La cúrcuma se ha convertido en una especia muy apreciada por mucha gente. Se le atribuye la capacidad de ser antiinflamatoria, por lo que las personas que sufren este problema la consumen a menudo.

Cúrcuma o 'Curcuma longa'
Sin embargo, cada vez más expertos en nutrición ponen en duda la efectividad de la cúrcuma. No se ha demostrado científicamente ninguno de sus beneficios, además de no ser reconocidos por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Tres productos con mejores resultados que la cúrcuma
Por eso, muchos nutricionistas proponen alternativas al uso de la cúrcuma si se quiere reducir la inflamación. Es el caso de Gemma Rubís, farmacéutica que en su cuenta de Instagram ha ofrecido tres alternativas.
La primera de ellas es el clavo, que además de ser antiinflamatorio es analgésico, disminuyendo el TNF Alfa y la Interleucina 6 (“dos de las citocinas más inflamatorias”). Recomienda usarlo en una infusión, o cociéndolo junto al arroz o la quinoa.
El siguiente producto es el jengibre, algo que “no se carga el estómago”, según Rubís. Puede usarse como ralladura de ensaladas y batidos, o salteándolo. Para finalizar, una opción más dulce: la canela, que inhibe “la vía de la inflamación crónica”. Es la más versátil, ya que se puede añadir a muchos productos como yogur, manzana al horno o crema de verduras.