“Se habla mucho de la soledad no escogida en gente mayor y no de la nuestra”: la nueva comunidad de mujeres millennials en Barcelona

Conexión y apoyo

Irene y Sandra son dos amigas emprendedoras que han creado Somos Aura, una iniciativa que convierte la necesidad de hacer nuevas amistades en una comunidad vibrante que reivindica la conexión entre mujeres

Irene y Sandra son las fundadoras del proyecto Somos Aura

Irene y Sandra son las fundadoras del proyecto Somos Aura

Cedida

Hay momentos en que la vida pide un cambio de rumbo. Dejar de lado los miedos, sacudir las inercias y encontrar espacios donde sentir que todo tiene sentido. De esta necesidad (tan silenciosa como universal) nace Somos Aura. Las fundadoras, Irene y Sandra, son dos amigas “de toda la vida” con espíritu inquieto y vocación viajera que decidieron crear aquello que ellas mismas no encontraban: una comunidad de mujeres curiosas, apasionadas y reales, dispuestas a descubrir nuevas experiencias en Barcelona y, sobre todo, a reencontrarse entre ellas.

En un mundo hiperconectado y con un ritmo vertiginoso, muchas chicas se encuentran con la dificultad de hacer amigas en la edad adulta. Las rutinas marcan el día a día, las prioridades cambian y las agendas no facilitan coincidir. Una realidad que este proyecto intenta paliar. La gran mayoría de sus participantes llegan solas a las quedadas, pero ninguna se marcha con esta sensación. Entre planes originales y escapadas se entretejen vínculos que perduran.

Sandra e Irene decidieron empezar este proyecto hace 8 meses

Sandra e Irene decidieron empezar este proyecto hace 8 meses

Jara Bravo

El empujón de emprender este proyecto nació después de toda una vida compartida. Irene y Sandra sintieron que era el momento de comenzar un proyecto con un gran significado. “Yo estaba en un momento de mi vida en el que sentía que siempre hacíamos lo mismo con mi círculo”, nos explica Irene. Un punto de inflexión que la llevó a cuestionarse el ritmo de su vida y a buscar espacios que le permitieran crecer y expandirse.

A partir de aquí empezaron a buscar “chicas con este desarrollo personal, con esta ambición de querer estar activa, moverte, inspirarte, ser creativa. Tener esa chispa”, nos dicen. Pronto descubrieron que lo que ellas sentían era un fenómeno mucho más extendido de lo que imaginaban y una problemática poco verbalizada.

“Se habla mucho de la soledad no escogida en gente mayor y no se habla de la de los millennials. Tenemos un grupo tan diverso que también se crea una soledad no escogida. Otras generaciones no lo han vivido porque han seguido lo que toca hacer. Somos la primera generación que estamos rompiendo con esto”, apunta Irene.

El perfil de las chicas

El abanico de perfiles en Somos Aura es tan amplio como sus historias. Llegan mujeres con vidas muy diferentes que tienen en común esa inquietud para encontrar una nueva comunidad. Activas, naturales y de mente abierta, comparten estar en el mismo momento vital y querer expandirse juntas. Todas ellas buscan ampliar su círculo y tener nuevas conversaciones. En definitiva, una cosa tan sencilla como poderosa: conectar.

“Estamos creando una red de mujeres para sostenernos y apoyarnos y hacer nuevas amigas”, expresa Irene. Una comunidad que convierte el tiempo libre en experiencias únicas y amistades reales. “Si me hubiera quedado en mi casa, nunca habría conocido a estas chicas tan increíbles, ni a sus historias”, ha añadido.

Sandra e Irene están creando una red de apoyo entre mujeres

Sandra e Irene están creando una red de apoyo entre mujeres

Jara Bravo

En este punto es importante destacar una pregunta que surge a menudo: ¿Por qué no hay chicos en estos encuentros? Los datos hablan por sí solos. “Hicimos encuestas a rangos de edad para ver las necesidades y reafirmar que existía esta necesidad. De los hombres que respondieron, solo el 10% querían hacer nuevos amigos, mientras que de mujeres salió el 60%”, explica Sandra. “Sí, además quiero dejar claro que lo que nos une es la necesidad de crear red, de pertenecer y de construir comunidad juntas más allá del estado civil”, ha añadido Irene.

El proceso de creación de Somos Aura

Después de probar otras comunidades y no encontrar lo que buscaban, decidieron construir su propia comunidad. El proceso fue intenso: investigación de mercado, validación de la necesidad y un primer plan que fue el paso definitivo. “La acogida fue increíble”, recuerda Irene. Para profesionalizar el proyecto, se dividieron las tareas. Sandra asume la parte numérica, analítica y de gestión e Irene, la comunicación, la parte digital y esa energía creativa inagotable que define su carácter.

Una de las gestiones más simbólicas fue decidir el nombre. “Añadir ‘Somos’ daba este sentimiento de pertenencia, como de todas somos una comunidad. Y 'Aura' era la energía. Cada una tiene su energía y en esta comunidad harás match con chicas con la misma energía”, nos desgrana, entusiasmada, Irene.

Con el nombre definido, empezaron a dar vida en los planes. Cerámica, fiesta, excursiones, pilates, afterworks o escapadas forman parte de su catálogo. “Vamos probando. Nos hemos dado cuenta de que tenemos una comunidad superactiva. Los planes sociales, de fiesta, montaña y deporte triunfan muchísimo. Los que son de arte o creativos cuestan algo más”, detalla Sandra. Sea el plan que sea, lo que está claro es que “las chicas buscan moverse tanto por dentro como por fuera y hacer cosas que los aporten”, señala Irene.

Caminando hacia el futuro

En solo 8 meses, Somos Aura ha crecido exponencialmente. Un éxito que sus fundadoras celebran con ilusión y prudencia, pero sin dejar de trabajar. “Queremos que sea un movimiento, una nueva forma de hacer amigas, de relacionarte y de viajar. Espero que en su expansión sea un movimiento de mujeres juntas”, nos comentan. Con este objetivo en la cabeza, las dos tienen muy claro cuáles son los siguientes pasos que tiene que vivir el proyecto.

Queremos que sea un movimiento, una nueva forma de hacer amigas”

Staff Writer

El primero sería expandir sus ramificaciones en otras ciudades como Madrid o València, donde la figura de las exploradoras es clave. También tienen en mente habilitar un pago mensual con el que las chicas pueden acceder a varios planes gratis al mes y crear un tipo de foro donde no tengan que depender de sus planes, sino que ellas también propongan.

Pero, sin duda, uno de los puntos más especiales que les espera es el de convertirse en una agencia de viajes con la intención “de reinventar los viajes en grupo, crear la nueva forma de viajar entre mujeres”. Tan claro lo tienen que ya tienen planeado el primer destino. “Tenemos organizado el primer viaje internacional por el año próximo. En Colombia. Lo lanzamos en 15 días”, nos desvela Sandra, sin poder contener las ganas. “Es un viaje superdiferente. No lo encontrarás en ningún lugar”, añade.

Muchos retos y grandes alegrías

El camino no ha sido fácil. Irene y Sandra reconocen que emprender es una decisión que les ha enseñado mucho. “Es una montaña rusa. Nos está aportando mucho aprendizaje, mucho desarrollo, tanto a escala personal como profesional”, aseguran. Conciliar su vida personal con este proyecto ha sido uno de los grandes retos. Además, ha habido momentos críticos.

El más reciente fue este verano. “Agosto fue un gran parón. No estábamos facturando nada de nada y ahora tenemos gastos fijos”, recuerda Sandra. Ahora bien, todo sacrificio tiene sentido cuando el proyecto se mantiene fiel a su esencia. “Estar alineada con tu propósito en la vida es la alegría más grande. Es una satisfacción trabajar tan duro y que salga adelante. Saber que lo que hacemos ha ayudado a tantas chicas...”, manifiesta Irene, emocionada.

Las fundadoras se han enfrentado a grandes retos para crear su proyecto

Las fundadoras se han enfrentado a grandes retos para crear su proyecto

Jara Bravo

Así, lo que empezó como una agenda de planes se ha convertido en un lugar de conexión entre mujeres que comparten un mismo momento vital. Una pequeña constelación de amigas con ganas de moverse y vivir nuevas experiencias. “Siempre les digo que se atrevan a abrirse a nuevos horizontes, salir de la zona de confort. Nadie lo hará por ti”, dice Irene, dejando muy claro la importancia de acompañar y cuidar las nuevas incorporaciones. Y es que Somos Aura es precisamente esto: un espacio para mujeres que esperan más de la vida y que, sin pedir permiso, deciden caminar juntas.

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