Si bien la vivienda es una de las problemáticas más importantes en la actualidad, buscar nuevas alternativas resulta imprescindible. Las casas prefabricadas son ya la realidad para muchas personas, y es que su explicación es sencilla: resultan más asequibles, rápidas y versátiles.
Así lo asegura Jan Eskenazi, fabricante de casas cápsulas con estética futurista. Su trayectoria es de lo más peculiar. “Empecé muy joven haciendo casetas para perros, luego pasé a casetas de jardín, bungalows de madera para segunda vivienda... incluso construí una iglesia. Con la crisis de 2008-2010 nos especializamos más en reformas, porque teníamos clientes potentes”, cuenta el especialista para La Vanguardia.

Cortesía de Jan Eskenazi de QosqoCabin
“Hoy tengo una constructora que hace pisos, reformas, y además un equipo independiente para esas obras. Pero siempre tuve la inquietud de volver al concepto de la mini casa. La construcción tradicional ya no me motivaba. Empecé a diseñar tiny houses, inspiradas en las que están de moda en Estados Unidos”, sigue.
Así es como empezó con QosqoCabin, un proyecto destinado a la venta de casas cápsula personalizables equipadas con toda clase de lujos a precios más reducidos que una vivienda tradicional.
En qué consisten
Casas cápsula, una nueva realidad
¿Y qué fue lo que te llevó a apostar por este modelo de vivienda?
Diseñé una casa muy bonita, tipo contenedor, con un altillo para dormir, baño, cocina... pero no terminaba de arrancar. Me faltaba algo. Un día encontré un modelo americano plegable que me gustó: se convertía en un apartamento moderno de 25 m². Hablé con ellos, pero no tenía diseño, era una caja blanca y costaba demasiado.
Entonces descubrí las casas cápsula chinas, que aún no han llegado a Europa. Investigué, pero había muy poca información y era difícil contactar con las fábricas.
¿Cómo lograste establecer contacto con ellas?
Gracias a un amigo y colaborador que habla chino. Es comercial internacional y trabaja con productos de Asia. Habló con algunas fábricas por mí y conseguimos avanzar. Hicimos videollamadas, revisamos modelos, y acabé eligiendo uno que me convenció.
Antes de que él se fuera a EE. UU., hice el primer pedido y organizamos un viaje a China para visitar las fábricas donde recorrimos más de 3.000 km allí.

Cortesía de Jan Eskenazi de QosqoCabin
Algunas fábricas eran puro humo, otras tenían precios imposibles, o no ofrecían aislamiento. Afortunadamente, acertamos con el proveedor y pudimos mejorar cosas: adaptamos la electricidad a estándares europeos y empezamos a trabajar con varios modelos.
¿Cómo es el proceso actual? ¿Se compran tal cual o se personalizan?
Ofrecemos varias distribuciones base, pero se puede adaptar casi todo. Por ejemplo, si es para alquilar, recomendamos añadir terraza. Si es para uso personal, podemos aprovechar ese espacio dentro. Hay opciones según el cliente: una pareja, alguien que vive solo, familias, etc.
¿Qué tipo de personas suelen comprar este tipo de viviendas?
Muy variado. Desde parejas jóvenes que venden su piso para mudarse a un terreno familiar, hasta personas mayores que quieren una vivienda más manejable.
Recibimos visitas de toda España, incluso de fuera: Suiza, México, Dublín. Algunos vienen a ferias en IFEMA y aprovechan para pasar por aquí. También hay quienes señalan una vivienda mientras venden la suya.
Construir algo así en España costaría más de 300.000 €
¿Supone una ventaja económica respecto a la vivienda tradicional?
Totalmente. Tenemos modelos desde 30.000 €. Las casas son confortables, con calidad superior a las mobile homes tradicionales. No estás en una caravana: los suelos son rígidos, los materiales de alta gama. Construir algo así en España costaría más de 300.000 €.
Y hay un factor importante: aquí sabes desde el principio lo que te va a costar, cuándo va a estar lista y qué calidad vas a recibir.

Cortesía de Jan Eskenazi de QosqoCabin
¿La crisis de mano de obra influye en esta decisión?
Sí, mucho. En construcción hay una crisis de personal cualificado desde la recesión de 2008. Yo mismo tengo parcelas y no me atrevo a construir una casa tradicional. Lo que antes costaba 200.000 € y tardaba tres meses, hoy cuesta 320.000 € y se alarga a más de un año.
Con estas casas, en cambio, se acortan los plazos y se evitan sorpresas.
¿Se pueden instalar en cualquier terreno?
No. Que una casa sea móvil no significa que se pueda colocar en cualquier sitio. Hay terrenos rústicos, protegidos, urbanizables… Si alguien quiere montar un negocio de alquiler, les recomiendo buscar terrenos con licencia de camping o motel, y hacerlo legalmente. No puedes instalar cinco casas en una parcela sin permisos. Es un riesgo innecesario.

Cortesía de Jan Eskenazi de QosqoCabin
¿Tenéis versiones cabinas de tamaño mini?
Sí, tenemos modelos de 15 m², por ejemplo. Están pensados para escapadas o uso de fin de semana. Cuentan con sofá cama o cama fija, cocina, aire acondicionado, y domótica con control por voz.
Uno de estos cuesta unos 32.800 €. Están muy bien, pero son para gente que sabe adaptarse a espacios reducidos. También se pueden unir dos unidades para duplicar el espacio, o hacer versiones alargadas de hasta 12 metros.

Cortesía de Jan Eskenazi de QosqoCabin
¿Entonces, con el paso del tiempo pueden adaptarse?
Sí, estamos siempre adaptando. Las grandes se pueden unir entre sí. Y las pequeñas, como las de 6 metros, pueden combinarse también. Además, tengo planos y fotos que os puedo enviar para el artículo, así se puede mostrar bien la versatilidad del producto.