El Doctor Manuel Sans Segarra, reconocido médico y cirujano especializado en el aparato digestivo, llegó a ser Jefe de Servicio de Cirugía General y Digestiva en el Hospital Universitario de Bellvitge; además de uno de los pioneros en el uso de técnicas quirúrgicas innovadoras en España en su momento, como la laparoscopia.
Su contacto a diario con pacientes con dolencias de diversa índole le hizo vivir diferentes situaciones. Lo que no esperaba es que sus pacientes le iba a enseñar algo que no solo le iba a marcar para siempre, sino que iba a determinar su carrera una vez que se jubilase y dejara la medicina.

Dr. Manuel Sans Segarra: “He sentido que pacientes moribundos sabían mucho más acerca de la vida que yo”.
El reconocido cirujano ha dedicado años a investigar las experiencias cercanas a la muerte (ECM) y cómo estas experiencias sugieren que la conciencia persiste después de la muerte física. Un trabajo que le ha llevado a comprender la naturaleza de la conciencia y su relación con la muerte y la vida.
Sans Segarra llama a esta conciencia que va más allá de la vida y la muerte “supraconciencia”, conectada con una realidad más profunda y unitaria, sugiriendo que la conciencia no se limita al cerebro físico.
Dr. Sans Segarra: “He sentido que pacientes moribundos sabían mucho más acerca de la vida que yo”
Un conocimiento que aprendió gracias a sus pacientes moribundos, que como admite el propio médico, sabían más de la vida en sí que el propio especialista.

Dr. Manuel Sans Segarra: “Actualmente se está condicionando un carácter totalmente condicionado por el ego, y eso no nos conduce ni a la felicidad ni a la libertad”.
“Para mí fue realmente un impacto.. Percibí este tipo de pacientes que sabían mucho más que yo, sobre todo, de una manera muy evidente, cuando yo tenía en mi regía, por la formación que yo adquirí en la Facultad de Medicina durante mi licenciatura en Medicina y Cirugía”, explica, señalando cómo se había estructurado su profesionalidad de manera rígida y racional, fundamentada en el ego, que él llama “falsa identidad”.
Para el doctor, esta falsa identidad “nos condiciona realmente a ver la enfermedad como nuestro enemigo, que hemos de luchar contra ella”, continúa. Como explica Sans Segarra, en esta situación lo habitual es ver al enfermo, si realmente él comparte una dinámica vital regida o dominada por el ego, un auténtico pánico, inquietud, miedo ante la muerte física. Es lo que habitualmente vemos cuando nuestros pacientes están dominados por un egocentrismo”, explica.
“Pues bien, cuando veía un paciente que conocía su auténtica identidad, su supraconciencia veía en ellos los momentos del tránsito, del paso de la vida a la muerte. Una situación de paz, de armonía, de gozo, de aceptación, emitían incluso amor y comprensión que a mí me llamaba poderosamente la atención”, explica.
El doctor continuó estudiando, pues consideraba por aquel entonces que aquella reacción en sus pacientes no era normal, no era la reacción al uso de la realidad existencial del ser humano. “Ví y comprendí que cuando uno conecta con su supraconciencia, acepta el tránsito con una situación de paz, de armonía, de gozo ejemplar”, revela. “Yo viví casos de muerte clínica. Me pregunté si realmente, de una manera consciente, podía descubrir y contactar con mi supraconsciencia.”
Dr. Sans Segarra: “Cuando el paciente está dominado por el ego, siente inquietud por la muerte física”
Si la Supraconciencia existe, como sugiere el Doctor Sans Segarra, implica que la conciencia no está limitada al cerebro físico y que la muerte no es el fin de la existencia, sino una transición a otro estado de conciencia. Esto tiene implicaciones profundas para nuestra comprensión de la vida, la muerte y el significado de nuestra existencia.
Sans Segarra sugiere que la Supraconciencia se rige por principios universales como la empatía, el altruismo y la búsqueda de la verdad. Estos principios pueden guiar nuestras acciones y ayudarnos a vivir de manera más ética y significativa.