El termómetro marca 38ºC, tú ya llevas la camiseta empapada y una cerveza helada se convierte en un espejismo que te arrastra, casi moribundo, por las calles de esa nueva ciudad. Y es que viajar en verano a través de destinos calurosos nos incita a buscar oasis más relajados donde poder hacer un alto en el camino y fomentar el milenario arte de refrescarnos.
Los siguientes lugares suponen una relajante alternativa a esas calurosas jornadas viajeras por los principales ‘puntos calientes’ de las vacaciones.
Bangkok
IconSiam
Exterior del centro comercial de IconSiam en Bangkok
Agosto y septiembre en Bangkok se caracterizan por una estación de lluvias marcada por una humedad extrema, especialmente por la mañana, cuando la temperatura aumenta y uno vuelve al hotel solo por el aire condicionado. Sin embargo, existen alternativas como los centros comerciales de la capital tailandesa, donde la tendencia a enfriar en exceso los espacios nos brinda una tregua en mitad del itinerario urbano. IconSiam, posiblemente el centro comercial más famoso de Bangkok gracias a sus más de 7.000 tiendas y 100 restaurantes junto al río Chao Phraya, es una de las opciones más refrescantes.
Sevilla
La calle Verde
Una calle estrecha en el Antiguo Barrio Judío de Sevilla
Volvemos a la capital andaluza por sus hitos monumentales, el color, la gracia, la comida. Pero todos sabemos que un verano en Sevilla puede volverse agobiante a plena luz del día tras un largo recorrido. En este caso, nada mejor que dejar el centro para caminar por la judería de la ciudad, caracterizada por sus callejuelas encaladas y estrechas donde el frescor brota de las paredes y nos sumerge en una especie de microclima. Especialmente, al pasar por la calle Verde, un callejón cubierto con una exuberante pérgola vegetal.
Delicatessen
Bar Llanete (Sevilla)
Si sigues caminando unos metros desde la calle Verde llegarás a la calle Vidrio, ideal para sentarte a tomar una cerveza bien fría en Llanete, un local estupendo para tapear: desde su ensaladilla de langostinos hasta su solomillo de vaca o su cazón en adobo, los sabores de la carta del bar cumplen con la promesa de saborear lo mejor de la cocina andaluza en un entorno tranquilo, alejado del bullicio de las calles principales.
Marrakech
Un riad con piscina
Marrakech es una de esas ciudades irresistibles donde podríamos pasarnos la jornada entre bazares, adobe y palmeras. Hasta que aprieta el calor y el té moruno con hielo no es suficiente. En este caso, y especialmente si viajas a la ciudad marroquí en verano, nada mejor que reservar un riad - el alojamiento tradicional- con piscina. La definición más evidente de oasis urbano llega en forma de riads tan exuberantes como el Kitula, con su piscina tapizada de vegetación tropical, y a 7 minutos de Le Jardin Secret, antiguo palacio cuyos jardines con albercas evocan el encanto de Las mil y una noches.
Estambul
Cisterna Basílica
La Cisterna Basílica de Estambul es un refugio dentro de una de las ciudades más afectadas por el calor
Su ubicación en la costa del mar de Mármara, el cual une el Egeo con el Mediterráneo, convierte a Estambul en una de las ciudades más calurosas del mundo. Por suerte, existen alternativas para refrescarse: desde las cúpulas de sus principales monumentos, como las mezquitas Azul o Santa Sofía, hasta la Cisterna Basílica, o también llamada palacio Sumergido. Este antiguo embalse encargado por el emperador Justiniano I para abastecer al Gran Palacio de Constantinopla, en el siglo VI, es hoy un refugio bajo tierra, donde las temperaturas se relajan. Un recorrido por encima del agua de sus albercas lleva hasta sus dos icónicas columnas con cabeza de Medusa a través del frescor acuático.
Madrid
El refugio climático del Círculo de Bellas Artes
En mitad del bullicio de Madrid, el Círculo de Bellas Artes fomenta el arte de pararse, y lo hace en un espacio abierto a todos los ciudadanos y sin la obligación de consumir. Se trata de un oasis urbano concebido para protegerte de las altas temperaturas y facilitar a las personas más vulnerables diversos espacios acondicionados para descansar. Aquí basta con disfrutar de la vegetación del vivero Estufas del Retiro y aprovechar para leer, trabajar o charlar, y tumbarse en su siestódromo. Un conjunto de hacamas donde realizar siestas colectivas, leer y relajarse, en definitiva, nuevas formas de bajar las revoluciones durante los días de verano.
París
Piscina Molitor
La piscina del Molitor es una de las más icónicas de París
La Ciudad del Amor cuenta con lugares emblemáticos que permanecen como un faro en la memoria, y la piscina Molitor es uno de ellos. Inaugurada en el año 1929, en el distrito XVI, esta icónica piscina estilo art déco, puertas azules fue cuna de grandes fiestas durante años, además de ser el primer lugar de Francia donde se presentó el bikini en 1946. Mencionada en libros como Vida de Pi de Yann Martel y series como Emily en París, la piscina Molitor supone un refugio acuático único en París y forma parte del Molitor Hotel & Spa Paris McGallery Collection, donde también podrás disfrutar de experiencias como su Lunch & Swim o su gloriosa azotea.
Lisboa
Mirador de Santa Lucía
Vista desde el mirador el Santa Lucía de los tejados de Alfama, la iglesia de Santo Estêvão y el estuario del río Tajo
Los miradouros de Lisboa suponen perfectos atajos al frescor, ya que además de ubicarse en las zonas más elevadas de la ciudad, están provistos de vegetación y permiten abrazar la brisa atlántica. Con más de 20 miradores, la capital lusa no se entiende sin un ratito de contemplación en el mirador de Santa Lucía, con sus icónicos azulejos, encanto romántico, pérgolas forradas de buganvillas y un ambiente exquisito en este balcón urbano sobre el río Tajo.
Dubái
Ski Dubái
¿Puede existir un resort de esquíi en la calurosa Dubái? Por supuesto, y se trata de Ski Dubai, una alternativa a las playas públicas y los zocos cubiertos del gigante emiratí. Forma parte del Mall of the Emirates, uno de los centros comerciales más grandes (y sí, también polémicos) del mundo. Una alternativa donde dejarse llevar por un multiverso helado en el que degustar un café elaborado a base de hielo en Chillout Ice Lounge, disfrutar de la pista de esquí indoor más grande del mundo o practicar snowboard en cinco pistas de diferentes niveles. ¡Ah! Y refrescarse del intenso clima de Dubái, claro.
