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La escapada perfecta para este invierno está a solo media hora de Barcelona: sus aguas termales y dulces tradicionales son perfectos para un fin de semana de relax

Escapada termal

El agua termal de la Font del Lleó brota a unos 74 grados centígrados, lo que la convierte en la fuente de la que mana el agua con mayor temperatura de la Península Ibérica

Parece de postal: este pueblo de Navarra es conocido por su tradicional queso artesanal y es ideal para una escapada en otoño

La iglesia de Santa María de Caldes de Montbui (Barcelona)

Wikimedia Commons

A menos de un mes para la llegada del invierno, el ambiente otoñal cada vez nos deja temperaturas más bajas, preparándose para dejar paso a los meses más fríos del año. Y es que la Navidad está ya a la vuelta de la esquina y ya llevamos semanas viendo como los días son cada vez más cortos.

En Barcelona, el sol empieza a ponerse a casi las 17:30 horas de la tarde durante esta última semana de noviembre, y todavía vamos a ver cómo la oscuridad llega a horas más tempranas. En estas condiciones, son muchos quienes cogen película y manta y dejan los planes fuera de casa para más adelante.

La plaza de la Font del Lleó de Caldes de Montbui

Andrea Gómez Laprea

Sin embargo, el frío no tiene por qué ser una excusa para dejar de descubrir nuevos lugares, pues algunas localidades precisamente destacan por ser paraderos perfectos para los meses más fríos. Y es que, aunque muchos se guardan unos días de vacaciones para disfrutar de las festividades navideñas, siempre existe la opción de hacer escapadas de fin de semana para desconectar un poco de la rutina.

Para descubrir una de estas localidades perfectas para visitar en invierno tan solo hace falta coger el coche durante alrededor de media hora desde el centro de Barcelona. En un abrir y cerrar de ojos, uno puede plantarse en Caldes de Montbui, un pueblo de la comarca del Vallés Oriental ideal para un fin de semana de relax.

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Aunque Caldes de Montbui es una localidad que vale la pena visitar sea en la estación del año que sea, en invierno se convierte en un destino especialmente atractivo. Y es que este pueblo es conocido por sus aguas termales. Tan solo hace falta acercarse hasta la plaza principal, llamada la plaza de la Font del Lleó, para comprobarlo.

Y es que esta fuente pública ubicada en medio del pueblo, donde cualquiera puede detenerse, se encuentra una fuente custodiada por la escultura de un león donde el agua mana a una temperatura de unos 74 grados centígrados, lo que la convierte en la fuente de la que brota el agua con mayor temperatura de la Península Ibérica.

Aguas termales

Tres balnearios de Caldes de Montbui siguen abiertos para que los visitantes puedan disfrutar de una escapa de relax

Con balnearios que todavía conservan partes del legado romano, Caldes de Montbui se corona como uno de los destinos más destacados del turismo de bienestar. Tres son los balnearios por los que muchos deciden visitar la localidad: ‘Broquetas’, ‘Vila de Caldes’ y las ‘Termes Victòria’. Las aguas termales de todos ellos se nutren de la Font del Lleó, que comenzó a brotar hace más de 500 años. 

Además, también pueden visitarse el lavadero de ropa público, donde el agua también brota a una alta temperatura. Pero la relajación de las aguas termales no es lo único que hace destacar a Caldes de Montbui: también lo hace la producción de uno de los dulces catalanes más famosos: los carquinyolis. Así que, para quien busque un fin de semana relajante con aguas termales y dulces tradicionales, ya sabe dónde tiene que ir.

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