Detrás de cada gran diseño hay una manera única de ver el mundo. Para Fumie Shibata, no es solo estética o funcionalidad, es transformar lo cotidiano en algo significativo. Con una trayectoria que abarca desde el mobiliario hasta la reinvención de los hoteles cápsula, su trabajo fusiona la artesanía japonesa con la innovación contemporánea.
¿Cómo se moldearon sus principios de diseño?
Crecí rodeada de artesanos bajo la influencia de mis padres, que se dedicaban a la industria textil. Desde niña estuve en un ambiente de creación, así que de manera natural quise involucrarme en el diseño.
¿Cómo influye en la creatividad el lugar donde nacemos?
Parte del trasfondo de un diseñador es el entorno en el que vivió. En mi caso, existe una manera japonesa de percibir las cosas, incluso si no soy consciente de ello. Además, como tuve la experiencia de crecer desde pequeña rodeada de artesanos dedicados a la producción artesanal japonesa, esto probablemente se refleja en mi personalidad. Soy japonesa, y creo que eso es un factor diferenciador como individuo.
En mi caso, existe una manera japonesa de percibir las cosas, incluso si no soy consciente de ello”
¿Y como mujer ha tenido que enfrentarse a desafíos específicos en esta industria?
Cuando me independicé, había pocos diseñadores de productos freelance en Japón, así que, incluso antes del tema de ser mujer, encontrar trabajo fue difícil. No existía internet en ese entonces, así que pensé en dar a conocer mis diseños participando y ganando concursos de diseño. A través de eso, fui construyendo poco a poco un historial.
¿Razón o intuición?
Pienso de manera intuitiva y luego lo traduzco en una forma lógica.
En su libro Formas dentro de formas argumenta que el diseño no solo debe ser “útil”, sino significativo y emocionalmente resonante.
Primero pienso en la función y estructura del producto, no es un proceso demasiado emocional. Al convertirlo en algo tangible, poco a poco hallo sensibilidades humanas como la belleza y la textura.
¿Tenemos demasiadas cosas?
Creo que no producir nada es la respuesta más directa al problema. Pero si aún vamos a crear cosas, los criterios deben ser que los objetos sean bellos, amados durante mucho tiempo y que su fabricación tenga un bajo impacto ambiental.
El sillón Eri está pensado para que abrace el cuerpo
Composición que combina la mesa Enn de Fumie Shibata y sillas Ozzy de Patrick Norguet
¿Qué hace especial el sillón Eri?
Quise capturar la sensación de abrazo que se siente al levantar el cuello de una camisa o chaqueta, crear un espacio personal y privado, con una forma grande, redondeada y suave que permita a los usuarios cambiar libremente de posición al sentarse.
¿Cómo entrelaza la industria y la artesanía?
Con la propuesta de Flexform, creo que mezclar las ideas de ambas partes de una gran manera nos permitió lograr este equilibrio. Me inspira mucho la actitud de la marca de crear cosas con sinceridad y su enfoque hacia los materiales.
Mi Tokio favoritoTradición y vanguardia
1
Un lugar secreto
Los jardines Hama-Rikyu
2
Un espacio cultural
21_21 Design Sight, de Tadao Ando
3
Una librería
Bunkitsu
4
Comprar ropa
Dover Street Market, en Ginza
5
Un hotel
Trunk (Hotel), en Yoyogi Park
6
Una tienda con el mejor diseño
Living Motif, en Roppongi
¿Cómo distingue el buen diseño del mal diseño? ¿Y cómo puede distinguirlo la gente común?
Es una cuestión de equilibrio. El buen diseño no solo surge del equilibrio en la forma, sino también a través del balance en una variedad de aspectos, como si el diseño se adapta a las condiciones dadas o si fue creado sin desperdicio ni fallos.
¿Si solo pudiera tener una pieza de buen diseño, cuál sería?
Una silla cómoda.
Hotel cápsula 9h, diseñado por Fumie Shibata
¿Su rincón favorito de casa?
Mi cocina. Ver el centro de Tokio desde la ventana es una sensación agradable.
Transformó los hoteles cápsula en una experiencia vanguardista y elegante. ¿El diseño mejora la vida cotidiana?
Veo el diseño como una sabiduría que permite a las personas ser personas. Así que a través de él, la vida cotidiana se enriquece y se vuelve más humana.
¿Hay algún diseño de otro diseñador que desearía haber creado usted?
El jarrón de Alvar Aalto.
¿Qué juguete de su infancia recuerda?
Mi muñeca Licca-chan, la versión japonesa de Barbie. Le hice mucha ropa a mano.
Lámparas para Brokis
¿De qué se siente más orgullosa?
Lo que más me gusta es que puedo ganarme la vida con el diseño.
¿Un lema que le guía?
Una crisis es una oportunidad.
¿Qué le gustaría aprender o intentar?
Entreno físicamente cada semana, pero no logro ganar músculo. Así que quiero hacer un entrenamiento de fuerza más serio.
¿Qué le gustaría que dijeran de usted?
Quiero que la gente sienta que es divertido estar juntos.
