Valeria Mazza (53) tiene muchos hogares repartidos por el mundo. Aunque su finca en Buenos Aires es, como dice ella misma, su “lugar de paz”, considera España e Italia como su segunda y tercera casa. “Siempre he tenido que viajar mucho por trabajo pero ahora me tomo el tiempo para poder disfrutar del lugar al que voy”, asegura.
Después de pasar unos días en la pequeña localidad de Senales (Bolzano) para acompañar a su hijo Titziano en los entrenamientos previos a la Copa del Mundo de Esquí alpino, la topmodel de los noventa hace escala en Milán para disfrutar de una cena con amigos. Y aprovecha la parada para coger el diseño de Dolce and Gabbana que lucirá hoy en Madrid para conducir Bailando con las estrellas. “Disfruto mucho del programa, soy como una fan más pero desde dentro. Adoro que sea en vivo”, asegura sobre su rol en el programa de Telecinco.
La topmodel Valeria Mazza presenta por segundo año consecutivo el programa Bailando con las estrellas
La que fue una celebridad de las pasarelas, musa de Gianni Versace y también de Giorgio Armani –ambos firmaron sus vestidos de novia– vive la intensidad de su agenda con ilusión y una vitalidad encomiable. Madre orgullosa de sus cuatro hijos –Balthazar (26), Tiziano (23), Benicio (20) y Taína (17)– celebra todos sus logros junto a ellos, y su marido el empresario Alejandro Gravier, y les empuja a seguir su propio camino. El tercero parece ser, por el momento, el único que ha heredado su interés y destreza para la pasarela y así lo demostró en septiembre, al debutar en la semana de la moda de Milán en el desfile póstumo de Giorgio Armani.
“A nuestros hijos los hemos educado para que vuelen y tomen sus propias decisiones y Benicio nos dijo que quería probar el modelaje para compaginarlo con sus estudios. Su debut en Milán fue algo muy especial”, explica y añade que minutos antes del espectáculo le brindó algún que otro consejo: “Me llamó por teléfono para hacerme unas preguntas técnicas. Qué gracioso, me dijo, ‘es que salimos en pareja, entonces, cómo lo hacemos porque tenemos que caminar juntos...’, me encantó”, recuerda.
Disfruto de mis 53 años, de mis hijos y, sobre todo, del tiempo, ese recurso tan valioso”
Valeria Mazza
Al echar la vista atrás, debutó en el desfile de Versace con tan solo 19 años, Mazza reconoce que el mundo de la moda ha cambiado en su forma de comunicarse. “El casting es el mismo pero ahora la manera de llegar a él es distinta porque lo haces a través de las redes sociales”, cuenta y reconoce que la época de las topmodels fue “un período donde la moda estaba de moda y las modelos empezaron ocupar espacios más allá de la pasarela, como el cine o la televisión. Hoy está más diversificado”.
Aunque se ha alejado de las pasarelas, Valeria Mazza nunca se ha desligado de la moda. Hoy dispone de varias firmas, entre ellas una dedicada al diseño de gafas de sol y otra a accesorios y calzado, e incluso saca tiempo para impartir clases sobre la industria.
Valeria Mazza desfilando para Versace
Lo único que no ha cambiado con los años es su percepción de la belleza y la importancia de exprimir cada etapa: “Lo bello es bello y eso no cambia, pero con el tiempo uno le da menos importancia a la belleza física. Si hablamos de la belleza de las personas, lo esencial es tener contenido: alguien que no se cultiva y no tiene otros intereses resulta aburrida y pasa desapercibida. Si hablamos de belleza física, creo que luchar contra la naturaleza es una guerra perdida. Prefiero envejecer con dignidad, hacer lo posible por verme bien, pero sin querer volver atrás”, sentencia y añade: “disfruto de mis 53 años, me siento bien porque alcancé éxito profesional, formé la familia con la que siempre había soñado, disfruto de mis hijos y, sobre todo, del tiempo, ese recurso tan valioso que hoy dedico a lo que me hace feliz”. Mazza apunta algunas de esas cosas que le apasionan, como relajarse en casa, leer y cocinar torta valeria para toda la familia. “¿Y a mi no me dices? Después de 35 años, se olvidan de mí...”, se escucha de fondo. “Y me gusta mi marido, que lo tengo aquí al lado”, dice sin poder contener la risa.
