El agua se convierte en el gran protagonista del verano; el arma más universal con la que combatir el calor. Los destinos de sol y playa son, sin lugar a dudas, los más demandados durante esta época del año, especialmente en España, un país que cuenta con cerca de 8.000 kilómetros de litoral.
Sin embargo, existen numerosos rincones en los que disfrutar de unas vacaciones con el baño como protagonista lejos de la costa. Aguas calmadas, naturaleza abundante y tranquilidad son algunos de los ingredientes de las playas de interior; “mares” de agua dulce en los que zambullirse sin temor a las olas. Son pantanos y lagos que te sorprenderán. En la gran mayoría es posible, además, practicar actividades náuticas y vivir experiencias gastronómicas complementarias. Hay miles de ellos, pero, en esta ocasión, te recomendamos cinco.
Embalse de Alloz (Navarra)
Embalse de Alloz en Lerate, Navarra
Escondido en el centro de Navarra, entre dos valles -los de Yerri y Guesálaz- este “mar” interior no tiene nada que envidiar a los destinos del litoral. Su azul turquesa, su belleza y sus propuestas de ocio sorprenden a quienes lo visitan por primera vez.
El embalse de Alloz cuenta con dos zonas de baño, la bahía de Úgar y la de Lerate. Esta última está en posesión de la primera bandera azul de la historia de Navarra por sus excelentes aguas. Aquí, además de bañarte y tomar el sol, podrás practicar deportes acuáticos como vela, surf de remo, piragüismo o pesca. La zona dispone de aparcamiento.
Aguas calmadas, naturaleza abundante y tranquilidad son algunos de los ingredientes de las playas de interior
Además de practicar senderismo o sumergirse en la gastronomía de la zona, Tierras de Iranzu ofrece un amplio abanico de ecoexperiencias ideales para complementar la jornada. Esta asociación, que agrupa a los pueblos y empresas de la zona, abre la puerta a visitar talleres de artesanos, queserías, salineras o elaboradores de miel.
Lago de Sanabria (Zamora)
El lago de Sanabria cuenta con distintas playas
El mayor lago de origen glaciar de España -lo excavó el hielo durante la última glaciación- es sencillamente espectacular Tiene 3.178 metros de longitud máxima, 1.590 metros de anchura y una profundidad de 53 metros, y se encuentra en el parque natural Lago de Sanabria y sierras Segundera y de Porto, en plena Castilla y León.
A pesar de ser una zona protegida, permite el baño. Dispone de diversas playas, entre las que sobresalen, entre otras, la de Arenales de Vigo, el Folgoso, Viquiella, la Chopera o la de los Enanos. La vela, el buceo o el windsurf, junto con las embarcaciones de pedales o el piragüismo, son actividades habituales que cuentan con gran aceptación entre quienes frecuentan este entorno mágico en el que habitan más de 140 especies de aves.
Ideal para toda la familia, cuenta con una amplia infraestructura que ofrece todo tipo de servicios, incluido el aparcamiento. Quienes gusten de practicar el naturismo, también tienen cabida. Pueden optar por la cala del Llobu o la playa de las Sirenas.
Estany de Banyoles (Girona)
El lago de Banyoles es uno de los rincones de interior de Catalunya para bañarse en verano
Pocos kilómetros separan este lago de las playas de la Costa Brava, de los Pirineos, de la zona volcánica de la Garrotxa y de la ciudad de Girona, y lo cierto es que se ha convertido en un enclave de lo más atractivo para quienes opten por el turismo de interior. Las razones son múltiples: paisajísticas, ecológicas, geológicas, deportivas, culturales...
En verano, se convierte en un “mar” interior de primera en el que darse un chapuzón. Dispone de tres puntos en los que bañarse: la Caseta de Fusta, público y gratuito, al que se accede a pie o en bici; los Banys Vells, que cuenta con un bar con terraza, y las instalaciones del Club Natació Banyoles. Este último, de baño privado, permite el acceso a no socios abonando la entrada.
Enclavado en la comarca del Pla de l'Estany, el lago de Banyoles ofrece posibilidades infinitas de pasar el día. Desde paseos alrededor del estanque -el recorrido es totalmente llano, en forma de ocho, y de unos siete kilómetros-; remo o piragüismo; visitar el parque neolítico de la Draga -un yacimiento arqueológico en el que descubrir cómo se vivía en la zona hace siete mil años-, o disfrutar del avistamiento de aves.
Pantano de San Juan (Madrid)
El pantano de San Juan cuenta con un club náutico
San Juan se ha ganado el sobrenombre de “la playa de Madrid”. Situado a poca distancia de los municipios de Pelayos de la Presa y de San Martín de Valdeiglesias y a alrededor de 70 kilómetros al suroeste de la capital, se abastece de las aguas de los ríos Alberche y Cofio.
Este pantano artificial de más de 14 kilómetros navegables es ideal para un chapuzón veraniego, para pasar un día en barco, practicar kayak, esquí acuático o hacer un curso de vela, entre otras actividades. Y es que aquí encontramos el Real Club Náutico de Madrid, dotado de excelentes instalaciones deportivas.
El parque natural Lagunas de Ruidera es uno de los humedales más hermosos de la Península
Entres sus playas, sobresalen las de Virgen de la Nueva, que presume de bandera azul, y la del Muro, que en verano atraen a numerosos bañistas, muchos de ellos familias que huyen del calor de la gran ciudad. La zona es ideal para el senderismo y es frecuente recorrer la ruta de siete kilómetros que une este pantano con el de Picadas. Los aficionados a la gastronomía están se suerte, ya que San Martín de Valdeiglesias es una de las cuatro zonas que se incluyen en la DO Vinos de Madrid, por lo que resulta tentador realizar alguna visita guiada o una cata a alguna bodega de la zona.
Parque natural Lagunas de Ruidera (Ciudad Real y Albacete)
Las Lagunas de Ruidera son uno de los humedales más bonitos de España
El parque natural Lagunas de Ruidera, uno de los humedales más hermosos de la Península, está situado en el Campo de Montiel -tierras de Don Quijote-, entre los límites de Albacete y Ciudad Real. Como indica su propio nombre, aquí el agua es el protagonista, con sus 16 lagunas escalonadas que dibujan numerosos saltos de agua, cascadas y lagunas a lo largo de 30 kilómetros.
Con la llegada del buen tiempo, este espacio natural se convierte en objetivo de bañistas y aficionados a las actividades acuáticas y al aire libre. Las zonas habilitadas para el baño son accesibles y disponen de aparcamientos, restaurantes, bares e incluso hoteles, a las que se accede por la carretera que va desde Ruidera a Ossa de Montiel.
Entre las playas más conocidas sobresalen la laguna del Rey; la de Isla; la laguna Redondilla -una de las más bonitas - y la playa de las Mulas, que suelen desaparecer en época de sequía, o la de laguna Colgada. Como en la mayoría de “mares” de interior, las actividades acuáticas están al orden del día. Se permite el uso de embarcaciones sin motor en algunas áreas, con el fin de no perturbar a la fauna marina ni a las aves que anidan en los alrededores. Aquí No tendrás inconveniente a la hora de practicar vela, surf de remo, kayak p buceo. Vale la pena.


