El frío y las primeras nieves son señal inequívoca de la proximidad del invierno, una estación en la que la tradición se erige como la protagonista. Desde hace semanas, las calles engalanadas con luces de colores anuncian la llegada de la Navidad. Los mercadillos del Viejo Continente parecen despertar de su letargo, trayendo consigo magia, ilusión y buenos deseos.
Son reales, pero algunos parecen sacados de un cuento. Casetas de madera, adornos por doquier, música, colores y el olor de las especias y el vino caliente se entremezclan en una sinfonía deliciosa. Elegir los mejores no es tarea fácil, sin embargo, compartimos aquí con el lector la belleza de algunos de los mercados navideños con más encanto; aquellos que, desde nuestro punto de vista, merecen desafiar las bajas temperaturas y viajar para descubrirlos y saborearlos.
Te invitamos a conocerlos a través de las imágenes. ¿Con cuál te quedas?