Muchas personas se preguntan por qué el deseo sexual puede disminuir cuando están en una relación que, en apariencia, es feliz y satisfactoria. La psicóloga y sexóloga Mónica Branni aborda esta inquietud en una de sus últimas publicaciones, que ya supera las 400.000 visualizaciones, donde aclara que el deseo no siempre funciona de la manera que se imagina.
El papel del entorno en el deseo responsivo
Dos formas de experimentar el deseo
Branni señala que el deseo sexual se manifiesta a través de dos mecanismos distintos: el espontáneo y el responsivo. El deseo espontáneo es el que surge de forma natural y repentina, como “cuando de repente sientes hambre sin ningún estímulo externo”.
Por otro lado, el deseo responsivo depende de estímulos externos o internos, como “pensar en comida o percibir un aroma que te provoca hambre”.
“Puede que tengas un deseo más responsivo y no espontáneo. Esto significa que tu cuerpo necesita ciertas condiciones para activar el deseo sexual”, explica la experta.
Según Branni, como decimos, quienes experimentan un deseo más responsivo suelen necesitar un contexto adecuado para sentir ganas de tener intimidad. Por ejemplo, un ambiente erótico o situaciones que fomenten la conexión y el estímulo emocional y físico.
“Si estás en un contexto más o menos erótico, ahí suelen aparecer las ganas”, señala.
Esta explicación ayuda a entender que la disminución del deseo no siempre indica problemas en la relación, sino que puede ser una respuesta natural ligada a la forma en que funciona el deseo sexual.


