La leche representa un alimento básico en España, donde se consumen casi 3.000 millones de litros anuales, según los datos facilitados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). La más popular es la de vaca, seguida de la de oveja y la de cabra, aunque también hay que tener en cuenta otros tipos de este alimento dependiendo del procesamiento al que es sometido. A la hora de acudir al supermercado, principalmente se distingue entre la leche entera y la leche desnatada o semidesnatada. Lo que las separa es su composición, puesto que, en el caso de la leche desnatada, esta carece de su fracción de grasa correspondiente, con un máximo del 1% para la desnatada y un 1,5% para la semidesnatada.
Por este motivo, desde el Ministerio aseguran que la única diferencia nutritiva entre la leche entera y la desnatada se basa en su valor calórico. No obstante, esto ya conlleva una serie de implicaciones. También se especifica la pérdida de ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles derivados del proceso de descremado. Sin embargo, las proteínas, los azúcares y el calcio sí se conservan, aunque no sucede así con algunas vitaminas, como la A y la D, que están presentes en la grasa y que, por tanto, sí se pierden tras el descremado. Entonces, ¿cuál es la ventaja de la leche desnatada sobre la entera? Muchas personas creen que esta les ayudará a controlar o bajar su peso, pero cabría preguntarse qué tan realista resulta esta creencia.
¿Es mejor la leche entera o la desnatada?
Manuel Viso, médico especialista en Hematología y divulgador, a través de su cuenta en la red social de Instagram, señala que 200 mililitros de leche entera suponen 130 calorías, mientras la misma cantidad de leche desnatada aporta 90 calorías. La diferencia no merece la pena según la opinión del experto. Principalmente por los beneficios que se pierden al quitarle la grasa natural a la leche, por ejemplo, su capacidad saciante. Cuando el estómago se siente más lleno y durante más tiempo, se evita picar entre horas, a menudo recurriendo a alimentos menos saludables y que tan solo suman “calorías vacías” con un bajo valor de nutrición, apunta Manuel Viso.
Otro de las ventajas de la leche entera frente a la desnatada son las ya mencionadas grasas liposolubles que se pierden tras el proceso de descremado. Las vitaminas A, E, B y K, así como el omega-3, se encuentran presentes en la leche entera, que también cuenta con el punto fuerte de mejorar la absorción de los nutrientes. Por este motivo, el especialista aconseja que la alimentación sea saludable en su conjunto y adaptada a las necesidades de cada persona.


