La psicóloga Lydia Viñuela ha vuelto a compartir en sus redes sociales una profunda reflexión sobre el Trastorno Obsesivo-Compulsivo, también llamado TOC. Se trata de un trastorno de salud mental que se caracteriza principalmente por la presencia de pensamientos obsesivos o intrusivos y conductas repetitivas que tienen como objeto reducir o prevenir la ansiedad.
A través de un vídeo publicado en su perfil de TikTok, la psicóloga española lanzaba una contundente advertencia: ''Cuando hablamos de TOC tenemos que saber que cualquier terapia que tenga como objetivo la eliminación o desaparición de los pensamientos intrusivos va a estar abocada al fracaso''.
En primer lugar, la experta explicaba que los pensamientos intrusivos son adaptativos. ''Otra cosa es que sean molestos'', aclaraba. Viñuela también recordaba que todas las personas tenemos pensamientos intrusivos. ''La diferencia es que a algunos por su historial de aprendizaje les resultan molestos y muy interferentes y hay a otras personas a las que no'', señalaba. Por ello, insistía: ''Si un terapeuta te promete que puedes deshacerte de ellos, o es un ingenuo o te está engañando''.
Tal y como explicaba, cuando una persona acude a terapia por esta problemática, quiere decir que su intención es deshacerse de esos pensamientos intrusivos. ''Y ahí es donde está el problema. Toda la rumia que aparece, todos los comportamientos que se hacen, como lavarte las manos o darle vueltas a las cosas, son intentos que la persona hace para intentar que el pensamiento se vaya y la deje en paz'', aseguraba a la vez que explicaba que eso alivia a corto plazo, pero aumenta el malestar, dándole más potencia al pensamiento.

Las obsesiones no son posibles de controlar para quienes padecen TOC.
Y es que, según Lydia Viñuela, el tratamiento del TOC va por un lado completamente opuesto al de su ejecución. ''Dejar de luchar contra los pensamientos y aceptarlos. Cuando una persona que tiene esta problemática le llega un pensamiento que le genera mucha ansiedad, normalmente lo que hace es parar lo que esté haciendo en ese momento para engancharse con el pensamiento, ya sea desconectar porque se pone a rumiar o interrumpirla para llevar a cabo un ritual para aliviarlo. La terapia destinada al TOC va por el lado inverso'', explicaba.
El proceso es el siguiente: mantener el pensamiento ahí, dejarlo en paz y continuar con tu vida a pesar del pensamiento. ''Los pensamientos no van a desaparecer porque el TOC no se cura, no es una enfermedad, tiene que ver con nuestra conducta y con lo que hacemos cuando aparecen esos pensamientos'', afirmaba.
No se trata de que desaparezcan, sino de que poco a poco vayan generando menos angustia y malestar. ''Son pensamientos que han sido asociados a un montón de situaciones de tu día a día y es normal que se vean evocados cuando aparece un estímulo al que lo tienes asociado. Mucho cuidado con tener como objetivo terapeútico eliminar pensamientos intrusivos'', concluía.