Consumir una o dos tazas de café al día podría estar vinculado a un menor riesgo de muerte por cualquier causa, según una investigación liderada por Fang Zhang, de la Universidad Tufts en Massachusetts.
El equipo analizó datos de más de 46.000 adultos estadounidenses mayores de 20 años, recopilados durante las últimas dos décadas.
Los resultados revelaron que una taza diaria se asoció con una reducción del 16% en el riesgo de mortalidad, y con dos a tres tazas, el porcentaje se elevó al 17%. Sin embargo, con un consumo más alto no se observaron beneficios adicionales.
Pese a ello, los investigadores fueron claros: el vínculo no es definitivo, ya que no lograron establecer un nexo entre el consumo de café y una menor mortalidad por cáncer.
Además, las conclusiones dependen en gran parte de cómo se toma el café. Bingjie Zhou, epidemióloga también participante en el estudio, matizó que “pocos han analizado cómo los aditivos podrían afectar a esa relación entre el consumo de café y el riesgo de morir”, en referencia al azúcar, las grasas saturadas o aceites añadidos que muchas veces acompañan a esta bebida.
Taza de café
Otro punto clave es el papel de la cafeína. Zhang explicó que “los beneficios del café para la salud podrían deberse a sus compuestos bioactivos”, aunque todo apunta a que la cafeína tiene un papel determinante.
De hecho, los consumidores de café descafeinado no mostraron las mismas tasas reducidas de mortalidad, lo que sugiere que la combinación de café y cafeína es la fórmula más eficaz.
Taza de café solo
Por otro lado, trabajos como el publicado en 2021 en Molecular Psychiatry han revelado que el consumo habitual de café podría tener efectos sobre el cerebro: menor conectividad funcional y mayores niveles de estrés.
La relación entre café y enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer también ha sido objeto de análisis, aunque con resultados aún inconsistentes, una muestra de que aún falta bastante camino por recorrer.


