Emily Leeming, dietista del King’s College de Londres sobre los chupitos de jengibre: “Mejor gastar ese dinero en alimentos integrales”
Salud
La experta quiso recalcar que, “ningún alimento va a ser una solución rápida para tu sistema inmunitario”
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Emily Leeming, dietista del King’s College de Londres
Los ginger shots —chupitos de jengibre— están inundando las redes sociales siendo casi una pócima capaz de combatir los primeros síntomas de resfriado. Estas pequeñas botellitas de zumo, son a priori, un refuerzo natural de las defensas hasta tal punto de comercializarse en varios supermercados.
Sin embargo, según la dietista Emily Leeming, investigadora del King’s College de Londres, su fama está lejos de estar respaldada por la ciencia.
¿Realmente sirven para combatir la inflamación?
En unas palabras en el diario The Guardian, la experta subraya que es poco probable que estos preparados sean una “cura milagrosa”, pese a su popularidad.
Leeming explica que la evidencia científica disponible es limitada y poco concluyente. “Solo he podido encontrar un número limitado de estudios con muy pocos participantes, publicados en revistas de baja calidad, y tienden a usar extractos concentrados del componente activo del jengibre, en vez de zumo fresco como el que se vende en tiendas”, advierte.
Los compuestos que más interés despiertan, los gingeroles, han mostrado cierto potencial para reducir marcadores de inflamación, pero en condiciones muy específicas y no necesariamente comparables al consumo cotidiano de estos chupitos.
Ingredientes básicos para el “ginger shot”
“¿Está ese componente activo en cantidades suficientes? ¿Sigue siendo activo? ¿El zumo lleva mucho tiempo almacenado? ¿Ha sido sometido a calor?”, cuestiona la dietista, poniendo en duda la eficacia real del producto comercial.
Uno de los estudios que más destaca la experta es un trabajo de calidad media que analizó los efectos del jengibre en corredores de resistencia, sometidos a un esfuerzo extremo en cinta. Se les suministró jengibre seco en dosis equivalentes a las de un shot comercial y se compararon sus resultados con un grupo placebo.
“Vieron que había niveles más bajos de inflamación tras el ejercicio, pero estos resultados quizá no sean aplicables a la inflamación en una enfermedad, por ejemplo, o a personas que no son deportistas extremos”, matiza Leeming, señalando la dificultad de extrapolar esos hallazgos al público general.
Para la experta, la clave está en no caer en soluciones rápidas. “Ningún alimento va a ser una solución rápida para tu sistema inmunitario”, insiste. La inflamación y la respuesta inmunitaria solo pueden regularse de forma sostenida con una dieta equilibrada, ejercicio regular, descanso adecuado y buena gestión del estrés.
¿Cómo se prepara un chupito de jengibre?
Un ginger shot puede ofrecer un beneficio ligero, reconoce, pero su impacto es limitado y no sustituye a hábitos sólidos. Por eso, recomienda priorizar alimentos completos: “Quizá sea mejor invertir ese dinero en alimentos integrales, como frutos rojos o cereales cocidos, que te ayudarán a mantener un buen aporte de fibra y a alimentar tu microbiota intestinal, que desempeña un papel clave en el sistema inmunitario”.
Quienes aun así quieran prepararlos en casa pueden hacerlo con ingredientes sencillos y frescos: jengibre rallado, zumo de limón, un toque de cúrcuma con pimienta negra para potenciar su absorción, miel para suavizar el sabor y un chorrito de agua.
Lo que sí está avalado por la ciencia y en parte, es lo que predica la propia Leeming, es que ningún chupito sustituye a una vida saludable, ya que unos buenos hábitos te llevará a tener un organismo mucho más sano.