Mentiras por teléfono
La belleza del mundo
No siempre los teléfonos son buenos ni deseables. Hay mucha gente que se divorcia por teléfono. Hay amistades de toda la vida que se rompen por teléfono. Y sobre todo, muchas muertes de seres queridos se comunican por teléfono. El teléfono y la fotografía son tal vez los inventos más diabólicos de la historia. En las películas vemos gente descolgando teléfonos y manteniendo conversaciones con monosílabos, conversaciones que anuncian la muerte de alguien. Los teléfonos son palabras, duras palabras, sin la presencia del cuerpo y la persona, son la cobardía más grande del mundo. Los teléfonos incitaron a la cobardía universal. En la Primera y la Segunda Guerra Mundial los generales arrasaban ciudades con llamadas telefónicas. A Federico García Lorca, antes que una bala, lo mató una llamada telefónica al general Queipo de Llano. Usamos el teléfono como una ametralladora.
Persona con un teléfono móvil
Miro mi teléfono móvil en mi mano y me entran ganas de tirarlo por la ventana. No quitan soledad, eso es mentira. La gente cree que sin un teléfono móvil te morirías de pena. Yo nací en 1962 y en la casa de mis padres fui testigo de la evolución de un montón de modelos de teléfono. Vi el de rueda, que me gustaba mucho. Con mi primera novia me pasaba horas y horas hablando por teléfono. Y nos decíamos: “Cuelga tu primero; no, cuelga tú.” Eso era amor. Amor telefónico. Entonces yo tenía diecisiete años y creía que el teléfono era maravilloso porque servía para hablar horas enteras con mi novia. Nos despedíamos con un beso en la boca a las nueve de la noche y a las diez ya estábamos colgados del teléfono.
Pero todo cambio tres décadas después, cuando me dijeron: “Ven, tu padre se muere”. Y cuatro décadas después me dijeron por teléfono: “Tu madre ha muerto”. Y me siguen pasando cosas terroríficas por teléfono que no voy a contar aquí. Hay un uso cruel del teléfono. Te llamaré para darte la peor noticia del mundo porque no tengo coraje de decírtela mirándote a los ojos. Te despido de tu trabajo por teléfono. Internet no es más que un teléfono hegemónico, líquido, omnipotente. Si Jesucristo volviera lo haría en forma de un teléfono. Si Dios se visibiliza alguna vez tendrá la forma de un smartphone. Un teléfono es la cobardía, la lejanía, la inhumanidad.
Un teléfono es la cobardía, la lejanía, la inhumanidad”
En la obra de Franz Kafka el teléfono es un instrumento de una crueldad kafkiana. Ya sabía Kafka que el objeto más kafkiano que existe es un teléfono. Las conversaciones telefónicas de los pasajeros en el AVE, a voz en grito, son la cosa más deprimente del mundo. Incluso cuando te dicen te quiero por teléfono te están mintiendo porque te lo dicen por teléfono. Todo lo que se dice por teléfono es mentira. Tira tu teléfono a la basura y cómprate un libro.