En el corazón de Pedralbes, oculto en un jardín bicentenario, un dúplex vuelve a respirar la esencia del maestro Josep Lluís Sert. Medio siglo después de que Les Escales Park obtuviera el premio FAD de Arquitectura en 1974, LOBB Studio ha abordado la renovación interior de una de sus viviendas desde la premisa de respetar la lógica racionalista original y actualizar su modo de habitar.
El proyecto original preveía 26 viviendas de lujo organizadas en cinco bloques. Sert concibió un sistema de dúplex inspirados en los Immeubles-Villa de Le Corbusier, un proyecto de vivienda colectiva donde transformó el concepto de la casa Citrohan en una tipología vertical de mayor densidad. El catalán reinterpretó esta idea desde su experiencia estadounidense y la tradición mediterránea, además de su propio legado previo al exilio. El Plan General Metropolitano de 1970 obligó a replantear el conjunto y solo el bloque 4 llegó a construirse como Sert lo imaginó.
Sert concibió un sistema de dúplex inspirados en los Immeubles-Villa de Le Corbusier
En el comedor, pieza de mármol ónix en la pared, de tres metros de altura, en un doble espacio. Mesa de ebanista y sillas de Charlie Pommier
Las viviendas se articulan con dos fachadas —una social, orientada al sur; otra de servicio, al norte— y muros laterales ciegos que confieren privacidad y orden. Sobre esta estructura racional, Sert combinó materiales y texturas propias del Mediterráneo: pilares y bóvedas de hormigón visto, persianas mallorquinas, azulejos vidriados de La Bisbal en tonos verdes y ocres y aplacados de piedra blanca que iluminan la austeridad brutalista de los elementos portantes, los pilares de hormigón y las losas de bóveda.
La reforma aprovecha la privacidad y serenidad del entorno, alejado del ruido de la calle por un bosque
LOBB Studio —fundado por Roger Bosch y Josep Olm en el 2019—asume este legado desde una lectura contemporánea. “No se trataba de rehacer lo que ya funcionaba, sino de entender cómo quería vivirse hoy el espíritu de Sert”, explican los arquitectos. El proyecto reordena el espacio interior siguiendo las proporciones originales, pero lo adapta a un modo de vida más abierto y continuo.
Josep Olm y Roger Bosch, fundadores de LOBB Studio, en el porche de la vivienda
Los pilares de hormigón y los forjados hechos con bóveda forman parte del lenguaje arquitectónico de Sert
En la planta baja, la reforma aprovecha la privacidad y serenidad que ofrece el entorno, alejado del ruido de la calle por un bosque, para establecer una continuidad física y visual entre las dos fachadas. Se eliminaron los muros interiores para crear un gran espacio abierto que integra cocina, comedor y dos salones dispuestos en torno a un núcleo central. Solo las áreas de servicio —cocina, baño y lavandería— mantienen su carácter compartimentado y preservan el orden funcional que Sert había trazado.
En el vestíbulo, un suelo de mármol travertino, enmarcado por parquet de roble natural, introduce la escalera central como una escultura. Su envolvente de microcemento rojo evoca el vestíbulo principal del edificio original, mientras una litografía de Joan Miró añade una nota cromática que dialoga con la herencia del arquitecto catalán. Según los arquitectos, estos matices puntuales de color “parecen pintados caprichosamente, como si cada elemento fuera una pincelada que potencia la arquitectura sin imponerse a ella”, pero está claro que es un recurso muy bien pensado.
La terraza, con pérgola metálica con lamas de madera, cuenta con una cocina exterior
La terraza, a dos niveles, con cerámica de La Bisbal ocre y persianas de librillo
En la planta superior, las habitaciones conservan su número original, pero adaptadas a las necesidades del cliente y recuperan elementos pensados por Sert. Allí, un panel de ónice natural de tres metros refuerza la doble altura que conecta ambos niveles, amplificando la verticalidad y la luminosidad del espacio.
La terraza exterior, en dos niveles, se convierte en una extensión natural del interior. Las cerámicas originales se han restaurado y el pavimento de tova se prolonga hasta un espacio al aire libre cubierto por una pérgola metálica con lamas de madera y vegetación mediterránea. La cuidadosa selección de especies integra la terraza con el bosque circundante.
El la cocina, taburete de nogal de Artisan y lámparas de Gubi
El resultado es una vivienda que no solo respeta la estructura y la materialidad del proyecto de Sert, sino que las reinterpreta con nuevos materiales nobles, una paleta cromática precisa y la recuperación de elementos originales para que convivan funcionalidad y belleza. “Queríamos que cada rincón mostrara la verdad del edificio -explican desde LOBB Studio-. El lujo no está en añadir, sino en descubrir lo que siempre estuvo ahí”.
De este modo, la renovación del dúplex EA38 puede entenderse como un diálogo entre generaciones: una intervención que incorpora elementos del pasado sin dejar de explorar nuevas posibilidades, mostrando cómo la herencia de los grandes maestros puede reinterpretarse desde una perspectiva contemporánea con modernidad y continuidad.
