Guada Sánchez, psicóloga: “La autoexigencia es una estrategia de defensa, pero hay que preguntarse qué puede pasar si no nos exigimos”

Salud mental

La especialista apuesta por el autoconocimiento como herramienta para soltar la culpa y el miedo de manera definitiva

Tania Llasera habla sobre la culpa y la autoexigencia con Lorena Gómez, La Chica Bona y Guada Sánchez.

Tania Llasera habla sobre la culpa y la autoexigencia con Lorena Gómez, La Chica Bona y Guada Sánchez.

UPEKA podcast

La autoexigencia es peligrosa. Quienes se autoexigen en exceso lo saben: se agotan física y emocionalmente, surge la ansiedad y la frustración de manera constante, se ven signos de baja confianza y autoestima. Aparecen las metas poco realistas y los castigos si no se consigue cumplirlas.

Lamentablemente, este es el pan de cada día para la mayoría de la sociedad, que además de presionarse son incapaces de disfrutar de los logros conseguidos, pues sienten que nunca es suficiente. El por qué de esa autoexigencia es una pregunta que más de uno se ha realizado, a pesar de saber que los peores críticos hacia nuestra persona somos nosotros mismos.

Tania Llasera habla sobre la culpa y la autoexigencia con Lorena Gómez, La Chica Bona y Guada Sánchez.

La peor parte de todo esta presión, además, se la llevan las mujeres, que se autoexigen porque buscan aprobación, éxito o seguridad; bien por presión social, expectativas familiares o creencias personales sobre el valor propio. Muchas veces, la autoexigencia nace del deseo de ser mejores, de no fallar o de evitar el rechazo, lo que puede impulsarnos a crecer, pero también puede llevarnos al agotamiento y la frustración si no se equilibra con la autocompasión.

Sobre este tema hablan esta semana en Upeka, el podcast presentado por Tania Llasera, que cuenta con invitadas de lujo como la cantante Lorena Gómez, la creadora de contenido La Chica Bona y la psicóloga especializada en trastornos de ansiedad, relaciones y autoestima Guada Sánchez; que revelan cómo el perfeccionismo, el miedo a no estar a la altura o el sentimiento de culpa son emociones que marcan su día a día.

Tania Llasera habla sobre la culpa y la autoexigencia con Lorena Gómez, La Chica Bona y Guada Sánchez.

Tania Llasera habla sobre la culpa y la autoexigencia con Lorena Gómez, La Chica Bona y Guada Sánchez.

UPEKA podcast

“Estoy muy insatisfecha siempre, y no debería”, confiesa Lorena Gómez, que revela que trabaja este tema en terapia y trata de ‘querer’ a esa parte que ‘odia’. “Es como que nunca es suficiente. Son siempre esas pequeñas cosas que están perfectas”. Según Sánchez, todo esto tiene que ver con nuestro cerebro, que tiende a comparar sin poder evitarlo y a la idea de que valemos más cuanto más logramos.

“Una de las grandes lecciones del autoconocimiento es que las emociones negativas, las que incomodan, no se van a ir”, sentencia la especialista. “Es, como poco, un duelo de la vida. Esa incomodidad no se va a ir, pero sí la manera en la que te hablas o interpretas ese estado incómodo”.

Tania Llasera habla sobre la culpa y la autoexigencia con Lorena Gómez, La Chica Bona y Guada Sánchez.

Tania Llasera habla sobre la culpa y la autoexigencia con Lorena Gómez, La Chica Bona y Guada Sánchez.

UPEKA podcast

Guada Sánchez explica cómo el lenguaje cambia sobremanera cómo nos tratamos: “Muchas veces solo las palabras cambian cómo se reciben malas noticias. Recibir esas emociones sin darse ese latigazo después. Como mujeres, tenemos esos estándares imposibles desde el inicio de los tiempos que hará que aparezca ese sentimiento de culpa, por lo que tenemos que conseguir esos recursos para gestionarlo”, explica.

“La culpa tiene su utilidad en una sociedad. Es reguladora. Pero las emociones se desarrollaron y hoy es todo mucho más complicado. Hoy somos vistos por más de 7 millones de personas. La tecnología se ha desarrollado, pero nuestro sistema nervioso no ha tenido tiempo de integrarse ni adaptarse a ese cambio”.

No poder descansar por sentirse culpable

¿Es posible descansar cuando uno se siente culpable?

Canva

Para Sánchez, la clave para poder gestionar y regular esta exigencia es el autoconocimiento. “Nuestro sistema nervioso se autorregula todo el rato. La comida es uno de esos recursos de autorregulación -como lo son el tabaco, el alcohol o el sexo-; al final todos tratamos de gestionar las emociones”, explica. “Actualmente todo es mucho más complejo y existe mucha culpa. Está en la cultura, la manera en la que se habla. La autoexigencia es una estrategia de defensa, pero hay que preguntarse qué puede pasar si no nos exigimos”.

No sentir culpa, como explica la especialista, requiere un proceso de autoconocimiento y cambio de perspectiva. Practica el perdón hacia ti mismo, entiende que equivocarse es parte del ser humano y que mereces seguir adelante. También ayuda hablar con alguien de confianza o un profesional, para poner en perspectiva esa culpa y aprender a manejarla con más compasión y claridad.

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