Judith Garcia, psicóloga: “La confianza que Melody desprende es el resultado de un trabajo de introspección y autocrecimiento personal”

Visión experta

Cuando el periplo eurovisivo de la cantante está a punto de llegar a su fin, una especialista en autoestima y gestión emocional analiza los rasgos que hacen de Melody una artista imparable ante semejante desafío

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Melody interpretando 'Esa Diva' en la primera semifinal de Eurovisión 2025.

Denis Balibouse / Reuters

Diva, valiente y poderosa. Tres palabras que Melodía Ruiz Gutiérrez, a la que el público general de nuestro país conoce desde hace muchos años simplemente como Melody, ha llevado por bandera durante los últimos meses. Y lo seguirá haciendo con más fuerza –que nunca– sobre el escenario del St. Jakobshalle de Basilea en la noche de este sábado 17 de mayo de 2025. La fecha elegida para la Gran Final del Festival de la Canción de Eurovisión de este año. Su oportunidad de oro para brillar ante toda Europa.

Lo hará con ese brillo tan suyo, que a tantos ha cautivado durante el tiempo que ha durado la promoción de su candidatura. De evento en evento, siempre risueña, dispuesta a entonar unas notas de Esa diva o cualquier otra canción que procediese y haciendo gala de un enorme sentido del humor y mucho orgullo sobre su propuesta. Y es que, ante todo, Melody está feliz por cumplir ese sueño eurovisivo que tanto ansiaba. Sin incidir en demasía en lo negativo que supone exponerse a algo así. Porque, afortunadamente, a la de Dos Hermanas no le faltan herramientas para lidiar con ello.

“Segura y auténtica”

La incombustible actitud de Melody, bajo la lupa de una experta

Para muestra, el análisis de la artista que nos ofrece Judith Garcia (@judithgarcia_psicologia en redes sociales), psicóloga especializada en gestión emocional y autoestima. “Melody se muestra confiada, segura y auténtica”, expresa la terapeuta en conversación con La Vanguardia. La antesala de poner en valor que, si hay “un rasgo que la distingue mucho”, eso es “la determinación que refleja a la hora de reinventarse como artista y como mujer”.

A fin de cuentas, es importante remarcar que la carrera de la representante española en Eurovisión este año no ha sido convencional, pues comenzó en la industria cuando era solo una niña y entonaba el mítico El baile del gorila. Y aunque ya por entonces “fue capaz de transmitir un buen rollo y una energía que muy pocas personas son capaces”, Judith destaca el hecho de que “lidiar con este éxito a una edad tan temprana, cuando no tienes consolidada tu identidad” no es nada fácil.

Melody de pequeña durante una actuación en directo.

Melody de pequeña durante una actuación en directo.

RTVE

Comenzar tan joven “dificulta mucho más el poderte encontrar y formar una seguridad y un sentido en lo que haces que provenga solo de ti”, prosigue explicándonos la especialista, de modo que en casos como el suyo se convierte en primordial que haya un proceso de autoconocimiento para evitar problemas. Y Melody no es la excepción, dado que “toda esta confianza y seguridad que desprende es el resultado de un trabajo de introspección y de auto crecimiento personal que ha tenido que hacer con los años a través del contexto que ha tenido que afrontar”.

Encontrar el equilibrio

La importancia de permitirse ser crítica, pero sin ponerse en duda

“Es importante que este proceso vaya acompañado de una aceptación que le permita dar espacio al autocrítica para seguir aprendiendo de ello”, matiza Garcia, ya que solo así logrará “dar sentido a su carrera profesional sin que esto implique dudar de su valor como persona o como artista”. La cuestión es que no parece que la ganadora del Benidorm Fest 2025 tenga problema alguno con ser objeto de opiniones ajenas, y así lo ha venido demostrando durante los meses de promoción de su candidatura, en los que no ha dejado “de estar alineada con sus valores personales”.

Esa alineación de su parte más visceral con el oficio es, desde el prisma de la mente, “lo que le da tanta fortaleza a la hora de mostrarse y de transmitir en el escenario porque no deja de estar fusionada con su parte personal”. Algo que, de acuerdo con las declaraciones de nuestra psicóloga “tiene un valor increíble, tanto en su faceta como artista para poder transmitir y conectar con el público a través de la actuación, como también a nivel personal para poder afrontar un reto de las dimensiones que supone representar a España en Eurovisión”.

Melody ha interpretado 'Esa diva' durante la primera semifinal de Eurovisión.

Melody en el escenario del St. Jakobshalle de Basilea.

EFE

“Todos somos personas”

Está preparada para afrontar cualquier resultado

Tan sencillo como que “encontrarle el sentido a lo que hace y poder construir la seguridad desde dentro hace que sea menos vulnerable a las expectativas, juicios, opiniones externas”. Una cualidad reseñable cuando la envergadura del certamen es tal, puesto que le está permitiendo “poderlo afrontar de una manera mucho más estable, positiva y tranquila”. Sea mejor o peor el resultado final en la tabla de clasificación cuando finalice la emisión del sábado.

Porque tanto trabajo da sus frutos, y en este caso estos son las “herramientas para poder hacerle frente y lidiar con la frustración que generaría no obtener el resultado que espera”. “No debemos olvidar que todos somos personas y que, por mucho trabajo de autoestima que haya detrás, no cumplir con las expectativas implica conectar con miedos e inseguridades”, aclara Judith. Ahora bien, alguien que como Melody “tiene este trabajo ya hecho de encontrarse a una misma” torna maleable la percepción del fracaso. La tan importante asimilación de que fracasar puede significar estar “ganando en otros sentidos” cuando el reto es tan grande.

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