Falta menos de un mes para el inicio del invierno. Con ello, las festividades navideñas están cada vez más cerca y, una temporada esperada por muchos para reencontrarse con algunos familiares que hace tiempo que no ven y para disfrutar de ese espíritu navideño tan valorado por muchos. Y es que, ya sea por los regalos, por las ricas comidas o por la compañía, a la mayoría de personas les gusta la Navidad.
Sin embargo, todavía falta un poco para ello, lo que significa que el ambiente otoñal nos va a acompañar durante unas semanas más antes de dar paso al frío invierno. Y esta es una época en la que muchas personas aprovechan para viajar o hacer escapadas de fin de semana, pues el frío todavía no es tan molesto como para no dejarnos disfrutar de un fin de semana cerca de la naturaleza.
La villa de Urzainqui, en Navarra
Pero no hace falta irse demasiado lejos. Tenemos la suerte de contar con paraderos auténticamente maravillosos en nuestro país, y es que la geografía española nos ofrece un sinfín de preciosos paraderos por descubrir a los que podemos llegar con unas pocas horas de coche.
Para aquellas personas a quienes la llegada de las vacaciones por Navidad se les están haciendo bola y necesitan desconectar de la rutina y del día a día en la ciudad, lo mejor es hacer una escapada de fin de semana a un entorno que nos permita ver un poco de verde. Por ello, hoy traemos una recomendación para aquellos que buscan un entornos rural donde hacer una escapada de fin de semana, pero también una buena salida gastronómica.
Se trata de la villa de Urzainqui, ubicada en Navarra. En pleno Valle de Roncal, este pueblo rodeado de bosques es un lugar perfecto para descubrir la arquitectura, el paisaje y las tradiciones más características del Pirineo oriental. Con sus casas de piedra llenas de pintorescos balcones con flores, esta villa está rodeada de un paisaje verde donde disfrutar de aire puro.
Aunque esta localidad es preciosa en cualquier época del año, en temporada de otoño, sus calles y el entorno natural que la rodea se convierten en un escenario único. Y es que el ambiente otoñal, con sus colores marrones y rojizos, hacen de Urzainqui un paradero perfecto para disfrutar de esta estación del año en todo su esplendor.
Para los amantes del queso
Urzainqui alberga un caserío tradicional donde se produce artesanalmente queso del Roncal
Las casas blancas hechas de piedra con sus balcones de flores se alzan sobre el río Esca, que acompaña toda una ladera de la villa. Las viviendas de este pueblo navarro siguen la lógica de la montaña: los balcones de madera, las construcciones de piedra y sus tejados de pizarra hacen que se integre en el paisaje natural que le rodea, ideal para hacer senderismo.
Además, centrándonos en la gastronomía, Urzainqui alberga un caserío tradicional, también de piedra. Y es que en esta villa la vida gira en torno al ganado y es un ejemplo perfecto de las tradiciones navarras, con sus fiestas patronales y la producción artesanal del preciado queso del Roncal.

