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Las ruinas de Butrinto, la joya arqueológica de la Riviera albanesa

Viaje al pasado

Patrimonio de la humanidad, el yacimiento se alza en medio de una península peculiar, protegida como parque nacional y con un ecosistema en el que se mezcla el mar Jónico con el lago de Butrinto

El parque arqueológico de Butrinto es una de las joyas históricas de Albania

Getty Images/iStockphoto

El parque arqueológico de Butrinto es una de las joyas históricas de Albania, y testimonio de los tiempos en que toda la región formaba parte de la influencia cultural y política de la antigua Grecia. Hoy día está catalogado como patrimonio mundial de la Unesco y es una de las sorpresas de la zona llamada Riviera albanesa.

El yacimiento arqueológico se alza en medio de una península peculiar, protegida como parque nacional y  con un ecosistema en el que se mezcla el mar Jónico con el lago de Butrinto conectados ambos por el canal de Vivari. Las barquitas, que navegan por esas aguas calmadas recogiendo mejillones, son el fondo visual perfecto para disfrutar de las ruinas.

Butrinto fue fundada por una colonia de griegos de Corfú

A diferencia de otros monumentos históricos, este fue descubierto relativamente hace pocos años, y el entorno  natural permitió que algunas partes se conservaran muy bien. El visitante puede disfrutar de los restos arqueológicos que aparecen de repente entre la frondosa vegetación, factor que también se agradece si se visita en los meses calurosos del verano.

Compendio de historia

Butrinto fue fundada por una colonia de griegos de Corfú, isla griega a escasos kilómetros de la ciudad de Saranda. Fue famosa en la antigüedad por construire un templo a Esculapio, dios de la medicina, que atraía a fieles de todos los Balcanes en busca de una curación milagrosa. En el siglo IV a.C. la ciudad ya contaba con una acrópolis rodeada de una muralla, y un puerto muy activo para controlar el tráfico entre la península y la isla de Corfú. En el siglo II a.C. fue ocupada por los romanos y prosperó hasta la época bizantina, posteriormente pasaría a manos de venecianas y otomanas. Se considera, por tanto, un extracto de la extensa historia de sus diferentes etapas. En 1927 un grupo de arqueólogos italianos inició las excavaciones, que hoy en día son  patrimonio de la humanidad.

El templo a Esculapio, dios de la medicina, que atraía a fieles de todos los Balcanes

Zdeněk Matyáš

El conjunto de Butrino fue un importante puerto y centro comercial en el mar Jónico. La ciudad es citada ya en el poema épico La Eneida como el lugar que visita Eneas en su camino hacia Italia. En la época de dominio griego, el centro neurálgico de la ciudad fue el templo a Esculapio, que se desarrolló todavía más bajo el dominio romano, ampliando construcciones de la esfera pública, como el foro, el teatro romano, los baños termales, villas y también un acueducto y un puente que conecta ambos lados del canal de Vivari.

Posteriormente, bajo la influencia de la arquitectura paleocristiana, los escenarios públicos siguieron creciendon con un baptisterio, la basílica y hasta ocho iglesias en toda la península. En 1807, Ali Pacha, militar y gobernante otomano, construyó allí su fortaleza, para protegerse de los ataques franceses que llegaban desde Corfú.

Teatro del parque nacional de Butrinto, Albania

Zdeněk Matyáš

Teatro y templo

Al entrar en el recinto, una de las primeras cosas que puede ver el visitante es una de las joyas del yacimiento: el teatro. Construido por los griegos en el siglo III a.C., fue remodelado por los romanos para acoger hasta a 2.500 espectadores. Al lado del teatro se alzan los restos del santuario del dios Esculapio, lugar de encuentro de los peregrinos desde el siglo IV a.C.

En uno de los asientos de piedra del teatro hay una inscripción que recuerda que gracias a las donaciones de los fieles  se pudo construir el santuario. En la misma zona se alzan las termas romanas, y el ágora, el epicentro civil y comercial de la ciudad.

Mosaicos del baptisterio

La otra gran joya del yacimiento es el baptisterio, del siglo VI, aunque el visitante, si quiere admirarlo en todo su esplendor, tiene que conformarse con las fotografías  que se muestran en el museo de Butrinto, situado en el antiguo castillo Veneciano, en lo alto de la colina. El suelo del baptisterio está decorado con un conjunto de mosaicos únicos en su género. Pájaros, peces, animales reales y mitológicos, y motivos vegetales que decoraban profusamente el lugar.

La Gran Basílica bizantina de principios del siglo VI se encuentra en el parque arqueológico de Butrinto

Jo Charlton jo@blazznet.com

La importancia del mosaico, pero también su carácter singular y frágil, hace que esté permanentemente protegido, cubierto con una capa de arena. Solo se destapa cada pocos años, básicamente para que los especialistas lo estudien y constaten su estado de conservación. Los visitantes pueden admirar la riqueza del mosaico en las fotos y recreaciones que hay en el museo, e imaginarse cómo debía verse, en realidad, dando color y perspectiva al conjunto circular de columnas que se alzan entre los pinos.

Muralla junto a la laguna

Los arcos de la gran basílica paleocristiana, al lado de la fuente dedicada a las ninfas, son uno de los rincones más fotografiados del recinto por el precioso juego de perspectivas que ofrecen. Los restos, muy bien conservados, de la muralla que rodeaba todo el recinto, es otro de los puntos más visitados.

Diversas puertas en la muralla daban acceso a los que llegaban por barco cruzando el canal, como la puerta del León, con un bajorrelieve de un león matando a un toro, símbolo de la fuerza que derrota a un enemigo. Esta entrada es uno de los vestigios más antiguos de todo el yacimiento, la puerta del Lago, que permite recrear la atmósfera que experimentaban los que llegaban a la ciudad a pie. Ahora, todo el conjunto es un deleite para los fotógrafos  que pueden jugar con los contrastes entre las piedras milenarias y las aguas plácidas de la laguna.

Puerta de León, con un relieve que recuerda el poder de este animal

Getty Images

La torre veneciana, que se alza al principio del yacimiento y que data del siglo XV, conectaba con un acueducto con el castillo, un fuerte triangular donde se montaba guardia frente a la ciudad. Más allá, a la salida del canal de Vivari, se alza el castillo de Ali Pacha, una pequeña fortificación a la que se puede acceder en un paseo en barca desde el muelle situado enfrente de la entrada a la ciudad de Butrinto.

Naturaleza en la laguna

Si comparado con los grandes yacimientos arqueológicos de la vecina Grecia, Butrinto puede parecer más sencillo, aunque lo que lo hace muy especial es su ubicación en medio de un espeso bosque mediterráneo y rodeado de agua y vistas relajantes. Pasear por estas ruinas con tanta historia permite revivir testimonios del pasado, además de sentir la fuerza de la naturaleza: el área declarada parque nacional disfruta del estatus de zona húmeda de importancia internacional, y reúne una variada fauna y flora en estado de conservación especial.

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