Sentidos a flor de piel y sensibilidad olfativa en la Costa Brava

En portada

El sabor de las flores, manos que tejen y cosen, el sonido de las olas... Un viaje sensorial por la Costa Brava, donde la naturaleza calma el espíritu

El mar en calma sobre un cabo, en la playa de Sa Riera, en el pequeño pueblo de Begur

El mar en calma sobre un cabo, en la playa de Sa Riera, en el pequeño pueblo de Begur

Sergi Jasanada

Respirar profundamente, como si acabáramos de aprender a hacerlo, es un ritual involuntario –y muy necesario– para todo aquel que llega a su destino vacacional. Un momento en el que tomar conciencia de los sentidos, anestesiados por el ruido del tráfico, la pantalla del ordenador y el olor a gasolina. Dejar la ciudad atrás y llegar a la Costa Brava es un bálsamo para los oídos, la vista, el olfato, el tacto y el gusto. Un lugar donde las experiencias sensoriales han conquistado al cliente más elevado, que sabe que, en vacaciones, lo importante es parar para reconectar.

La imponente Casa Brava de Viu Empordà, situada en Sa Riera, ofrece el silencio como un lujo del siglo XXI; solo cuando todo lo demás desaparece, puede uno escucharse a sí mismo y pensar. No hay alma que perturbe la paz de este refugio situado frente al mar, con una piscina oculta entre pinos y un jardín en el que perderse para meditar. Hay otros lugares recónditos, casi secretos, que celebran la filosofía slow del Alt Empordà. Encontramos uno de ellos a escasos kilómetros de La Jonquera, escondido entre caminos de piedras y arboledas, en Cantallops, un delicioso pueblo de menos de 500 habitantes.

Un refugio frente al mar, con una piscina escondida entre cipreses y un jardín en el que perderse

Un refugio frente al mar, con una piscina escondida entre cipreses y un jardín en el que perderse

Sergi Jasanada
Un refugio frente al mar, en la Costa Brava, con un jardín y una casa en la que perderse

Un refugio frente al mar, en la Costa Brava, con un jardín y una casa en la que perderse

Sergi Jasanada

En Mas Flaquer, una finca de 8,5 hectáreas con pequeños apartamentos y cabañas para los huéspedes, habita un personaje peculiar que ha hecho del olfato el motor de su vida. Un dandi de traje marfil, sombrero y botas de montaña que acompaña, a quienes lo desean, a descubrir las rutas olfativas de este lugar; a conocer sus jardines secos aromáticos y, sobre todo, olerlos, perderse entre sus olivos, almendros e higueras. Visitar su manantial o cobijarse en la sombra del plátano más viejo de Catalunya es una experiencia de lujo y bienestar, muy interesante y reparadora. Única en su especie.

Mas Flaquer, un refugio escondido en Cantallops, ofrece rutas olfativas por sus jardines secos aromáticos para conectar con el yo más salvaje

Mas Flaquer, un refugio escondido en Cantallops, ofrece rutas olfativas por sus jardines secos aromáticos para conectar con el yo más salvaje

Sergi Jasanada

El perfumista sin olfato

Ernesto Collado fue en su otra vida, entre los 20 y los 40 años, actor de televisión y teatro. “Algunos clientes catalanes me reconocen porque era el malvado de una serie muy popular en Catalunya, El cor de la ciutat”, explica el intérprete reconvertido en perfumista, botánico autodidacta y fundador de las fragancias nicho de Bravanariz. De niño, su abuelo, José Collado Herrero, uno de los químicos perfumistas más destacados de España y capaz de diferenciar entre 57 tipos de rosas únicamente por su aroma, le señaló como heredero de su talento. Pero una rara enfermedad neurológica, que él achaca a la gran presión familiar, le dejó sin olfato durante dos años, mucho antes de los estragos de la covid. 

“La fantosmia tiene la particularidad de que todo te huele a lo mismo, y es algo que genera tu cerebro y que no existe; por tanto, te desconecta completamente del mundo. Todo me sabía igual, cada comida; ni siquiera podía oler a mis hijos. Fue muy desagradable y durante ese tiempo me di cuenta de hasta qué punto este sentido es básico para disfrutar de la vida”, explica Collado, que, poco a poco, entrenando de nuevo el olfato y tras meses de recuperación, por fin volvió a oler.

El perfumista Ernesto Collado es un ávido lector, amante de las artes escénicas y la sociología. En la imagen aparece en el salón de Mas Flaquer, donde imparte talleres de fragancias. De fondo, un retrato de su pensador favorito, Walt Whitman, considerado el padre de la poesía moderna

El perfumista Ernesto Collado es un ávido lector, amante de las artes escénicas y la sociología. En la imagen aparece en el salón de Mas Flaquer, donde imparte talleres de fragancias. 

Sergi Jasanada

Su historia se convirtió sin quererlo en el mejor claim de su marca Bravanariz, una perfumería que encapsula, a través de ingredientes naturales, los olores del Alt Empordà. “Quiero capturar los olores del paisaje y compartirlos con la gente”, explica Collado. Mas Flaquer, que se convertirá en unos años en la sede de esta perfumería, busca ser un idílico paraje donde conectar con la naturaleza y encontrar el yo más salvaje a través de la nariz. Aquí el tiempo se pausa o, al menos, se ralentiza. Las vistas invitan a dejarse llevar y comprar la filosofía de vida de este Indiana Jones a la catalana.

Quiero capturar el olor de estos paisajes”

José ColladoPerfumista

En esta vuelta a los orígenes es crucial ensuciarse las manos. Tocar texturas distintas y devolver la habilidad de sentir a esos dedos adormecidos por el teclado y la pantalla del móvil. El trabajo manual está estrechamente vinculado a la preservación de la naturaleza y de lugares como Mas Flaquer. Por ellos pasa indiscutiblemente la necesidad de poner en valor la artesanía local de la Costa Brava, y su mejor expositor se llama Gla Empordà.

Las prendas de All That She Loves evocan los colores de la Costa Brava. Pareos fluidos, bañadores ‘tie dye’ y pantalones cortos de algodón se presentan como el vestuario ideal para la mujer, desde su adolescencia hasta su madurez. En la imagen, dos jóvenes vestidas con la colección de verano de All That She Loves disfrutan del impresionante jardín de la Casa Brava de Viu Empordà

En la imagen, dos jóvenes vestidas con la colección de verano de All That She Loves disfrutan del impresionante jardín de la Casa Brava de Viu Empordà

Sergi Jasanada

Entre fibras y pinceles

Esta tienda conceptual situada en La Bisbal d’Empordà parece el taller de un artista: cuadros de gyotaku apoyados en el suelo conviven con cestas de rafia natural, y libros de arte comparten estantería con joyas de aire bohemio. Todo hecho a mano. El aparente caos de este espacio que defiende el talento local en realidad responde a un orden comisariado por Marta Xuclà, creadora de espacios y decoraciones, y Piluca Paulí, creadora de experiencias. “Nuestra misión es presentar aquí el trabajo de los artesanos de la zona; trabajamos con unos ochenta”, explica Paulí, que añade que lo que a ambas las mueve es su amor por la región y poder enseñarlo. Una de esas artesanas es Ona Trepat, experta en artes tradicionales y cestería. Esta escultora investiga técnicas artesanales ancestrales y, además de crear utensilios y obras decorativas, diseña instalaciones artísticas que se exponen en todo el territorio ­español.

Tienda conceptual del Alt Empordà

Trepat, tienda conceptual situada en La Bisbal d’Empordà

Sergi Jasanada

Trepat, que también imparte talleres, explica que el trabajo artesano tiene algo de contemplativo, un rito que mitiga la mente y el alma a la vez que endurece las manos. Una sensación que conocen bien los artesanos de Toni Pons, quienes llevan décadas creando alpargatas, puntada a puntada. Sus diseños, cómodos y versátiles, han conquistado a la realeza, desde la reina Letizia hasta Victoria de Suecia, y poco a poco se han ido abriendo camino a escala internacional con 4.000 puntos de venta en todo el mundo. “Es una marca familiar que nació en Girona, en 1946, en un contexto de posguerra para ofrecer calzado de calidad que durara y que fuera accesible”, explica Ricard Llop, jefe de marketing y responsable de dar a conocer los valores de la marca.

Un maestro alpargatero de Toni Pons trabaja en la suela de yute de un modelo clásico de este tipo de zapato, el calzado más antiguo documentado en Europa

Un maestro alpargatero de Toni Pons trabaja en la suela de yute de un modelo clásico de este tipo de zapato, el calzado más antiguo documentado en Europa

Aleix Escura Bello

La firma produce un millón de alpargatas al año, todas ellas confeccionadas en España y muchas cosidas a mano por sus maestros artesanos. En la fábrica principal de Toni Pons, uno de ellos muestra con orgullo su herramienta de trabajo. Sus manos, repletas de surcos y durezas, reflejan una vida dedicada al yute.

Después del olfato y el tacto es momento de abrir los ojos. Porque si hay algo de la Costa Brava que invita a quedarse para siempre es su paleta de colores. Del azul intenso del Mediterráneo a los tonos verdes que salpican el litoral; desde las pinceladas amarillas de los campos hasta el cielo, donde azules, lilas y rojos se difuminan como en un lienzo de Joaquim Mir. De la fascinación por este paisaje y sus colores surge All That She Loves, otro de los negocios locales que gozan de gran popularidad y que llevan la historia del Empordà impresa en su ADN. 

Una fotografía que emerge como una postal que honra la paleta de colores de la Costa Brava

Una fotografía que emerge como una postal que honra la paleta de colores de la Costa Brava

Sergi Jasanada

Clara Esteve, fundadora y diseñadora de la firma de moda All that She Loves, tiñe de vibrantes e hipnóticos colores prendas y accesorios que conquistan a los visitantes y habituales de la zona. Un armario perfecto que se basa en la técnica artesanal del tie dye con criterios éticos y sostenibles. “Cada tipo de tintado, para que adopte una forma u otra, requiere un proceso distinto. Hay diseños que repetimos cada temporada por su éxito, pero siempre probamos y ofrecemos nuevas combinaciones y técnicas. Este es un poco nuestro laboratorio”, cuenta Esteve sentada a una mesa repleta de retales de distintos tejidos y colores. 

Sus creaciones, que desfilan en la 080 Barcelona Fashion y otras reputadas pasarelas, han llegado al público internacional a través de 70 puntos de venta en España y 12 en el extranjero. Lejos de dejarse llevar por las tendencias, esta maestra del color plantea una paleta de colores enérgica pero también con presencia de tonos claros que se funden de forma orgánica con el paisaje.

La chef de las flores

La Costa Brava es rica en matices, y su éxito se basa precisamente en cuidar la tierra. Este viaje sensorial por el Empordà termina con el gusto, un sentido que mueve olas de turistas gourmets, con sus videoblogs y la cámara de su iPhone a punto para retratar la última genialidad culinaria. Pero, lejos de llevar el paladar al límite –para eso está Esperit Roca–, en una pequeña localidad llamada Fonteta encontramos a Iolanda Bustos, conocida como la chef de las flores, que defiende el sabor de la tradición.

Clara Esteve, fundadora y diseñadora de la firma de moda, tiñe de vibrantes e hipnóticos colores prendas y accesorios que conquistan a los visitantes

La artista Iolanda Bustos, conocida como la chef de las flores

Sergi Jasanada

La esencia de la cocina de Bustos se encuentra en el jardín del hotel boutique Mas Generós. De voz dulce y sonrisa afable, esta cocinera se pasea con su cesto de mimbre por un vasto huerto repleto de flores. Las peonias, cuenta, son en esta época las reinas del jardín. Comparten protagonismo con rosas, caléndulas y amapolas, que llenan de aroma y color el laberinto silvestre por el que pasea emocionada. “Intentamos que esté bonito y florecido todo el año. Mira, prueba esta, solo dura un día florecida, ¿a qué te sabe?”, dice Bustos al recoger una hemerocallis que en boca recuerda al hummus.

Hemos perdido el vínculo con la flora y la fauna

Bustos

Su vocación no es casual, se crio entre flores: su abuela era curandera; su madre, cocinera, y su padre, pastor. “Los humanos hemos perdido esa relación con la flora y la fauna, y mi misión es que la gente conozca el paisaje a través de la flor, los ingredientes naturales y las hierbas”, argumenta.

En el jardín de Mas Generós, el gallinero se ubica  junto a la huerta, en la que se entremezclan zonas de cultivo de flores y espacios de descanso para el huésped

En el jardín de Mas Generós, el gallinero se ubica junto a la huerta, en la que se entremezclan zonas de cultivo de flores y espacios de descanso para el huésped

Sergi Jasanada
En el hotel boutique situado en Fonteta (Girona), la chef Iolanda Bustos cultiva flores e ingredientes para llevarlos después a la mesa.

En el hotel boutique situado en Fonteta (Girona), la chef Iolanda Bustos cultiva flores e ingredientes para llevarlos después a la mesa.

Sergi Jasanada

Después de cerrar su restaurante, La Calèndula, durante la pandemia, Bustos dio rienda suelta a su pasión con un exclusivo catering homónimo, que ofrece talleres y experiencias personalizadas en casa y la colaboración con Mas Generós. Del jardín a la mesa, las delicias de la tierra ampurdanesa se presentan en un colorido menú de proximidad, ecológico y vegetariano. Una ensalada de tomate adornada con pétalos color lavanda despierta las papilas gustativas. Una bocanada de frescura imposible de replicar de forma industrializada.

Coca de melocotón, una de las delicias de la tierra ampurdanesa que se presenta en el marco de en un colorido menú de proximidad

Coca de melocotón, una de las delicias de la tierra ampurdanesa que se presenta en el marco de en un colorido menú de proximidad

Sergi Jasanada

Perderse en el Empordà es, en realidad, encontrarse a uno mismo. Entre campos de cultivo, senderos perfumados y talleres silenciosos, cada sentido halla su lugar y se reencuentra con su propósito original. Porque detenerse a escuchar la tierra y dejarse transformar no es solo un lujo, es una necesidad

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...