Cualquier persona a la que preguntes te dará su propio consejo para encontrar la felicidad. Eso sí, en el caso de que se les cuestione si han hallado ellos mismos ese casi idílico estado de bienestar, lo más probable es que uno se encuentre con una negativa por respuesta.
Hallar la felicidad es prácticamente un esfuerzo de toda la vida, que además evoluciona y se va adaptando por el camino, evolucionando conforme a nuestros deseos y necesidades. Es una meta común a todos los seres humanos, si bien bastante esquiva, visto lo visto. La buscamos constantemente, pero no la encontramos.

¿Sabemos dónde encontrar la tan ansiada felicidad?
Acerca de esta búsqueda sin descanso lleva investigando e impartiendo cursos el profesor de Harvard Arthur C. Brooks, que trata de enseñar a sus alumnos que se puede construir la vida que uno quiere y vivirla, desde el punto de vista de un científico que ha descubierto una verdad: la felicidad te encuentra, no hay que buscarla desesperadamente.
Una clave que descubrió gracias a uno de los grandes sabios de la Antigüedad, Aristóteles. El experto de Harvard explica lo aprendido en uno de sus últimas reflexiones, publicada en su boletín de noticias, El arte y la ciencia de la felicidad, donde cuenta que el gran filósofo griego enseñó que, para él, la felicidad “en lugar de verla como algo que se puede encontrar, Aristóteles creía que era algo que atraemos al vivir bien”, escribe.
La importancia de “vivir bien”
Pero… ¿Qué es exactamente “vivir bien”? Para conseguir “vivir bien”, debemos practicar un cierto modo de vida; virtudes específicas, que debemos convertir en hábitos. En concreto, diez prácticas que te prepararán para vivir una vida plena, provocando que crees “un entorno en el que la felicidad llegue de forma natural en lugar de perseguirla” desesperadamente.
Las 10 virtudes de Aristóteles para la felicidad 1Identifica tus miedos y afróntalos.
2Identifica tus “apetitos” (aquello que produce un placer de tipo físico, como pueden ser ciertas conductas o sustancias) y trata de manejarlos.
3Controla tu temperamento.
4No mientas jamás.
5Perdona a la gente, incluyendo a ti mismo.
6Encuentra el equilibrio en cómo manejas tu tiempo y tu dinero.
7Evita luchar por lo que crees “injusto”.
8Contribuye generosamente, sobre todo con las personas y causas que te importan. Recuerda que solo recibes lo que das.
9Concéntrate en las cosas que merecen la pena.
10Crea tus reglas de moralidad y cúmplelas, siempre.
Cumpliendo estos diez mandatos, presuntamente, creamos el escenario ideal para que la felicidad nos encuentre. Ahora bien, como señala el experto, esto no implica que no experimentemos días malos. Eso sí, no debemos considerarlo un cambio de rumbo, mucho menos un defecto.
“Sin infelicidad, no sobreviviríamos, no aprenderíamos ni tendríamos buenas ideas”, señala Brooks. “Aunque pudieras librarte de tu infelicidad, hacerlo sería un gran error. El secreto para vivir una vida plena es aceptar tus momentos de infelicidad (para poder aprender y madurar) y aprender a gestionar los sentimientos que despierte”.

“Se trata de crear un entorno en el que la felicidad llegue de forma natural en lugar de perseguirla frenéticamente”, escribe Brooks.
Para el experto, la clave está en realizar esos pequeños actos llenos de amor en nuestra vida cotidiana. Frente al optimismo, la esperanza realista. “Realiza pequeños actos tangibles” para mejorar la situación y, con el tiempo, se convertirán en buenos hábitos que te conducirán a una vida más feliz y más sana.