El pueblo de Girona de 800 habitantes donde Aldo Comas ('Hasta el fin del mundo') se dio el 'sí, quiero' con la actriz Macarena Gómez

Boda y origen

La participación del artista en 'Hasta el fin del mundo' impulsa el interés por su faceta personal y recupera la historia del pequeño enclave ampurdanés donde contrajo matrimonio

Con su esposa, la actriz Macarena Gómez.

Aldo Comas y Macarena Gómez.

Juan Carlos Flórez - Imam Comunicación

La nueva entrega de Hasta el fin del mundo, que se emite esta noche, vuelve a colocar a uno de sus concursantes en el centro de la conversación pública. Aldo Comas, que comparte aventura televisiva con José Lamuño, ha protagonizado en las últimas semanas varios momentos comentados que han incrementado la curiosidad sobre su trayectoria. Especialmente, sobre los capítulos más significativos de su vida más allá de los focos. Entre ellos, su boda con la actriz Macarena Gómez, con quien forma pareja desde hace más de una década.

El enlace, celebrado en 2013, tuvo una puesta en escena que reflejaba la personalidad del creador. Llegada en paracaídas, un aterrizaje coordinado y un convite al aire libre en plena Costa Brava. Además, la ceremonia religiosa tuvo lugar en un punto muy concreto del mapa catalán, un municipio de poco más de 800 habitantes, a unos 30 minutos por carretera de la localidad gerundense de Capmany, donde la pareja reside. Enclave que, inevitablemente, sitúa en coordenadas reales otro capítulo clave de su biografía antes de recorrer Sudamérica para deleite de la audiencia.

Enclave con historia

Un municipio marcado por su monasterio medieval

Sant Miquel de Fluvià, donde se dieron el 'sí, quiero' en pleno Alt Empordà, es un término de 3,62 km² atravesado por la influencia del río que le da nombre. El Fluvià discurre a apenas dos kilómetros del núcleo, en una llanura aluvial que se abre paso entre colinas suaves y terrenos modelados durante siglos por la actividad agrícola. En el plano territorial, el municipio limita con Torroella de Fluvià, Ventalló, Sant Mori y Palau de Santa Eulàlia, y se sitúa a 28 metros de altitud, según los datos oficiales que ofrece su Ayuntamiento.

Sant Miquel de Fluvià.

Sant Miquel de Fluvià, el municipio donde Aldo y Macarena se casaron..

Wikimedia Commons

En lo que respecta al origen propiamente dicho de la localidad, este está ligado al antiguo monasterio benedictino de Sant Miquel, del siglo XI, declarado Monumento Histórico Artístico en 1931. La actual iglesia parroquial, reformada en el siglo XIV, conserva elementos románicos y un campanario posterior que se ha convertido en uno de los puntos más reconocibles del paisaje local. El consistorio recuerda en su página web que el cenobio se fundó en terrenos vinculados al monasterio de Cuixà y que ya existía un pequeño poblado alrededor de una “esglesiola” en el año 1011.

A lo anterior cabe añadirle que el trazado urbano mantiene la estructura compacta de los municipios medievales, con calles estrechas que desembocan en la plaza principal y con un entorno que combina viviendas tradicionales, huertos familiares y pequeñas explotaciones agrícolas. Es en este escenario donde se sitúa la iglesia en la que la pareja contrajo matrimonio el 29 de junio de 2013. A pocos kilómetros, en Sant Pere Pescador, tuvo lugar el convite ante invitados como Álex de la Iglesia, Eduardo Casanova, Antonia San Juan o Antonio Pagudo.

Macarena Gómez y Aldo Comas el día de su boda, en 2013.

Macarena Gómez y Aldo Comas el día de su boda, en 2013.

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El interés renovado

El pueblo regresa a la actualidad por la emisión del concurso

La realidad es que la participación de Comas en el programa de aventuras de La 1 ha reavivado la atención sobre episodios de su vida personal que habían quedado en un segundo plano. El caso es que su perfil público, marcado por proyectos en la música, el arte y el cine, contrasta con la tranquilidad del municipio donde formalizó su matrimonio. Una dualidad que genera otro foco de interés entre esos espectadores que buscan comprender mejor la faceta más cotidiana del concursante, vinculada a un entorno rural que él mismo ha reivindicado en distintas ocasiones.

Y es que ese municipio, que mantiene una población estable cercana a los 839 habitantes, conserva huellas visibles de su origen monástico y una vida vecinal articulada en torno a la iglesia, la plaza y el pequeño eje comercial del centro histórico. Su escala humana, la proximidad del río y la mezcla de llano y colina que describe el Ayuntamiento explican por qué el lugar elegido para la boda sigue despertando interés. Forma parte de la geografía personal de uno de los protagonistas del formato presentado por Paula Vázquez, a la par que define un capítulo que ayuda a entender su trayectoria en el plano más privado.

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