una publicación compartida en su perfil de Instagram, la oriunda de Belmonte ha compartido distintos puntos clave por los que el mal dormir puede afectar al peso. La modificación de las hormonas es la principal culpable, provocando otros problemas de rebote en nuestro apetito y alimentación.
“Además de dejarnos arrastrados por la vida, la falta de sueño alimenta nuestras chichas. ¿Cómo lo hace? Por varios mecanismos: En primer lugar se alteran las hormonas, la falta de sueño puede alterar las hormonas que nos generan saciedad y estar menos saciados y aumentar las hormonas que nos generan más hambre”, comentaba a través del vídeo en cuestión. García también ha indagado en las hormonas responsables de empeorar este aspecto.
“Tener sueño, la falta de sueño, puede hacer que almacenemos más grasa, puede alterar nuestro metabolismo y que tengamos menos gasto energético en reposo. O sea, es decir, dormimos menos y acumulamos más grasa. Dormir poco también nos genera estrés, y el estrés libera la hormona cortisol, el cual puede hacer que nos apetezca comer más azúcar, también que acumulemos más grasa y también que se alteren los mecanismos del hambre, de la saciedad”, añadía.

Retrato de una mujer durmiendo en una cama junto a la ventana
Horas de ajuste
Aun así, la boticaria también ha tenido la oportunidad de compartir el tiempo de sueño ideal para contrarrestar estos contratiempos: “Cuando tenemos sueño y cuando andamos arrastrados por la vida, lo último que nos apetece es ponernos a hacer ejercicio o cuidar nuestros hábitos. Es decir, hay muchas razones por las que el sueño afecta directa e indirectamente a la acumulación de grasa. La solución: 7 o 9 horitas, es lo que dice la ciencia, se puede”.
La manchega también compartió en otra ocasión, las diferencias entre un dolor de cabeza común y la migraña: “El cerebro tiene unas venas y por distintos desencadenantes se hacen más grandes y aparece ese dolor de cabeza. El dolor de la migraña es unilateral normalmente, quiere decir que te duele en un solo lado del cerebro y además va a doler de manera intermitente con el latido del corazón. Esa es la diferencia que nos tiene que hacer saltar las alarmas. Mientras que con el dolor de cabeza normal sientes una presión en toda la cabeza”.