En los últimos tiempos, muchos especialistas en salud mental hablan de la búsqueda de la auténtica felicidad. Un trabajo que explican que se ha de hacer desde el interior de cada persona, conectando con los demás, desarrollando la persona para conseguir aquello que nos propongamos. No obstante, cuando se llega a ese punto, muchos se plantean una duda determinante: ¿Merecemos ser felices?
Muchas personas llegan a conseguir sus objetivos, están a un paso de alcanzarlo y… Hacen todo lo posible porque salga mal. “Es como si estuviéramos tan acostumbrados a la idea de que no merecemos ser felices que cuando estamos bien, nos autosaboteamos”, explica el médico y popular divulgador de salud mental Mario Alonso Puig, que dedica una de sus últimas reflexiones precisamente al tema del autosabotaje.

Puig: “Creemos que no merecemos ser felices. Por eso autoboicoteamos la felicidad”.
Tener esa sensación de culpa por ser feliz es más habitual de lo que parece. “Es algo más común de lo que pensamos. A veces, cuando estamos bien, una voz interna nos dice que no lo merecemos”, señala el cirujano.
“Esto ocurre porque hemos aprendido a identificarnos con un “yo” que no somos realmente, un “yo” que carga con creencias, juicios y culpas. Pero nuestra naturaleza más auténtica no está hecha de culpa, está hecha de felicidad. Y lo más bonito es que esa felicidad no necesita una razón externa: simplemente es una expresión de quién eres en realidad”, explica.
Puig: “Para evitar la culpa que no te corresponde, no hay que frenar ni secuestrar esa felicidad, sino abrazarla sin reservas”

Puig: “Creemos que no merecemos ser felices. Por eso autoboicoteamos la felicidad”.
Puig insiste: sentirse culpable por ser feliz es una creencia y práctica peligrosa, pues podría ser lo que nos impediría ser felices de manera profunda. “El primer paso es reconocer que merecemos ser felices, independientemente de los errores que hayamos cometido. Cuando cambiamos esa percepción, todo empieza a cambiar. La felicidad no es un lujo, es un derecho”, sentencia el experto.
Puig insiste en que la felicidad vive dentro de uno mismo, y encontrar ese camino lleva a la persona a desarrollar su auténtico yo. “Nuestra sociedad nos dice que la felicidad está en el bienestar subjetivo, en los placeres que vienen de fuera. Sin embargo, la felicidad auténtica no viene de lo que está fuera, sino de lo que está dentro”, explica. “No es algo que se alcanza, sino una forma de vivir basada en la gratitud, el amor y el propósito. Cuando conectas contigo mismo, descubres que la verdadera felicidad siempre ha estado en ti”, asegura.
“Todos estamos llamados a ser felices y a desplegar nuestro verdadero potencial. Ser feliz no es egoísta, es vivir alineado con lo que realmente somos. Cuando dejamos atrás esa culpa y nos permitimos disfrutar plenamente, no solo nos hacemos un regalo a nosotros mismos, sino también a quienes nos rodean. La felicidad no es algo que tengas que ganar, es algo que ya está dentro de ti”.