Tokio es una ciudad que no es solo escenario, sino también protagonista. Lo vimos en Lost in Translation, donde la capital es tan personaje principal como Charlotte y Bob. O recientemente en Perfect days, donde los estados de ánimo de Tokio se pueden sentir en cada plano. En definitiva, es una ciudad polifacética que puede ser contada de muchísimas maneras; este listado es solo una aproximación a una de ellas.
La cantidad de actividades que puedes realizar en Tokio seguramente será mayor que la cantidad de días que permanezcas allí. Por eso hemos preparado una selección de lugares y experiencias imprescindibles para tu primera visita a la ciudad.
En Tokio, lo moderno se mezcla con lo tradicional
El famoso cruce de Shibuya
Este es, probablemente, uno de los puntos más populares de Tokio, y realmente vale la pena verlo. Caminar la senda peatonal junto a tres mil personas -que es el estimativo que cruza en hora pico en cada semáforo verde- es una experiencia que debes vivir si visitas la capital. Pero, aquí te proponemos otro punto de vista: verlo desde lo alto.
En una de las esquinas del cruce hay un edificio que encontrarás fácilmente porque tiene un Starbucks. Esa es la opción más conocida para sentarse a disfrutar de la vista panorámica de este sitio, y tener real dimensión de su magnitud. Pero la cafetería suele estar demasiado concurrida como para encontrar un buen sitio.
Tokio es una ciudad polifacética que puede ser contada de muchísimas maneras
Por eso te proponemos subir un piso más, donde hay un Share Lounge: pagas 1650 yenes (unos 10 euros), y tienes una hora para estar allí y consumir lo que ofrecen en el bufet. Es un sitio menos concurrido y la vista del cruce es perfecta.
Contemplar Tokio desde las alturas
Observar las ciudades desde lo alto siempre da una perspectiva distinta. Y en Tokio esta idea se potencia: desde las alturas, se puede observar la magnificencia de sus edificios y la opulencia de sus espacios verdes.
El Ayuntamiento de Tokio ocupa un rascacielos desde el que contemplar vistas de la ciudad
Hay varias opciones para hacerlo, nosotros te recomendamos una que no es tan concurrida y es gratuita. En el Ayuntamiento de Tokio, en la planta 45, a unos 202 metros de altura, encontrarás miradores panorámicos.
Desde allí observarás los rascacielos que también verás al nivel del suelo, pero tener la perspectiva aérea lo cambia todo: asoman los gigantes de Shinjuku, la Tokyo Tower, la Skytree.
Visitar el Templo Sensoji
Templo Sensoji, en el barrio de Asakusa
El barrio de Asakusa es uno de los que te recomendamos para perderte caminando por sus calles. Pero hay una parada que debes hacer sí o sí, y sin duda la harás, al ver la gran puerta Kaminarimon con la enorme linterna roja que pertenece al templo Sensō-ji.
Es el templo budista más antiguo de Tokio, fundado en el año 645. Para llegar hasta allí, debes transitar la calle Nakamise-dori, que está llena de puestos en los que puedes comprar souvenirs y snacks tradicionales.
En Sensōji puedes contemplar algunos ritos típicos budistas con inciensos y oraciones. También puedes, a cambio de una donación, obtener un omikuji, que es un papel de la fortuna. Si la predicción que recibes es buena, puedes quedarte el amuleto; pero si es mala, debes atar el papelito en un lugar específico del templo, para dejar la mala suerte allí y no llevarla contigo.
Se estima que al templo ingresan unos 30 millones de personas por año, por lo que te recomendamos visitarlo temprano en la mañana para evitar la multitud.
El mercado Ameyoko
El Mercado Ameyoko surgió tras la II Guerra Mundial
Tras la Segunda Guerra Mundial, y ante la falta de suministros, surgieron en Tokio mercados negros, y Ameyoko fue uno de ellos. Actualmente es una calle comercial con más de 400 tiendas distribuidas en un tramo de 500 metros.
Puedes encontrar puestos de lo más variados, con ropa, maletas, recuerdos de Japón, restaurantes locales. Pero, además, es un gran paseo en sí mismo, para recorrer observando el ritmo de las calles y la vida cotidiana japonesa.
Comer sushi en los restaurantes con cinta transportadora
Sushi en un restaurante con cinta transportadora
Seguramente hayas oído acerca de estos sitios o hayas visto algún video sobre ellos. Y la recomendación es que lo vivas - y lo degustes- en primera persona, porque es una experiencia totalmente distinta.
Son restaurantes de sushi en los que puedes seleccionar las piezas que desfilan ante ti en una cinta transportadora. Mientras tanto, los chefs cocinan delante de tus ojos. Cuando termines, contarán los pequeños platos que usaste para saber cuánto debes pagar.
Explorar Shinjuku de noche
Kabukicho, en el distrito de Shinjuku de Tokio al caer la tarde
Es uno de los barrios más modernos de Tokio y especialmente llamativo para visitarlo de noche. Enormes pantallas LED de las que parecen sobresalir figuras, y brillantes luces de neón tiñen las calles de Shinjuku y le dan un aspecto futurista.
No te limites a caminar solo por las avenidas o calles principales, también recorre los callejones donde se encuentran pequeños bares y restaurantes con comidas tradicionales.
Akihabara
Akihabara (Tokio) un lugar ideal para los amantes del manga, el anime y los videojuegos
Esta zona de Tokio es tan llamativa que merece una visita. Aunque no te interese el mundo alrededor del manga y los videojuegos, te recomendamos caminar por Akihabara. Este barrio acapara todos los sentidos: tantas luces, ruidos y detalles sorprendentes que no sabrás dónde mirar.
Sus calles luminosas albergan tiendas dedicadas a los cómics, con objetos coleccionables, electrónica de segunda mano, videojuegos retro y cafés temáticos. Lo más llamativo son los enormes salones de juegos, distribuidos en varias plantas, con decenas de máquinas de realidad virtual.
Santuario Meiji
El santuario Meiji data de 1920
Es uno de los templos sintoístas más importantes de Tokio. Fue fundado en 1920 para conmemorar al emperador Meiji y la emperatriz Shōken. Pero, además, es un maravilloso pulmón verde: 70 hectáreas de árboles de varios metros de altura y un silencio que parece extraño, si tenemos en cuenta que se encuentra en Shibuya, en pleno centro de la ciudad.
Y justamente, esto último fue pensado deliberadamente: al fundarse el santuario, ciudadanos de todo Japón donaron cien mil árboles para hacer de este un sitio que combina espiritualidad y naturaleza.
Entre lo más imponente del templo se destacan algunos torii; son los pórticos tradicionales japoneses, en este caso de madera, que marcan la entrada a un espacio sagrado.
El barrio de los libros
Si eres amante de los libros, o simplemente amante de ver particularidades en el entramado de la vida japonesa, tienes que ir a Jimbocho, un barrio que es conocido como la ciudad de los libros.
Jimbocho, el barrio de los libros de Tokio
Hay una avenida principal en la que solo hay librerías y cafés literarios, pero además te recomendamos explorar las callecitas internas. Se venden tanto libros nuevos como de segunda mano, y en algunos sitios se pueden encontrar títulos en inglés.
Lo más llamativo es que podrás caminar entre libros sin siquiera entrar a una tienda: las estanterías están sobre las veredas, enmarcando el paso de los peatones.
Jardines del palacio Imperial
Jardines del palacio Imperial
Este es un gran espacio verde con historia. Los jardines del palacio Imperial se encuentran en pleno centro de Tokio.
Se trata de un paseo gratuito, donde se pueden ver muros y restos del antiguo castillo de Edo, así como jardines de estilo japonés con estanques, árboles y flores. Es posible pasar varias horas caminando por sus senderos, y observando en el horizonte la silueta de los rascacielos de la ciudad.


