El restaurante de las afueras de Barcelona que le encanta a Marc Giró: “Está igual desde los años setenta, tanto la decoración como la carta; un lugar increíble que las nuevas generaciones están reivindicando”
Gastrofan
El comunicador y presentador de la noche de los martes en La 1 encuentra su refugio culinario en Argentona, en un restaurante con pasado estrellado y presente nostálgico que ahora vuelve a brillar gracias al boca-oreja
Marc Giró, en una imagen de archivo.
La nueva temporada televisiva ha aterrizado cargada de nuevos formatos, pero sin hacer ascos a esos espacios que ya funcionaron el año pasado. Uno de ellos es el LateXou de Marc Giró, que pasó de La 2 Catalunya a La 1 en el último curso y parece haber llegado para quedarse.
De verbo afilado, fondo ilustrado y una elegancia que mezcla lo editorial con lo popular, Giró ha hecho con su programa de la conversación en televisión un espacio donde el humor y la cultura se dan la mano. A caballo entre el entretenimiento y la entrevista, su late va ganando adeptos. Y con ese mismo gusto por lo auténtico, el periodista compartió con El País Gastro en noviembre de 2024 una de sus debilidades: El Racó d’En Binu, en Argentona, un restaurante que pareciera detenido en el tiempo.
“Está igual desde los años setenta”
Un restaurante con historia que vuelve al mapa gastronómico de la mano de un fan célebre
“Si tengo pasta me voy a Argentona, al restaurante El Racó d’En Binu”, afirmaba sin rodeos Giró en la mencionada entrevista. El local, ubicado en Avinguda Puig i Cadafalch 14, fue en su día una fonda reconvertida por Francesc Fortí en uno de los grandes templos de la cocina francesa en Cataluña, con dos estrellas Michelin que ya no conserva, pero cuyo prestigio permanece.
“Está igual desde los años setenta, tanto la decoración como la carta”, explicaba también el presentador. El comedor, de luz tenue y manteles gruesos, conserva ese aire de domingo perpetuo que tan bien entienden quienes valoran el clasicismo por encima de las modas. Hoy, ese anacronismo es su reclamo, especialmente entre las generaciones más jóvenes, que redescubren el valor de lo que no ha cambiado.
El menú degustación disponible en su web oficial consultada a fecha de 2025 es un retrato de época: foie-gras de la casa, flan de escalivada, erizos de mar, lubina a la papillote y el famoso filete de ternera Francesc. Todo acompañado por suflé de naranja confitada y pastel de fruta, por 99 euros. También se puede comer a la carta.
Clásicos de confianza
Los otros restaurantes que conquistan al comunicador, entre librerías y merenderos
Cabe destacar que Giró no necesita cruzar medio mundo para descubrir sabores. De hecho, prefiere quedarse cerca. La mayoría de sus referencias gastronómicas están en el Eixample barcelonés, donde reside. Allí desayuna en DelaCreme, “mucho antes de que fuera Dua Lipa”, tal como señaló al medio antes citado, así como toma el aperitivo en La Principal, un bar que describe como “destartalado, con una esquina preciosa y un baño como del oeste”.
Entre sus favoritos está también Topik, donde valora la mezcla de cocina japonesa y mediterránea, y la posibilidad de entrar con su perro. Más allá del área metropolitana, menciona con cariño Cal Garretà, en Avià, donde sirven “patata enmascarada con coliflor en vinagre”, y el Hostal Colomí, en Santa Coloma de Queralt, que destaca por su cocina catalana tradicional y el trato familiar.
La mención más curiosa se la lleva la Librería + Bernat, donde no solo compra libros, sino que también come. Allí cocina Carlos Armengol, autor de Collado: La maldición de una casa de comidas, y prepara platos del día y bocadillos. Como buen comunicador, Es evidente que Giró sabe que un sitio vale tanto por lo que sirve como por la historia que lo envuelve. Y en eso, sus elecciones gastronómicas hablan por él.