Cuando Héctor Serrano llegó, desde la ciudad de Valencia donde reside, a su casa de la playa al sur de la capital se encontró la arena atestada de árboles arrancados de raíz, troncos enteros, cañas y residuos vegetales. Transmitían de tal manera sobrecogedora la fuerza que llevaba el agua durante los estragos de la dana, que de inmediato pensó que debía hacer algo. “Empecé a coger trozos de madera en la playa y me di cuenta de que eran raíces -explica a Magazine-. Con las tormentas, el agua fue erosionando la tierra, dejó los árboles sin sustrato y los arrastró”.
Su mente estructurada de diseñador le condujo a concebir un objeto pequeño, su pensamiento divergente creativo, al florero raíz. Y una imagen: en ese nuevo elemento diseñado con lo arrasado podrían enraizar nuevos esquejes luego trasplantables. Una pieza con simbolismo que sobre todo “quiere visibilizar que han pasado cuatro meses desde el desastre de la dana y todavía queda mucho por hacer”, señala. Primero con su hijo y después ayudado por colaboradores del estudio, recopilaron dos centenares de raíces en las playas del Dosel y el Saler. Y seleccionaron 85 para convertirlas en 85 floreros, uno por cada localidad afectada por la dana.
Dos de los floreros del proyecto 'Raíces'
Un amigo experto en botánica puso nombre a esos árboles desahuciados: la mayoría chopos yjuníperos, de los bosques de ribera, más algunos pinos e incluso naranjos. En aquel momento, Héctor Serrano (Valencia, 1974) estaba preparando la exposición retrospectiva sobre su trayectoria con motivo de haber recibido el premio Nacional de Diseño 2024, otorgado el Ministerio de Ciencia e Innovación. Y vio la oportunidad de dar resonancia al proyecto Raíces incluyéndolo en la muestra. Cada florero raíz es distinto al resto. “Es una composición instintiva -apunta- que no intenta domarlas, sino elevarlas y mostrarlas”. En su rol de diseñador ha pergeñado una base de acero y dos varillas que se hincan a la madera, más una sujeción para la probeta de vidrio. “Cada una tiene una forma muy peculiar y expresiva. Se trataba de hacer la mínima intervención posible para que la raíz fuera la protagonista, sin que perdiera valor”. Su diseño sutil crea una estampa de delicado equilibrio, una belleza que conmueve. “No le hemos dado ningún acabado. El mismo agua ha erosionado y lijado la madera y la ha dejado pulida”, especifica.
Los fondos se destinarán a reconstruir las huertas familiares de la zona de Sot de Chera
Las raíces florero adquieren una cualidad aérea, grácil, a veces alada. Despegadas del subsuelo donde crecieron, del que fueron arrancadas, en ese gesto volátil proyectan imágenes hacia el futuro. Es una colección única que ilustra la poética con que Héctor Serrano aborda sus proyectos en determinadas ocasiones.
Héctor Serrano recogió raíces en las playas del Dosel y el Saler para su proyecto solidario
Un diseñador que ya desde sus inicios sedujo con creaciones que sitúan al espectador frente a algo no previsto, y al mismo tiempo familiar, proponiendo otros contextos. Ideado como un proyecto solidario, la recaudación íntegra recogida de la venta de los floreros irá destinada al Centro de Estudios Rurales y de Agricultura Internacional (Cerai), organización sin ánimo de lucro que desde hace 30 años trabaja para apoyar sistemas alimentarios y medios rurales sostenibles, impulsando el desarrollo de las comunidades y los productores rurales agroecológicos y la conservación de los ecosistemas. Los fondos se destinarán a reconstruir las huertas familiares de la zona de Sot de Chera, en donde se ha perdido el 80% de los cultivos tras el paso de la dana y su paseo fluvial ha desaparecido.
La serie se expone en Matadero Madrid, en la muestra 'Héctor Serrano: el viaje entremedias. 25 años conectando'
La serie de 85 Raíces estará expuesta en Matadero Madrid hasta el 30 de marzo, enmarcada en la muestra Héctor Serrano: el viaje entremedias. 25 años conectando, que además conmemora el aniversario de la creación de su estudio. “Los diseños de Héctor Serrano – señala la comisaria de la exposición Tachy Mora- se caracterizan por su original capacidad para conectar con las personas, apelando, a menudo con gran sensibilidad, a la memoria que tenemos de los objetos o de nuestro entorno. En su caso, lo más interesante es que este planteamiento nunca lo hace desde un posicionamiento nostálgico, sino con una visión y una propuesta innovadora”.
El diseñador Héctor Serrano y uno de sus floreros solidarios hechos con raíces
También es posible contemplar el casi centenar de floreros-raíz, o adquirirlos, en este enlace. “La voz de las raíces subterráneas puede oírse en las ramas más altas”, escribió el filósofo, teórico de la literatura y humanista George Steiner. Con las Raíces de Héctor Serrano resuena lo que no se debe olvidar.
