El psiquiatra José Luis Martín ha compartido su crítica sobre la presión social a la que nos sometemos a vivir en lo que él denomina una “happycracia”, un concepto que refleja la imposición social de una felicidad constante.
En una charla con la psicóloga Pilar Sordo, una de las figuras más influyentes en Latinoamérica, Martín explicó que “en esta 'happycracia' en la que estamos obligados a vivir, el no ser feliz 24 horas diarias, según la definición absolutamente artificial, te margina, te expulsa y, lo peor, te patologiza”.
La sociedad actual nos obliga a mostrar euforia todo el rato
'Happycracia' como concepto
El psiquiatra señaló que la sociedad actual ha creado una definición rígida de lo que significa ser feliz. “Si no eres capaz de estar feliz en un estado de alegría permanente, entonces estás enfermo”, aseguró. Según José Luis Martín, coincidiendo con Pilar Sordo, el hecho de no mostrar euforia constantemente se confunde rápidamente con depresión, un trastorno mental que a menudo se medicaliza innecesariamente. “La normalidad en este momento es la exaltación de algunas emociones”, indicó.
Martín también abordó el creciente estigma hacia aquellos que no encajan en este molde social de felicidad constante. “Personas que están bien solas, que disfrutan con sus padres o que simplemente están en paz consigo mismas, se perciben como raras. Son etiquetadas como 'raritos', 'frikis' o 'extraños'”, afirmó. Esta percepción social genera que muchos busquen ayuda profesional, ya que se sienten presionados para ajustarse a las expectativas de la sociedad.
El psiquiatra subrayó que este fenómeno es muy común, y que los padres de estos jóvenes a menudo se preocupan por el comportamiento de sus hijos y buscan formas de “normalizarlos” y “meterlos en este sistema”. Martín quiso hacer reflexionar a su audiencia sobre cómo la imposición de estos estándares emocionales que se han creado en la sociedad actual puede tener efectos negativos sobre la salud mental de las personas que no se ajustan a ellos.
Y es que tanto Martín como Sordo coinciden en la necesidad de cuestionar este concepto de felicidad exultante y expresada las 24 horas del día, que la sociedad impone, y permitir que cada individuo pueda experimentar y expresar sus emociones de manera más genuina y libre.

