El piano lo tocó a él. Era viejo y algo desafinado. Le hizo sonar con peso. Con ese eco de alma vieja. Y allí, en el blanco ofrecido, Teo Planell, enfundado en sus veintiún años, tocó con color. No fue la primera vez, claro. No le subestimen por su edad. Tiene gesto de creador pleno, bajo el imperio del azul de sus ojos de poeta curvo.
El actor, cantautor y compositor nacido en Madrid, ha gestado un todo particular repleto de briznas de talento: sus incursiones en la composición colectiva junto a Guitarricadelafuente o Amaia, su propia casa de talento (El Royal) junto al productor y cantautor Roy Borland, hasta su presencia en el escenario o la gran pantalla, véase en la obra de teatro La otra bestia junto a Ana Rujas, o en la próxima película de Paco Plaza.
Enfundado en sus 21 años y en un traje de Santa Eulalia x Carrer en el blanco ofrecido por Mercantic junto a los muebles de Ruim. Dirección de arte: Sofia Musolas
Y es cierto que lo que siempre le nutrió fue la luz a 24 fotogramas por segundo pero ahora le da pulso a su discurso con la música. Lanzar mensajes en botellas en un lenguaje propio con la esperanza de que alguien lo entienda, algún día. En ese acto de fe, en el salto al vacío, Teo Planell ha contado su viaje hacia la madurez con la cosmogonía de Demian de Herman Hesse, El Sur de Víctor Erice, los Beatles y los Beach Boys, en su reciente disco Demian.
En la duermevela nos descubre lúcidos con un traje de Santa Eulalia x Carrer en Mercantic con muebles de Ruim. Dirección de arte: Sofia Musolas
El corazón dolerá. Caeremos del cielo como un pájaro en llamas. Y al despertar daremos las gracias hasta poder pedir perdón y ascender en un espiral. Y mientras giremos sabiendo que el amor también termina sus versos ofrecerán un futuro brillante, en un instante que no regresará. Su música sí. Oigan nuestros latidos en duermevela señalados en su música. Nuestra generación viajando en el tiempo con su nombre escrito dentro.
Puedo empezar por preguntarle, ¿quién es Teo Planell?
Es un muchacho de 21 años que hace música. Y ya, lo dejaría ahí.
¿Y por qué música?
Hago música porque me gusta hacer música, me gusta escuchar música. De alguna forma tuve un poco este impulso de pequeño y en algún punto supongo que me di dar cuenta de que podía hacer algo con ello o que al menos tenía como la inquietud de sacarlo afuera.
¿Recuerda el momento en qué lo descubrió?
Desde muy pequeño fui aprendiendo el lenguaje de la música en mis extraescolares. Con 16 años, había escrito algunas canciones en inglés, muy influenciadas por ciertos artistas, y dije: si hay artistas que han sacado música con 16 años, yo podría hacer lo mismo.
Su música alberga la intimidad de un armario antiguo con historia. Traje de Santa Eulalia x Carrer en Mercantic.Dirección de arte: Sofia Musolas
Además de músico ha sido actor. Digamos que el cine ha sido muy vehicular en su vida teniendo por madre y padre profesionales del sector, ¿mezcla lenguajes artísticos?
Creo que siempre está todo en su departamento pertinente. Pero a la vez creo que es imposible quitar una parte de mí, sea lo que sea que esté haciendo. Que me guste mucho el cine es algo que se ve muy relacionado con mi música. Siento que todo se mezcla inevitablemente y se puede rastrear en el producto final.
En su último disco se puede rastrear algo muy personal ¿o es acaso ficcional?
Pues es una mezcla curiosa. De primeras, es un disco que tiene su motor en un libro, Demian de Hermann Hesse. Es un libro que habla de crecer, de hacerse mayor y la dureza que conlleva junto al paisaje rico en sabiduría y aprendizajes que también conlleva. No sé si crecer es bueno o malo, pero desde luego es inevitable. Al crear algo artístico, está objetivamente, científicamente, hecho por ti, por lo que ahí va a ser imposible que no responda a unas leyes del mundo real. Es verdad que en este disco sí que hay mucho de mí activamente, es el proceso de crecer, que en mi caso me llega a través de una ruptura amorosa.
No hay signos de predecible en sus gestos. Traje de Santa Eulalia en Mercantic con sillas Cesca de Ruim. Dirección de arte: Sofia Musolas
¿Le han roto el corazón?
No lo diría con esas palabras. Creo que uno se rompe el corazón constantemente, se lo recompone y en eso se basa la maldición de la condición humana o el regalo, como lo quieras ver. Pero sí, digamos que me he enamorado.
¿De la música también?
La música es el amor más sano que uno puede tener. La pasión de uno externa al amor romántico puede ser el amor más duradero y que menos daño nos hace. Hay algo tan bonito en volcarnos en el arte, te va a acompañar siempre. El ser humano está diseñado para quedarse solo siempre, nace solo y va a morir solo por fatídico que suene, y por el camino, cosas como la música y el arte, de repente, te hacen sentir mucho menos solo.
Tiene un gesto antiguo, como si no perteneciera a esta época. Traje de Santa Eulalia x Carrer en la tienda de Hi Fi antic en Mercantic. Dirección de arte: Sofia Musolas
¿Considera que para crear hay que romperse?
Hacer música es, para mí, lanzar un mensaje que no sabes por quién va a ser recogido, pero si lo haces fiel a quien tú eres, sabrás que quien lo sepa recoger va a ser alguien que se sentirá interpelado.
Un mensaje en una botella...
Claro, un mensaje en una botella y con un lenguaje muy concreto, como si tuviésemos la capacidad de a la hora de lanzar ese mensaje escribirlo en un lenguaje que solamente eras capaz de entender tú. Quien recoja ese mensaje puede que no lo entienda, pero sin duda puede que le llegue a alguien que sepa leer ese idioma. Ahí está el punto de hacer arte: sentirte menos solo sabiendo que quien lo tenga que entender lo entenderá y hacer sentir menos solo a esa persona, sabiendo que aunque no me lo pueda comunicar, se siente arropado por alguien de 60 años atrás.
Teo Planell en primer plano con traje de Santa Eulalia x Carrer en Mercantic. Dirección de arte: Sofia Musolas
También se trata de un salto de fe...
La fe es un concepto muy curioso. Las religiones pueden a veces estar más sometidas a un dogma que al concepto mismo de la espiritualidad abierta, horizontal, compleja, amplia. Esa espiritualidad para mí es muy causal, habla de como todo está en todo, de una causa y un efecto que retroalimenta la armonía de la rima de la vida. Y en ese sentido creo en la causalidad como Dios.
Lo que pasa es que aquí es interesante porque la fe entra como algo aún más extremo. La fe habla de que, pese a la causalidad, vas a creer. Pese a que la causalidad te diga que el lápiz cae al suelo, tú vas a creer que es posible que se quede flotando en el aire o que caiga hacia el techo. Y eso me parece un nivel muy avanzado de creer, ¿no? De creer con C mayúscula.
Nada es aparente en fijación permanente con Teo Planell. Traje de Santa Eulalia x Carrer en Mercantic con lámpara Flamingo de Ruim. Dirección de arte: Sofia Musolas
¿Se considera una rima de esa causa?, ¿qué clase de rima?
Sí, por supuesto, igual que te considero a ti otra rima. Entiendo que todos somos el mundo, que todos somos Dios, que todo está unido. Es mucho menos raro o espiritual de lo que parece. Estoy hablando de algo bastante pragmático. Realmente veo esto porque existo. Si cierro los ojos, quien me dice que todo siga ahí.
De algún modo huye de entender el origen de la fe en una figura única y paternalista...
Justamente. Así que creo en el todo.
¿Sueña mucho?
Intento que mis aspiraciones estén más en el presente, más en el día a día. No diría que tengo un objetivo lejano que recorrer. Prefiero simplemente estar aquí y caminar.
Con mucho vuelo y un salto al vacío, así suena Teo Planell. Traje de Santa Eulalia x Carrer en Mercantic con mobiliario de Ruim. Dirección de arte: Sofia Musolas
Y en el camino, ¿en qué encuentra belleza?
He tenido mis problemas con perseguir la belleza a través del arte. Ha habido un punto en el que de repente me he dado cuenta de que la función del arte no tiene por qué ser buscar esa belleza, sino ser un mensaje, un tipo de expresión. Y si la belleza cae por el camino, quizás es lo que ha de pasar. Aunque encuentro belleza en todo, quizás le pongo cada vez menos el foco.
Así que la caída de la belleza también es belleza, ¿no?
Absolutamente.
¿Cree en la justicia?
La justicia...(ríe) Soy muy joven para responder a esa pregunta.
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Notas sobre Planell
A Teo le gusta el olor a otoño, a octubre por la mañana de camino al colegio. También le gusta mucho el disco Bright Future de la cantautora Adrianne Lenker. Dice no tener mucha idea de la industria de la moda y le gusta entender su último proyecto como una despedida y una apertura a un nuevo mundo. Entre las hojas crujientes se despide con la sonrisa de aquel que cree en el reencuentro.
Agradecimientos
Agradecimientos a la directora de arte Sofia Musolas y a nuestro hombre cámara imbatible Norman García.
También a Mercantic por darnos el blanco, a Santa Eulalia y Carrer por sus tejidos tan nobles y a Ruim por sus muebles. Gracias al lector por su tiempo y visión. Abrazos de canela para todos.