Isabel Rojas Estapé, psicóloga, sobre los factores que más han afectado a la salud mental infantil en los últimos años: “Incertidumbre, pantallas y soledad”

Bienestar

“Las pantallas en los niños es de las cosas, a día de hoy, que más daño hace”, asegura la experta

Isabel Rojas Estapé, psicóloga, sobre los factores que más han afectado a la salud mental infantil en los últimos años: “Incertidumbre, pantallas y soledad”

Isabel Rojas Estapé, psicóloga, sobre los factores que más han afectado a la salud mental infantil en los últimos años: “Incertidumbre, pantallas y soledad”

Instagram @isabelrojasestape

“Incertidumbre, pantallas y soledad, es lo que hace que a día de hoy muchos adolescentes y muchos jóvenes requieran o necesiten de un especialista, de un psicólogo o de un psiquiatra”, asegura la psicóloga Isabel Rojas Estapé.

La experta ha publicado en sus redes sociales un fragmento de la entrevista a EFE Salud en la que analiza los factores que más han afectado a la salud mental infantil en los últimos años: “Las pantallas en los niños es de las cosas, a día de hoy, que más daño hace”, asegura.

“La pantalla genera unos cambios a nivel mental enormes de los que no somos conscientes. Es decir, al final las pantallas nos hacen que nosotros no tengamos un contacto directo con las personas que tenemos alrededor. Una pantalla hace que no nos miremos a la cara”, asegura la experta.

“Qué importante es volverse a mirar a la cara. El contacto visual se ha perdido. Y de hecho en psicología se sabe que en el momento en que tú miras a alguien a la cara, a los ojos, se produce lo que se conoce como la sincronía emocional. Es decir, nuestros hemisferios derechos conectan, el tuyo y el mío y esto hace como que uno se sienta más comprendido, más aceptado, menos juzgado... Es como que te sientes mucho mejor”, reflexiona la psicóloga.

Isabel Rojas Estapé: “El cerebro del niño no está suficientemente maduro como para que pueda estar estimulado por una pantalla”

“Las pantallas en los niños es de las cosas, a día de hoy, que más daño hace. Es decir, el cerebro del niño no está suficientemente maduro como para que pueda estar estimulado por una pantalla. Una pantalla tiene una serie de inputs, luz, sonido, movimiento, que hace que el niño atienda a esa pantalla”.

“Como ese cerebro aún no está maduro, en el momento en el que el niño tenga que estar mirando algo que no tenga ni luz, ni sonido, ni movimiento, le va a costar muchísimo atender. Yo recomiendo que la utilización de las pantallas cuanto más tarde, mejor”, finaliza la psicóloga.

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