Vanessa Van Edwards, experta en lenguaje corporal: “Las relaciones no deberían ser impostadas, si alguien no te da buen rollo es porque no te sientes seguro”

Todos queremos caer bien y, para ello, es fundamental causar una buena primera impresión, pues influyen de manera inmediata en la forma en que nos perciben los demás. Nuestro cerebro, en solo unos pocos segundos, es capaz de procesar información visual, verbal y gestual para formar un juicio rápido, que muchas veces guía nuestras decisiones posteriores sobre terceros.

Esta evaluación inicial puede afectar desde relaciones personales hasta oportunidades laborales, ya que cambiar una impresión negativa puede requerir mucho más tiempo y esfuerzo que causar una buena desde el principio. Por eso, cuidar cómo nos presentamos puede tener un impacto duradero y significativo.

Saber cómo queremos que nos vean los demás es algo muy importante, pero no todo el mundo es capaz de controlarlo. Para la experta en lenguaje no verbal y comportamiento Vanessa Van Edwards, es primordial saber que somos los que estamos en control de nuestra imagen y, por tanto, todas las señales que enviamos a los demás serán cómo nos percibirán y nos tratarán en consecuencia.

“Es importante que si quieres que los demás te traten de una cierta manera, tú mismo comiences a tratarte de esa manera”, insiste la experta, en una interesante charla con el popular coach estadounidense Jay Shetty en su podcast homónimo. “Es fundamental que estés enviando las señales necesarias para mostrar a los demás cómo quieres que te traten”.

Para la experta, las conexiones deberían ser sin máscaras ni caretas. “Las relaciones no deberían ser impostadas, si alguien no te da buen rollo es porque no te sientes seguro ni a nivel físico ni emocional”, afirma.

Trucos para mandar las señales adecuadas en una primera impresión 1

Primer paso: ¿Cómo quieres que te traten? Piensa en una palabra que te describa. Si esa palabra tiene connotaciones negativas -callado, nervioso, raro- será como te perciban los demás. Opta por cómo te gustaría ser percibido, como amable, cariñoso, divertido, etc.

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Segundo paso: Si quieres enviar las señales adecuadas y no sabes cómo “provocarlas”, piensa en las personas o el entorno que te hace sentir como quieres proyectar. Quién te hace reír de manera genuina, el lugar que te hace sentir bien.

La experta también incide en la importancia de elegir relaciones que valgan la pena. “Deberíamos ser respetuosos con los valores de los demás, incluso admirarlos por ello; de la misma manera que ellos nos respetan por los nuestros, que nos hacen ser lo que somos”, señala Van Edwards.

La investigadora explica que la vida es demasiado corta para perderla haciendo conexiones sin importancia, por lo que merece la pena tratar de tener menos relaciones, pero con mucho más significado para nuestras vidas. “Es muy importante que si tienes intención de tener amistades y relaciones, que sea para bien”, insiste. “No tienes que gustarle a todo el mundo, solo tienes que encontrar a la gente que es como tú”.

Van Edwards: “Siempre pensamos que los demás son mejores que nosotros, cuando para otros somos un ejemplo a seguir. No tienes que gustarle a todo el mundo”

Para la experta, hay una clave, y es encontrar la confianza interna. “Prefiero que intentes una conversación con la gente a la que le vaya a gustar tus rarezas, que te va a valorar de verdad. A los demás, desearles lo mejor”, anima. “Es cuestión de confianza. La confianza no es que le gustarás a todo el mundo, sino que estarás bien si no lo haces”.