Seguro que más de uno se ha sentido hinchado sin saber muy bien por qué, pero no existe una inflamación como podría ocurrir cuando uno se tuerce un tobillo o una herida. Es una sensación de malestar, de tener un sistema inmune en alerta, constantemente activo.
Es el caso de aquellos que padecen una inflamación permanente de bajo grado, que es como tener una herida que nunca se cura, solo que además tiene la particularidad que no se ve a simple vista y es muy silenciosa. Ataca de manera sistémica, silenciosa y persistente nuestro sistema inmune; elevando el riesgo de padecer enfermedades graves como patologías cardiovasculares, cáncer, diabetes, trastornos como la depresión o enfermedades neurodegenerativas.
Mario Alonso Puig: “Hay una conexión entre el cerebro y la microbiota”.
Una enfermedad considerada ya una auténtica epidemia y causada principalmente por malos hábitos como la mala alimentación, el estrés crónico o el sedentarismo; y sobre lo que llama la atención el médico y cirujano especializado en el aparato digestivo Mario Alonso Puig en una de sus recientes intervenciones en Herrera en COPE, con Alberto Herrera.
“Hay algunos alimentos que si una persona los consume aunque no note que le están haciendo daño, a nivel más profundo le están haciendo daño”. El especialista lamenta que la inflamación crónica de bajo grado se haya convertido en una “epidemia”, sobre todo en países desarrollados. “No se ha dado tanta importancia, porque es muy sutil”.
Mario Alonso Puig: “Hay una conexión entre el cerebro y la microbiota”.
Puig explica que este tipo de inflamación no es muy intenso, pero va dañando de manera progresiva todos los órganos del cuerpo. “Hoy en día está en la génesis de prácticamente todas las enfermedades”, advierte el experto.
Para el especialista, lo que comemos es clave. “Hoy en día hay un concepto de dieta o dietas, pero todo lo que genera inflamación es porque genera un daño en la microbiota que está a nuestro favor”, explica. Entre otros, los excesos de azúcar, las grasas saturadas, las harinas y, básicamente, y todo lo que se convierte en glucosa. Para combatirlo, lo mejor es contrarrestarlo con alimentos saludables como los vegetales, el pescado de calidad, huevos de gallinas de campo con buenos ácidos grasos poliinsaturados.
Mario Alonso Puig: “Si alguna cosa de la que comemos pone que tiene 'grasas trans', eso tiene que ir directamente al cubo de la basura”
El especialista recomienda dejar o reducir el consumo de tabaco, también escapar de los entornos contaminados y entrar en contacto con la naturaleza. “Un factor que daña mucho a la microbiota es el estrés crónico o distrés, cuando estamos totalmente alterados”, insiste, advirtiendo que produce varios daños en nuestro organismo.
Los daños a tu microbiota pueden ser reversibles.
”Cuando estamos muy tensos de manera sostenida, la parte que cuida del tubo digestivo no funciona bien y aparecen todos los desarreglos que conocemos”, insiste.
Mario Alonso Puig reitera que, a pesar de tener una inflamación crónica grave, se puede hacer mucho por intentar revertir la situación. “Hay estudios de personas que, incluso con placas en las arterias coronarias, eran capaces de cambiar su vida”, explica. “Tenemos que empezar a cuidarnos, porque el organismo tiene una capacidad increible de recuperación”.
