Escribía el estadounidense Frank O’Hara en uno de sus poemas viajeros, que rara vez se sintió más libre que en la inmensidad del firmamento a bordo de un avión. Una gran paradoja teniendo en cuenta que, en aquella época, volar en avión era lo más parecido a una fantasía hecha realidad.
Sin embargo, el modus operandi tampoco ha cambiado tanto y encontrar nuevas formas de ocupar el tiempo durante un largo viaje en avión a través de las siguientes ideas se convierte en el mejor motivo para quedarte en calcetines y sumergirte en tu propio mundo.
Leer un libro en lo que dura un vuelo

Se puede leer perfectamente un libro completo durante un vuelo largo
Una de las muchas ventajas de viajar en avión y aprovechar todas las horas de trayecto es la posibilidad de retomar otras aficiones más allá de ver una película o serie como, sí, leer. Y lo mejor de todo es que existen muchos libros que puedes devorar de una sentada en el tiempo que dura un trayecto a Estados Unidos o Asia. Por ejemplo, puedes empezar por libros icónicos y cortos como Poeta en Nueva York, de Lorca -si viajas a la Gran Manzana-; poemarios de Tagore de camino a India; o El principito en cualquier rincón del mundo.
Realizar una sesión de meditación… o yoga
En plataformas como Spotify encontrarás diversas meditaciones guiadas que te ayudarán a flotar y relajarte a 10.000 metros de altura. Sin embargo, otra disciplina oriental que puedes llevar a cabo es el yoga, ideal para sentirte más flexible durante una fase tan sedentaria como es viajar a bordo de un avión durante muchas horas. Aplicaciones como Stretchit te permiten llevar a cabo diversas rutinas de yoga en posición sentada a través de posturas de torsión de cuello o la versión “aérea” de la vaca.

Una pasajera haciendo yoga en pleno vuelo
Mejorar tu plan de viaje
Existen muchas tareas a realizar antes de viajar, pero, aunque no lo creas, puedes dejar algunas para retomarlas durante ese vuelo largo. Por ejemplo, mejorar tu itinerario de viaje.
Aunque ya hayas reservado hoteles en esa ciudad, si llevas contigo una guía física o en PDF puedes aprovechar la travesía para profundizar en el destino, anotar ese café secreto, el restaurante donde encontrar el mejor dungeness crab de San Francisco; y pulir una ruta en la que siempre podemos incluir nuevas serendipias (mejor, a través de la versión offline de Google Maps).
Adelantar trabajo
Algunas aerolíneas cuentan con tarifas de internet inflight que te permiten conectarte a la red por un módico precio. Sin embargo, si buscas adelantar trabajo sin necesidad de acceder a la nube, siempre puedes utilizar la opción de “Trabajar sin conexión” en Google Docs y avanzar en ese escrito, redacción o mail de forma offline mientras vuelas hacia tu nuevo destino.

Se puede trabajar 'offline' en distintas aplicaciones hasta llegar a tierra
Mindfulness gastronómico
La comida de avión reúne a tantos amantes como detractores y, aunque posiblemente te parezca algo bizarro, siempre puedes dedicarte a hacer mindfulness tras la pregunta ¿Pasta o pollo? Saboreando cada alimento y disfrutando de la libertad que ofrece encontrarte a bordo en tu clase prémium disfrutando del rico menú de algunas aerolíneas.
Aprender un idioma
¿Se te ocurre una idea mejor que aprender algo del idioma del país que te dispones a visitar? Aplicaciones como la ya mítica Duolingo cuentan con “modo offline” para que puedas seguir descubriendo palabras o escuchar ejemplos conversacionales que puedas aplicar a la hora de relacionarte en ese nuevo destino o, al menos, pedir una cervecita en el idioma local.
Ponerte una saga

Ver una saga conocida es recomendable, ya que así no te quedas con ganas de saber el final cuando aterrices
Si tu mejor forma de afrontar un vuelo largo es ver películas, un buen truco es hacerte un binge watching de sagas como El señor de los anillos, Star Wars o Matrix para ir sobre seguro y evitar dos principales problemas relacionados con el visionado de películas a bordo: perder tiempo eligiendo una nueva, y evitar quedarte a mitad de visionado de esa interesante película cuando hayas llegado a tu destino. Porque no, puede que a la vuelta la programación de la aerolínea sea diferente.
Los infravalorados libros para pintar para adultos
Los libros de mandalas o dibujos para adultos son perfectos para un vuelo largo por varios motivos: además de reducir el estrés, estimulan ambos hemisferios del cerebro, fomentan la desintoxicación digital e incluso ayudan a mejorar el sueño. Una alternativa a la meditación que, incluso, te hará sentir que el viaje pasa más rápido.
Practicar con el tarot
Si el buscaminas o el solitario del monitor de tu asiento te saben a poco, siempre puedes llevarte contigo tu baraja del tarot y lanzar cartas tras formular una pregunta o deseo -ya sabes que los viajes son ocasiones perfectas para esos ansiados cambios energéticos-.
Escribe

Los viajes son ideales para encontrar la inspiración
Los viajes también son ideales para dar rienda suelta a nuestras emociones y creatividad a través de la escritura: desde escribir un texto para una postal que enviarías a un ser querido, hasta iniciar un diario de viaje narrando qué pretendes encontrar en ese destino, por qué viajas o cómo te encuentras. Un ejercicio terapéutico que se apoya en el movimiento y las nuevas experiencias que ofrece un viaje, digamos, a Miami o Santiago de Chile.