Bea Archidona (41 años), acerca de sus intenciones: “Prefiero vivir sin grandes objetivos anuales y empezar cada día con metas pequeñas”

Convicciones propias

The host of '¡De viernes!' Continues to be in a strong professional phase, after sharing reflections on social media about her life pace and the progress of the family project she's been working on for the past year.

Bea Archidona, en una imagen de redes sociales.

Bea Archidona, en una imagen de redes sociales.

Instagram

Durante un largo período, ha sido una figura clave en programas de gran éxito en Telecinco, pero con ¡De viernes! Se ha establecido firmemente como una de las personalidades destacadas de la emisora. Justo antes de una nueva transmisión del programa, la comunicadora se prepara para otro final de semana liderando el horario de máxima audiencia junto a Santi Acosta. Esta posición evidencia la etapa de plenitud que atraviesa después de diez años de conexión con la cadena, desde sus inicios en El programa de Ana Rosa hasta su transición a la programación nocturna. Paralelamente, ha compartido sutiles detalles de su esfera privada, siempre con cautela, pero lo bastante para comprender su situación actual.

Esa armonía entre su vida pública y su esfera íntima es lo que la distingue. La que fue coanfitriona de Tardear fusiona segmentos en vivo, reportajes y guiones con una rutina diaria que evita hazañas monumentales. Esto quedó patente en su cuenta de Instagram el pasado septiembre, cuando publicó un pensamiento sobre las metas para el nuevo ciclo académico. En ese post, redactado antes de comenzar el último trimestre del año, abordó la fatiga generada por las metas incumplidas y la importancia de avanzar sin cargas. Una perspectiva concisa pero esclarecedora que resonó entre quienes la siguen.

“No eres más feliz”

Un factor fundamental que define su rutina diaria

En esa comunicación del 1 de septiembre, la presentadora indicaba que había optado por abandonar la costumbre de hacer propósitos cada vez que el año se renovaba. “Sobre los propósitos de septiembre. Ay no… yo ya no entro en ese juego”, iniciaba. Luego, explicaba que “llenarse de propósitos a lo largo del año solo me ha llevado a la frustración”, dado que no siempre se materializan, ya sea por circunstancias ajenas o por lo que, según sus palabras, “nace de uno mismo”. Dicha consideración llevaba a una lista simple de objetivos que con frecuencia se dejan incompletos: “no haces la dieta que planeaste, no llega el ascenso, no haces más deporte, no ves más a los amigos, no eres más feliz”.

Con un estilo más personal, expresaba que prefería centrarse en lo fundamental sin presiones. “Yo ya prefiero cuidarme todo el año, quedar cuando puedo con la gente que quiero, sin exigencias, sin listas interminminables”, indicaba. Adjuntaba al escrito unas fotografías donde se sostenía en una barandilla, una representación simbólica de un concepto que enfatizó con frases: “Me apoyo en mí, como en estas fotos: me sostengo a mí misma”. El post concluía con una invitación abierta a la nueva etapa: “Prefiero vivir sin grandes objetivos anuales y, en cambio, empezar cada día con metas pequeñas, del día, que nazcan con el sol y se marchen con la luna”.

Esa perspectiva ha definido sus recientes meses, alineándose con un calendario laboral exigente y un empeño personal que progresa simultáneamente. La consistencia lograda en la programación de Mediaset coexiste con una rutina hogareña que se gestiona diariamente, tal como ella misma enfatiza. Y entre esos objetivos modestos se halla una labor que ha involucrado a su familia por más de doce meses: la edificación de su nuevo hogar, un desafío que describió como “el proyecto de nuestras vidas”.

“Construyendo un nuevo hogar”

La compañía de gestión familiar que progresa después de doce meses de trabajo.

A partir de finales de 2024, la presentadora colabora con su esposo, Carlo Danza, y sus dos descendientes en la remodelación del piso superior que tienen previsto habitar. Fue igualmente en Instagram que compartió las imágenes iniciales: estructuras expuestas, muros sin acabado y un área sin terminar que comenzaba a definirse. En esa secuencia de fotos subida el 15 de septiembre del año anterior, se podía leer: “El proyecto de nuestras vidas. Construyendo un nuevo hogar con mis jefes de obra”, refiriéndose a los infantes, quienes se veían explorando el lugar.

A medida que transcurrían los meses, ha ido revelando indicios sobre la distribución y el estilo visual seleccionados. En una de las imágenes publicadas, se apreciaba un panel de inspiración con fotos de dormitorios para niños, paletas de colores suaves, un vestidor espacioso y sugerencias para el área exterior. Una dedicación continua y hogareña que coexiste con la demanda de la transmisión en vivo semanal. La etapa de vida que ha fusionado la concentración profesional, la serenidad cotidiana y una iniciativa familiar que continúa añadiendo entregas mientras la residencia se aproximaba a su configuración final. Progresivamente.

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