Ornellaia es todo un icono situado en un paraíso toscano. Hay quien les considera entre los máximos exponentes de la enología italiana contemporánea. Se fundó en 1981 por parte de Ludovico Antinori en una región donde las vides trepan por la ladera de Bolgheri desde la costa, en la provincia de Livorno. Sus fincas se benefician del clima templado de la costa toscana. Dicen que les distingue la innovación, la elegancia, la devoción, la finura y la creatividad.
Sus viñedos están escoltados por cipreses y olivos que les proveen de las aceitunas con las que elaboran un aceite de alta gama. Pero su gran símbolo es un imponente roble bicentenario en cuyos pies han dispuesto una atalaya desde la que divisar, en Bellaira Alta, sus vides, el municipio costero de Marina di Bibbona y un mar que se dibuja como telón de fondo a solo seis kilómetros de distancia.
El imponente roble bicentenario de Bellaria Alta, junto a las viñas
La moderna bodega, integrada en el paisaje, está situada en la población de Castagneto Carducci. Se estrenaron en el mercado con la añada de 1985. Cuentan que la brisa del mar Tirreno que mece sus vides, que toma su nombre del antiguo pueblo tirreno, más conocido como etrusco. Y añaden que “las olas rompen rítmicamente en las playas de la costa de Bolgheri, y la resaca es el fondo perpetuo de esta franja de tierra”.
Y es que, en el pasado, partes de la finca de Ornellaia quedaron cubiertas por el mar Mediterráneo, dejando tras de sí arenas, margas y fósiles marinos. La arcilla emerge a una altitud ligeramente superior, salpicada de guijarros calizos de diversos tamaños. El suelo de Ornellaia es de origen marino, aluvial y volcánico.
Imagen otoñal de los viñedos de Ornellaia
Bolgheri DOC se ha consolidado hace relativamente poco como una de las grandes regiones vinícolas del mundo. Es un enclave único entre el mar y las colinas protectoras a tan solo diez kilómetros de distancia, que bloquean los vientos más fríos del interior. Las variedades de uva que se cultivan en Ornellaia son casi todas de origen bordelés. Cabernet sauvignon y merlot son las principales variedades plantadas en la finca, seguidas de cabernet franc y petit verdot. Para elaborar sus vinos blancos trabajan con las variedades sauvignon blanc, viognier, sémillon y vermentino.
Advierten que “la estructura, el equilibrio, la frescura y la intensidad de los vinos que se producen hablan un lenguaje típicamente toscano”. Los viñedos, plantados a una altitud de entre 50 y 120 metros sobre el nivel del mar, están divididos en más de 70 parcelas. Cada una de ellas es un microcosmos con su propia identidad y expresión.
Obra del artista camerunés Pascale Marthine Tayou para Ornellaia, situada en los jardines de la bodega
Desde Ornellaia se manifiesta que nacieron con la firme visión de “producir vinos excepcionales que cautivaran, expresando al mismo tiempo todos los matices de una tierra ideal para el cultivo de la vid”. Sus vinos quieren expresar “las historias y la emoción multifacéticas de esta región”. Son un gran referente de los vinos tintos conocidos como 'Super Tuscan'. El término 'supertoscano' surgió en los años 70 del siglo pasado para describir una nueva categoría de vinos elaborados en Toscana que no seguían las reglas de las denominaciones tradicionales. En ellos se apuesta por las variedades y técnicas de elaboración bordelesas.
Ornellaia forma parte del grupo Frescobaldi. Dicen que para ellos la sostenibilidad no es solo un compromiso. Afirman que “es una forma de vida que nos guía hacia el futuro. Es la clave del único desarrollo verdaderamente posible y sostenible a lo largo del tiempo”.
La oferta enoturística
Arte y comidas inmersivas
La oferta enoturística de esta bodega de la Toscana es variada, y va adaptándose en función del calendario anual. Ornellaia recibe a sus visitantes con una visita guiada para descubrir los viñedos históricos y la bodega. Los enoturistas se encuentran con las obras de arte contemporáneo que conforman el proyecto 'Vendemmia d'Artista'. La exploración continúa en la sala de barricas, antes de llegar a su 'Archivo Histórico' con todas las añadas de sus vinos. También proponen comidas inmersivas o un picnic.
Afirman que “los viñedos, las obras de arte y la bodega revelan su magia en un silencioso juego de luces y sombras”. Es por ello que ofrecen “un viaje sensorial que fusiona el arte y la arquitectura de la bodega con el paisaje de Bolgheri, que se extiende desde los viñedos hasta el mar”. No faltan tampoco propuestas gastronómicas bajo su viejo roble de Bellaria.
Tareas de vinificación
Y al hilo añaden que la viticultura sostenible es parte integral de sus proyectos, y se combina con la producción de calidad y la apreciación de la historia, la cultura y los paisajes de la región de Bolgheri. Trabajan sus viñedos siguiendo prácticas agrícolas ecológicas, incluyendo el manejo de cubiertas vegetales. En su impecable bodega son capaces de vinificar separando las parcelas y las calidades. Cuentan con un parque de barricas que suma unas 3.000 unidades.
Se empecinan en la atención al detalle. En Ornellaia, aseguran, “todo lo que hacemos en el viñedo, en la bodega y en la gestión diaria de la finca es cuestión de sensibilidad”. Sus viñedos, que suman 134 hectáreas, están orientados principalmente al suroeste “para disfrutar del último rayo de sol que se pone sobre el mar”.
Sus viñedos suman 134 hectáreas
Cuentan que “cada vid, que hunde sus raíces en la tierra profunda donde antes estaba el mar, tiene voz propia”. Y remarcan que “comprender y dirigir la singular armonía de este coro es una responsabilidad y un honor para Ornellaia”. A la vez, se afirma que “la combinación de tierra, sol, mar, viento y la historia de esta tierra define cada vino”.
El director técnico, Marco Balsimelli, y su equipo han conseguido situar a Ornellaia entre las marcas más reconocidas del mundo del vino. Desde la cosecha de 2006, como protección contra la adulteración de sus vinos, las botellas de Ornellaia disponen del sistema RFID, que permite rastrear la distribución y garantiza la autenticidad.
En Ornellaia buscan expresar el carácter único de cada añada
Sus tintos tienen una especial aptitud para el envejecimiento sin perder elegancia. Las notas que recuerdan al eucaliptus o al regaliz, junto con su medida tanicidad, hacen muy reconocibles a sus vinos. Añadas como las de 1998 o la de 2004 atestiguan su gran potencial para hacer un pulso al paso del tiempo. Son vinos centrados en la expresión de la fruta, con una buena acidez y mineralidad.
Algunas añadas muestran de forma más marcada notas que recuerdan el cacao o la vainilla, como la del 2016, y pirazinas (carácter herbáceo o de pimiento) muy sutiles. Afirman desde la bodega que su elegante estilo mediterráneo “expresa toda la belleza y creatividad de la Toscana”. En el mercado español la última añada de Ornellaia Bolgheri Superiore (2022) se ofrece entre los 259 y los 289 euros por botella.
Lámpara en la sala de barricas firmada por la artista Rebecca Horn
El arte lo impregna casi todo en la bodega de Ornellaia, incluso su sala de barricas (donde se instaló una lámpara firmada por la artista Rebecca Horn titulada 'L'Energia'). En sus jardines se puede admirar desde una escultura vegetal de Ghada Amer y Reza Farkhonded a una singular esfera con cristales de color del artista nacido en Camerún Pascale Marthine Tayou. También hay fuentes artísticas de las cuales su creador, Luigi Ontani, pretendía que manara vino.
Desde 2006, el deseo de Ornellaia de expresar el carácter único de cada añada se ha materializado a través del proyecto 'Vendemmia d'Artista'. Cada año se elige a un artista contemporáneo de renombre internacional para crear una obra que lo represente. Una de las seis botellas que contiene cada caja de Ornellaia se adorna con esta obra. El equipo técnico se encarga de resumir el carácter único de cada añada en una sola palabra, la que inspira al artista a crear su obra. O sea, estos artistas buscaron la inspiración en Ornellaia.
El director técnico de esta bodega toscana en la sala de barricas
Las botellas que visten con sus obras de arte son subastadas con fines benéficos. Se ha escogido a autores como la iraní Shirin Neshat, los italianos Luigi Ontani y Michelangelo Pistoletto, la alemana Rebecca Horn, la egipcia Ghada Amer con el iraní Reza Farkhondeh, el chino Zhang Huan, el canadiense Rodney Graham, el suizo John Armleder, la japonesa Yutaka Sone, el brasileño Ernesto Neto, el estadounidense Joseph Kosuth o el sudafricano William Kentridge.
El marqués Ferdinando Frescobaldi ha dejado escrito en el libro 'Ornellaia' de Assouline Publishing que repasa la trayectoria de este proyecto vitivinícola que “amamos a esta tierra, y ver el respeto a la hora de cultivar y mantener estas colinas plantadas de viñedos nos da la máxima satisfacción”.
Ornellaia es una de las mejores expresiones de la variedad cabernet sauvignon del mundo”
El director técnico de esta bodega toscana, Marco Balsimelli, manifiesta que “Ornellaia es una expresión del lugar con uvas de variedades no autóctonas muy bien adaptadas a su terruño, que le dan un carácter muy especial”. Incluso añade que “Ornellaia es una de las mejores expresiones del mundo con la variedad cabernet sauvignon”. Marco Balsimelli también afirma que cuando elabora los vinos de Ornellaia lo hace “sin recetas preconcebidas”. Dice escuchar el terruño y adaptar las vinificaciones de forma respetuosa.
Para su gerente global de comunicación y relaciones públicas, Elena Oprea, “Ornellaia es un lugar que puedes reconocer en la copa”. Añade que “es un clásico puesto al día”. Se refiere a que mantienen un carácter muy toscano pero que, al mismo tiempo, los suyos son vinos contemporáneos.
