Sí, se puede morir de pena o de amor: la ciencia identifica el síndrome del corazón roto

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Una ruptura sentimental, un divorcio o la muerte de un ser querido puede llevar a un estado físico y mental muy estresante

El síndrome del corazón roto existe

El síndrome del corazón roto existe

Getty Images/iStockphoto

El corazón roto no es una fantasía romántica ni un psicodrama de peli de tarde, existe como síndrome con un conjunto de síntomas físicos y mentales causados por el desasosiego que suele traer consigo una situación muy estresante como una ruptura sentimental, un divorcio o la muerte de un ser querido.

Aunque el síndrome del corazón roto es más común en las mujeres, los hombres suelen tener síntomas más duraderos y el doble de riesgo de muerte, según los datos de la Sociedad Americana del Corazón (AHA). La diferencia, creen los científicos, se explica porque los hombres desarrollan un corazón roto tras un estresante físico como una cirugía, mientras las mujeres suelen enfermar por razones emocionales como perder un trabajo o a una persona querida.

Aunque el síndrome del corazón roto es más común en las mujeres, los hombres suelen tener síntomas más duraderos

Los científicos lo llaman síndrome de Takotsubo, y aseguran que en casos extremos puede causar fallo cardíaco y muerte prematura. Al parecer el trastorno podría cambiar la forma del corazón y debilitarlo en poco tiempo. Las personas pueden experimentar síntomas similares a los de un ataque al corazón y doblan su riesgo de muerte prematura. Algunos pueden tener una experiencia similar a la de un fallo cardíaco con síntomas debilitantes como fatiga. Hasta ahora se creía que no había cura para un corazón roto.

Pero por primera vez un ensayo clínico demuestra que, como todo trastorno, el corazón roto tiene tratamiento. David Gamble, catedrático de Cardiología de la Universidad de Aberdeen ha dirigido el primer ensayo clínico del mundo que ha conseguido en doce semanas curar corazones rotos con una terapia cognitivo conductual personalizada y un programa de rehabilitación cardiaca que incluye natación, ciclismo y práctica de ejercicio aeróbico. Los detalles del estudio fueron revelados en el último Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en agosto pasado en Madrid.

Terapia cognitivo conductual combinada con ejercicio físico diario en bicicletas estáticas y cintas de correr, mejora el estado del corazón

Terapia cognitivo conductual combinada con ejercicio físico diario en bicicletas estáticas y cintas de correr, mejora el estado del corazón

Peter Carruthers

Gamble explicó que el síndrome de Takotsubo tiene efectos serios en el corazón que puede no retornar nunca a la normalidad. “Conocemos pacientes que han quedado afectados el resto de su vida y su salud cardíaca a largo plazo es similar a la del superviviente de un infarto”, dijo en el congreso.

En el estudio participaron 76 personas con el corazón roto, la mayoría eran mujeres con una edad promedio en torno a los 66 años que realizaron doce semanas de terapia cognitivo conductual combinada con ejercicio físico diario en bicicletas estáticas y cintas de correr, además de natación y ejercicio aeróbico. Cada semana se aumentaba la intensidad del ejercicio y el número de sesiones de terapia.

Para los cardiólogos la novedad es haber demostrado la conexión entre el cerebro y el corazón

Con esta fórmula se consiguió recuperar los niveles de energía previos. Para los cardiólogos la novedad es haber demostrado la conexión entre el cerebro y el corazón, y cómo la terapia combinada con el ejercicio ha podido en tan poco tiempo (doce semanas) mejorar todos los síntomas.

En resumen, para enmendar un corazón roto, sea cual sea su gravedad, la terapia y el ejercicio físico funcionan. También el contacto cero, cambiar de rutinas y enfocarse en aprender cosas nuevas. Pero eso ya queda en el terreno de la psicología y las ciencias sociales.

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