Aragón es una tierra rica en cultura natural, urbana, culinaria y artística. Elementos como la jota, el arte mudéjar, el valle del Tena, los adoquines o el guirlache zaragozano y el Palacio de la Aljafería conforman un conjunto que se extiende a todos los rincones de sus tres provincias. La estación de esquí de Formigal es la más grande de España, y Canfranc convirtió su parada de tren en un símbolo para los más curiosos.
Una capacidad de llamar la atención que también se traslada a la ciudad de Jaca, en la provincia de Huesca. Allí reside uno de los edificios más singulares del país, así como un monumento estrella de la comunidad: la Ciudadela. También conocida bajo el nombre de Castillo de San Pedro, se trata de la única fortaleza militar en forma pentagonal de todo el mundo. De igual forma, es la mejor conservada de su categoría, siendo originaria del siglo XVI.

Ciudadela de Jaca
Un encargo del rey Felipe II, su objetivo era defender las fronteras pirenaicas durante los conflictos religiosos que permeaban en la Europa de la época. Si bien empezó a construirse en el año 1592, no sería completada hasta al cabo de sesenta años. Las obras se realizaron con la ayuda de los planos creados por Tiburcio Spanocci, y todavía se conserva en su totalidad en 2025, convirtiéndola en una fortaleza única en todo el planeta.
“Presenta una planta pentagonal con baluartes en forma de flecha en todos los ángulos, comunicados por un camino de ronda. Conserva todos los elementos que configuran el modelo de ciudadela: un conjunto defendido por muralla, glacis y foso, un área de residencia y edificios de servicios. La fortaleza se defiende mediante un glacis, un camino de ronda que une cinco plazas de armas, un foso, cinco baluartes artillados y varios muros de con aspilleras”, explica Patrimonio Cultural de Aragón.

Imagen de la Ciudadela de Jaca.
Historia en sus paredes
“Inicialmente tenía reservada una zona para la residencia de las tropas que se situaba en la parte central. Entre ellas destacaba la casa del Alcaide. Todos estos edificios se levantaron por separado y posteriormente se unieron, tal y como se conservan en la actualidad. Además existían otros edificios para contener municiones, víveres, material médico y una iglesia. Los polvorines datan del siglo XVII y se han conservado en su estado original”, añaden.
De igual forma, el edificio pentagonal cuenta con una iglesia del mismo siglo, también dedicada a la figura de San Pedro. Este posee una portada barroca y una pila bautismal románica, construida originalmente en el siglo XI. A día de hoy, la Ciudadela sigue usándose como monumento turístico y punto de encuentro para celebrar conferencias, además de organizar visitas guiadas teatralizadas.