Las rupturas de pareja pueden ser obstáculos muy difíciles de procesar. Cada caso es un mundo, y todo depende de cuál haya sido el motivo de la ruptura, del tiempo y la intensidad de la relación y también de la forma de procesar las emociones que tiene cada persona. Sin embargo, suele ser un momento duro para la mayoría de personas.
Tras una ruptura amorosa, muchas son las personas que deciden aplicar el contacto cero, es decir, no hablar ni saber nada de la otra persona para pasar mejor el duelo que hay que transitar. Sin embargo, muchas son también las personas que se sienten tentadas por romper este contacto cero.
Echar de menos a la pareja con la que se ha roto el vínculo es muy común, y mucha gente busca excusas de todo tipo para establecer cualquier tipo de contacto de nuevo con sus exparejas. El problema es que hacer esto, en la mayoría de ocasiones, dificulta y alarga el proceso de sanación de la ruptura.
Sobre ello habla la psicóloga Paula Orell en una de sus recientes publicaciones en redes sociales, donde explica el caso de una paciente que acaba de romper con su expareja y ha tenido un momento de duda de si escribirle o no. “Ya sé que hemos hablado de que lo suyo es que no le escriba, pero viene ahora el verano y mi bikini azul está en su casa y es mi bikini favorito, ¿entonces qué hago?”, le planteaba una paciente en consulta.
La psicóloga cuenta que esta fue su respuesta: “Yo entiendo que tu bikini azul te encante, ¿pero no te parece un poco que estás aprovechando eso como excusa para poder escribirle?”. Y la paciente le reconoció que era verdad y que le surgía esta necesidad porque le echa de menos y siente una especie de “mono”.
Reacciones en redes
“Gracias por tus vídeos, ayudan muchísimo. Hay muchos más biquinis azules”
“Claro que sientes mono si llevabas un montón de tiempo teniendo a esta persona en tu vida, ¿cómo no vas a sentir el deseo de querer escribirle?”, le dijo la psicóloga. Sin embargo, le explicó que, si realmente quiere sanar la ruptura, si tiene “mono” de él y le escribe, eso la aleja de pasar el duelo. En cambio, sostener las ganas de escribirle, le acerca a superar la ruptura. “Quedarte con las ganas hoy te acerca a no tener ganas de escribirle mañana”, concluye Paula Orell.

