En plena Avenida Diagonal, 435, se inaugura la tienda que endulza el hogar con artesanía y con juego. Bajo un mismo lema, las marcas Lorena Canals y Oli&Carol presentan su primera flagship store conjunta, un proyecto familiar que simboliza años de trabajo, valores compartidos y una misma filosofía: crear productos sostenibles y hechos a mano.
Lorena Canals, pionera en el diseño de alfombras y en decoración infantil lavable, comparte este sueño con sus hijas, fundadoras de Oli&Carol, una marca de juguetes ecológicos de caucho natural para niños y bebés. Dos universos distintos que se entrelazan con naturalidad, dirigidos a un mismo público que busca sostenibilidad y cercanía.
Alfombras de animales lavables
“Ha sido un proyecto que ha salido rodado. Tenemos productos distintos, pero una misma audiencia y los mismos valores. Queríamos crear un espacio donde quieran quedarse las familias”. Confiesa Lorena Canals.
El resultado es una tienda experiencial y sensorial que combina lo artesanal con la innovación. En la parte dedicada a Lorena Canals, los visitantes pueden descubrir la colección Stonewashed elaborada con restos reciclados de la base de sus alfombras, o admirar piezas únicas como una seta gigante hecha a mano durante más de 250 horas de trabajo. Esta última es muy emblemática y acostumbra a ser un producto superventas de la marca. También, hay un telar donde los clientes pueden tocar y experimentar, y así apreciar el tiempo y la dificultad que requiere construir cada pieza.
Seta gigante emblemática
La marca ofrece incluso la posibilidad de personalizar alfombras, desde formas únicas hasta diseños creados a partir de dibujos infantiles que luego los artesanos transforman en obras textiles en un proceso de 30 días.
Cuando están en proceso de creación de una colección, todo empieza con unos garabatos y comienzan a hacer diferentes pruebas. Todo este proceso también está presente en formato moodboard en una de las paredes de la tienda.
Moodboard
La entrada principal contiene una Sagrada Família tejida a mano, rinde homenaje a la ciudad y en Navidad se completará con una estrella iluminada.
Al cruzar la otra puerta hacia el mundo de Oli&Carol, el ambiente cambia, es un universo paralelo que combina la imaginación y el juego. Este año la marca cumple diez años de vida y lo celebran a lo grande con una apertura de tienda que se presenta como la más sostenible de Barcelona. Hasta las paredes están hechas de caucho natural. Además, el espacio recrea un pequeño supermercado para los niños, donde los más pequeños pueden llenar su carrito con frutas y verduras de juguete que son los productos más icónicos de la marca.
“Queremos acercar a los niños al arte y a la sostenibilidad desde el juego”, explican las hermanas fundadoras.
Entre las novedades, destacan los sonajeros rellenos de semillas de cereza y la línea Mealtime, una vajilla infantil libre de plásticos creada con madera del árbol hevea, 100% natural y biodegradable en forma de frutas y verduras, es la primera de su tipo en el mundo. Todo en este espacio invita a los más pequeños de la casa a tocar, a descubrir y a aprender.
Sección Oli&Carol
Más allá de la estética, esta flagship también se convierte en más que una simple tienda, es un punto de encuentro para las familias donde pueden pedir cita para un asesoramiento personalizado o simplemente venir y les asesoran mientras que disfrutan del universo de dos marcas que nacen con los mismos valores: el del cariño y la sostenibilidad.
En palabras de Lorena Canals: “este espacio es la culminación de un sueño compartido. Un proyecto que empezó en casa, entre alfombras y juguetes, y que hoy se abre al mundo sin perder lo más importante: la esencia de hacerlo en familia”.
