Todo el mundo ha escuchado alguna vez hablar sobre el trauma. Sin embargo, este se suele asociar a conflictos muy dolorosos sufridos durante la infancia. El imaginario colectivo creado alrededor de lo que muchos creen que es un trauma hace que no nos demos cuenta de que existen otras vivencias que también pueden ser traumas.
Así lo asegura la psicóloga experta en trauma Raquel López. Esta profesional de la salud mental que comparte a través de un vídeo publicado en redes sociales diez vivencias que también pueden ser catalogadas como trauma en algunas situaciones, aunque muchas personas ni se lo planteen,
López asegura en el vídeo que, aunque normalmente el trauma se asocia a vivencias como haber presenciado una guerra, haber vivido experiencias cercanas a la muerte o haber sufrido abusos o agresiones, hay muchas otras vivencias que también pueden serlo, y saberlo es clave para poder trabajar en sus secuelas.
La psicóloga pone como ejemplos haber sufrido acoso escolar, haber tenido padres ausentes, haber tenido que ser el cuidador de tus padres desde pequeño o que te hayan exigido siempre la perfección. Según explica, debemos saber que existen dos tipos de trauma: el simple y el complejo. El más conocido es el trauma simple, que se trata de “un evento con un inicio y un fin claro, y que a veces sucede una sola vez, como puede ser un atraco, un accidente o catástrofes naturales”.
Sin embargo, aunque menos conocido, el trauma complejo también está presente en muchas personas. Este “se prolonga mucho más en el tiempo, pudiendo durar años, y muchas veces ha ocurrido durante toda la vida del individuo, de forma que sus heridas son más profundas y también más confusas”, aclara la psicóloga.
Raquel López añade que “un trauma es la consecuencia de vivir eventos que superan nuestra capacidad de afrontamiento. Esto no solo es lo que pasa (ej.: que tus padres te insulten, o peguen), también es lo que NO pasa (ej.: que te validen, que te vean, que se sincronicen con tus necesidades). Recuerda que un niño necesita mucho más que techo y comida para desarrollarse con normalidad, desde la seguridad en sí mismo, en sus cuidadores y en el mundo que le rodea”.
Terapia
López asegura que es más difícil tratar el trauma complejo, ya que puede ser más sutil al vivirlo pero deja una huella mucho más profunda
La experta en trauma insiste en que es necesario entender y dar a conocer que el trauma complejo también existe “para quitarnos la idea arcaica de que el trauma solo son esas cosas 'grandes' que te suceden”.

