Ha hecho del diamante el rey. Pero el diamante, diamante. El auténtico. Ese mineral superlativo, la gema radiante capaz de ofrecer la más alta dureza y conductividad térmica de todos los materiales conocidos por el ser humano. Convencido de su belleza probablemente eterna (y sin perder un solo minuto en ponerse a valorar la llegada de los sintéticos: eso es otra cosa, es otro nivel, otro mercado porque quien quiere un diamante lo quiere de verdad) Recarlo se dedica, en cuerpo y alma a ellos. A sus presentaciones más excepcionales. A su brillo. A sus tallas redonda, corazón, ovalada, marquesa, gota... pero sobre todo a la que hace única a esta firma joyera que acaba de irrumpir con una boutique sensacional en el mismísimo centro de Milán.
Es la talla corazón. Su talla corazón. El corazón Recarlo. Ahora esta firma con tradición y savoir faire, que en su sede de Valenza Recarlo traza y engasta las joyas más bellas con los más excepcionales de los diamantes brilla como nunca. Es líder indiscutible en la joyería nupcial. Pero todo comenzó en 1967, en un pequeño taller del Piamonte (en Valenza), donde Carlo Re creó un anillo para hombre. Sencillo. Sin pretensiones. Solo un gran diamante. Solo oro.
Todo comenzó en 1967, en un pequeño taller del Piamonte en Valenza
Pronto, en esa misma década, llegaron las primeras creaciones femeninas (y los primeros premios) y la marca de esta “famiglia” que cuida como nadie el Made in Italy amplió su colección primero con el gran Eternity (su trilogía, un exitazo de ventas inmediato) en 2003 y cinco años más tarde con su famosa cruz Lucrezia y la talla corazón, esa que define el delicado atrevimiento de la casa, para la Collezione Anniversary.
“Mi abuelo ya tenía cierta relación con el mundo de las joyas pero fueron mis padres quienes abrieron un pequeño atelier en Valenza, en la región del Piamonte, muy cerca de casa. Desde pequeño tuve la ocasión de rodearme de piezas maravillosas, conocer sus historias y hasta juguetear con las gemas hasta que llegó el día en que despertó en mi una auténtica obsesión por los materiales, los diamantes, las piedras preciosas, así que, cuando terminé mis estudios, me incorporé a trabajar con la familia”, cuenta el hijo del fundador, Paolo Re que junto a su hermano Giorgio dirige hoy el rumbo internacional de la compañía familiar italiana.
Recarlo inaugura su primera boutique en Milán
En sus colecciones actuales los hermanos Paolo y Giorgio Re siguen ahondando en asombrosas tallas emparejadas con oro y platino pero sobre todo en ese sentimiento de famiglia, que juno a la pasión por el brillo de los diamantes resulta fundamental en Recarlo. Porque es la fórmula que permitirá a la firma celebrar por muchos años, ¿siglos? más “los momentos más importantes de la vida; el compromiso que tenemos con nuestros clientes; la herencia joyera de esta industria y de nuestro territorio; y el made in Italy“, comenta Paolo Re, siempre pendiente de toda talla que descubren sus maestros labradores.
”Lo que atrapa de la joyería es el proceso de crear nuevas composiciones con nuevos cortes y buscar y conseguir diamantes de una calidad extrema, de un color y una claridad maravillosos“, explica. Y para ello necesita los mejores artesanos.
En su sede en Valenza, claro, Recarlo abarca toda la cadena de producción, donde el talento y la habilidad de los mejores orfebres dan forma a creaciones únicas que triunfan en Italia, pero también en el mundo. El español es su segundo mercado más importante después del italiano. ”Empezamos hace años y es muy potente. Somos europeos, aunque también estamos presentes en Estados Unidos, China y la India“”, recuerda. Titulado en Economía y Marketing por las universidades de Turín y Nevada, se unió al árbol genealógico joyero junto a su hermano, con el que ejerce las tareas propias de un CEO, “es una empresa familiar y para que funcione nos dividimos las funciones y escuchamos a nuestro padre que sigue viniendo algunos, muchos, días a la fábrica”.
Recarlo traza y engasta las joyas más bellas con los más excepcionales de los diamantes brilla como nunca
“Al diamante que escogemos para Recarlo le exigimos su máxima capacidad para interactuar con la luz. De hecho, son las facetas que solo el tallador es capaz de esculpir las que hacen extraordinaria su sinergia. Son la luz y el diamante en una armonía perfecta de proporciones y pulido que es nuestro punto fuerte”, explican los hermanos en su nueva boutique de Milán, el expositor perfecto de su maestría, en un día en que el cielo aparece radiante. Luce el sol. Y con él la excelencia de los reflejos que visten sus colecciones. Glam, Bridal y More. Y sus emblemáticas colecciones Anniversary y Love.
Aunque, ya se ha dicho, todo comenzó con colecciones de hombre y poco a poco se fueron incorporando piezas femeninas ahora manda la joya femenina. Entre sus estrellas el collar heart shape con esa talla corazón imposible de encontrar en otras firmas.Únicos por su corte, pero también por su pureza, luz y factura.
Trabajan también el platino, pero la predilección por el oro blanco y los diamantes está más que justificada. “Es una decisión estratégica para centrarnos en el segmento nupcial y liderarlo. El oro blanco refuerza la blancura de la piedra y potencia su brillo haciendo cada pieza única”, explican.
