El recibidor es ese rincón que a menudo pasamos por alto, pero que guarda más poder del que imaginamos. Es el primer gesto de bienvenida, la antesala que marca el tono de todo lo que viene después. En apenas unos metros, puede transmitir orden, calidez y personalidad… o justo lo contrario.
La interiorista Pia Capdevila lo sabe bien. Para ella, incluso los espacios más pequeños pueden transformarse en lugares con alma si se piensan con intención. En esta conversación, nos comparte sus trucos para convertir un vestíbulo o pasillo en un refugio funcional y acogedor, donde cada pieza —de la luz al almacenaje— cuenta una historia y ayuda a crear hogar.
Rincones con encanto
Recibidores en otoño
¿Cómo podemos crear almacenaje en un recibidor pequeño fácilmente?
Lo ideal es aprovechar la altura y apostar por muebles multifuncionales. Un banco con cajones, un perchero con baldas o una consola con espacio oculto son grandes aliados. Así se gana orden sin renunciar al estilo.
¿Cómo podemos transformar un recibidor pequeño en un espacio acogedor sin recargarlo, pero reflejando la calidez del otoño e invierno?
Con muy poco se puede conseguir mucho. Combina materiales naturales como la madera o la lana con tonos cálidos y suaves. Una alfombra mullida, una luz envolvente y un pequeño detalle vegetal bastan para que el espacio se sienta cálido y acogedor.
Pia Capdevila Interiorismo, proyecto Guinardó
El orden y la estética suelen chocar en las entradas. ¿Cómo equilibras el almacenaje con el diseño?
La clave está en que el almacenaje forme parte del diseño. Prefiero muebles cerrados, con líneas limpias, que mantengan el orden visual. Luego solo añado unos pocos objetos decorativos con intención: una lámpara bonita, un cuadro, una bandeja para las llaves… y listo.
Si tuvieras que elegir solo tres piezas clave para renovar un recibidor este otoño, ¿cuáles serían?
Un espejo con personalidad, un banco o asiento con almacenaje y una lámpara cálida que cree una atmósfera acogedora. Con esas tres piezas puedes transformar por completo la sensación del espacio.
Pia Capdevila Interiorismo, proyecto Vilanova
¿Qué piezas decorativas o detalles marcan la diferencia entre un recibidor funcional y uno con alma?
Los detalles personales lo cambian todo. Una pieza artesanal, una rama seca en un jarrón, una fragancia que te reciba al entrar o una lámpara especial hacen que el espacio cuente algo sobre quien vive allí.
Pia Capdevila Interiorismo, proyecto Balmes
Con algo especial
Pasillos
La iluminación cambia mucho en otoño e invierno. ¿Qué trucos recomiendas para mantener una luz agradable y envolvente en el pasillo?
Opta siempre por una luz cálida, entre 2700 y 3000K, y combínala con una fuente ambiental más suave. Las pantallas de lino o cristal opal ayudan a difuminar la luz y aportan una sensación más envolvente y relajada.
¿Qué errores solemos cometer al decorar estos espacios de paso y cómo evitarlos para que resulten cálidos y equilibrados?
El error más común es irse a los extremos: recargar o dejar vacío. El equilibrio está en elegir pocas piezas, bien proporcionadas, y pensar el almacenaje desde el principio para que quede integrado y no invada el espacio.
Pia Capdevila Interiorismo, proyecto Guinardó
El pasillo suele ser una zona desaprovechada. ¿Cómo podemos darle vida sin perder amplitud ni funcionalidad?
El truco está en convertirlo en algo más que un simple paso. Puedes colocar un mueble estrecho, añadir espejos para ganar profundidad y apostar por una luz cálida. Un toque de arte o una textura en las paredes también lo llenan de vida sin restarle espacio.
