Gabriela Pocovi, médico especializada en enfermedades autoinmunes: “Tenemos un exceso de histamina por todo el cuerpo que se transforma en picores, migrañas o cistitis”
Salud
La investigadora llama la atención a cómo muchos de los trastornos dermatológicos pueden ser resultado de algo más allá de la piel
La doctora Gabriela Pocovi, en 'Tengo un Plan'.
Es llegar la primavera y todo el mundo se pone a hablar de antihistamínicos para los que sufren de alergias varias. Sin embargo, no todos saben lo que es en realidad la histamina; esa sustancia que se produce de manera natural en nuestro organismo y que tiene como una de sus funciones principales desencadenarse como respuesta a sustancias que el organismo reconoce como extrañas.
Lo que mucha gente desconoce es que la histamina puede llegar a desequilibrarse en nuestro cuerpo, de tal manera que se desregulen procesos tan vitales como las que cumplen el sistema inmunológico, la transmisión de señales al cerebro o la regulación del ácido gástrico. Una de las principales causas de este desequilibrio es el estrés, y suele manifestarse con síntomas muy reconocibles, como pueden ser picores, migrañas o dolores abdominales.
El eccema provoca picor en la mayoría de las ocasiones
Sobre esta sustancia y sus desequilibrios han estado charlando Sergio Beguería y Juan Domínguez con Gabriela Pocovi, médico y especialista en nutrición, inflamación y enfermedades autoinmunes en su podcast de crecimiento personal, Tengo un plan.
Todos sabemos lo que es sufrir picores corporales crónicos o trastornos de la piel como urticarias o dermatitis. Pocovi explica que todos ellos, en la mayoría de los casos, suelen ser la manifestación de una histaminosis, la acumulación o mala eliminación de histamina en sangre. “Todos los seres humanos producimos histamina, es un mediador de la inflamación”, explica. “Reacciona ante cualquier proceso que identifiquen como amenaza, interna o externa. Pero esa histamina ha de eliminarse”.
La doctora Gabriela Pocovi, en 'Tengo un Plan'.
Tal y como explica la especialista, aquí es cuando llega el problema, pues la histamina también se puede ingerir a través de los alimentos. Mucha gente desconoce que la histamina también puede generarse en algunos alimentos, como en el pescado -sobre todo en determinados tipos de pescado azul, con altas concentraciones de una sustancia llamada histidina y que puede llegar a provocar en las personas una intoxicación alimentaria-, quesos curados, caldo de huesos, conservas, alimentos fermentados, cerveza…
“Si yo tengo una alta cantidad de histamina en sangre porque mi sistema inmune la está produciendo y como una dieta alta en histamina, ahí sí puede que haya una cantidad muy elevada y se produzca el picor”, explica Pocovi. “Pero no le voy a echar la culpa al caldo de huesos de mi picor, el problema viene de otro lado”, matiza.
Dra. Pocovi: “Me atrevería a decir que los pacientes que dicen tener migraña crónica y necesitan medicarse en realidad tienen un problema de histamina”
Según la especialista, el problema vendría bien de una hiperproducción de histamina del propio cuerpo o de una mala eliminación de la sustancia, función a cargo del riñón.
“Otra parte de la histamina tiene que ver con nuestra capacidad intestinal de su eliminación”, continúa, insistiendo que eliminar esta sustancia es más complicado de lo que parece porque a día de hoy la población tiene la microbiota intestinal tan desequilibrada a causa de la mala alimentación que el organismo está completamente revolucionada. “El resultado es una bomba de relojería”, sentencia.
Dermatitis atópica
Pocovi advierte que la histamina tiene receptores por todo el cuerpo, lo que complica saber por dónde va a somatizar el exceso tóxico de esta sustancia, que además dependerá de cada persona y su composición. “Tenemos un exceso de histamina que se traduce en picor, eccemas; pero otro grupo de pacientes tiene otra clínica que se traduce en migrañas, infecciones urinarias repetidas, cistitis, neuroinflamación o problemas digestivos”, dice.
Abusamos de jabones, geles de ducha; con una gota es más que suficiente
“Para empezar, que el cuerpo se calme”, recomienda la especialista a alguien que quiera acabar con el problema. “Luego la alimentación. El cuerpo necesita recibir los nutrientes que necesita para no estar en alerta constantemente. Al mismo tiempo, trabajar el sistema nervioso, porque la gran mayoría tiene problemas emocionales. A cualquiera que le preguntes cuándo comenzó el problema, hay algo emocinal”.