El trabajo prolongado ante un ordenador puede alterar de manera progresiva la mecánica corporal y provocar molestias que se agravan con el tiempo. La rigidez de la postura y la falta de movimiento sostenido tienden a concentrar la tensión en las articulaciones de la parte superior del cuerpo. Esto ocurre porque los músculos del cuello, los hombros y los brazos permanecen activos durante horas sin posibilidad de descanso efectivo.
Esa falta de recuperación genera una sobrecarga que, si se mantiene, repercute en la movilidad y en la fuerza de los miembros superiores. Sobre este tipo de dolencias centradas en el ámbito laboral habló el fisioterapeuta Sergio Recuero del Álamo en una entrevista para Guyana Guardian.
Casi sin darse cuenta
La inclinación de la cabeza y el peso de los brazos agravan el esfuerzo diario
El especialista explicó que uno de los fallos más extendidos es modificar el eje corporal durante el trabajo, lo que cambia el reparto del peso y obliga a la musculatura a soportar una tensión constante. Según dijo, “el típico error que cometemos es adelantar nuestro centro de gravedad y sobre todo nuestra cabeza hacia delante”. Esa inclinación, además de aumentar la presión en la zona cervical, implica que los brazos carguen con parte del esfuerzo.
Como detalló en la misma conversación, “gran parte del peso recae sobre nuestros brazos que soportan ese peso”. Esta postura mantenida durante horas puede derivar en dolores que afectan a muñecas, codos y hombros, por lo que la prevención pasa por revisar la posición de trabajo y los hábitos de descanso.
Se pueden tomar medidas sencillas para mejorar los dolores
Para reducir esa carga innecesaria, Recuero del Álamo recomendó una alineación correcta entre el cuerpo y la pantalla. Subrayó que “hay que estar lo más recto posible, que la altura del ordenador coincida con la altura de nuestra vista sin tener que bajar la mirada”.
Indicó también que la distancia entre los ojos y el monitor debe ser suficiente para evitar la tensión visual, alrededor de medio metro. “La pantalla debe estar a una distancia de unos 50-60 centímetros como mínimo”, puntualizó el fisioterapeuta. Mantener ese margen ayuda a conservar la verticalidad y a disminuir la rigidez cervical.
Junto con la postura, el movimiento periódico cumple un papel esencial en la prevención de lesiones. Recuero del Álamo señaló que “mover de vez en cuando los brazos evita congestionar la musculatura del antebrazo”. Añadió que incorporar pequeños ejercicios de movilidad en la muñeca y el antebrazo durante la jornada laboral contribuye a mejorar la circulación y la flexibilidad.
Por último, mencionó la utilidad de ciertos dispositivos ergonómicos que pueden aliviar la presión durante el uso del ratón: “Hay un ratón especial que ayuda”. Estas medidas, aplicadas con constancia, permiten mantener la funcionalidad de las articulaciones y reducir el impacto del trabajo sedentario sobre la salud muscular.

