“Mi perro Elvis está viejecito, pero sigue bailando y moviendo la pelvis para mí. ¡Su rock and roll es eterno!”

Peludos en la ciudad

Nerea Lacorte: la integradora social que convierte su hogar en un refugio lleno de vida y armonía animal

Nerea, junto a Elvis

Nerea, junto a Elvis

Nerea Lacorte

Nerea Lacorte es una mujer luminosa y solidaria, siempre dispuesta a tender una mano a cualquier forma de vida que necesite ayuda. Desde muy joven, ha rescatado de la intemperie del mundo a innumerables animales abandonados, llevándolos a su hogar para brindarles cobijo y ternura.

Vive en el Maresme, muy cerca del mar, y trabaja como auxiliar de educación especial con niños, ejerciendo también como integradora social. 

Elvis y Uma no se apartan de Nerea

Elvis y Uma no se apartan de Nerea

Nerea Lacorte

A lo largo de los años, por sus distintos hogares han pasado criaturas de la naturaleza tan diversas como conejos, pogonas (dragones barbudos), chinchillas, toda clase de aves, tortugas, serpientes, perros, gatos, y más.

Fue terrible porque Elvis quedó absolutamente solo. Pilló una potente depresión, se pasaba días tumbado sobre la almohada, temblando

Nerea Lacorte

Con mucha emoción, me comparte una anécdota especialmente entrañable: “Recuerdo con emoción una vez en Barcelona, cuando talaron un árbol de cuya copa cayó un nido lleno de polluelos de cotorra argentina. Todos murieron, salvo uno que sobrevivió a duras penas. Medio moribundo, decidí rescatarlo de aquel tremendo escenario y lo adopté. Apenas tenía plumas, le dábamos el biberón y, la verdad, era muy salvaje. Nos dio un montón de problemas: solo aceptaba mi presencia. Al resto, incluido mi marido, les daba brutales picotazos con su afilado pico. Cuando tuve a mi primer hijo, se puso celoso y marcó su territorio al máximo. Nadie podía entrar en casa sin enfrentarse a su vigilancia. Le construimos una jaula enorme (que más bien no parecía una jaula), pero aprendió a abrirla y escapaba con frecuencia, aunque siempre volvía… hasta que un día decidió no regresar nunca más. En el fondo me hizo feliz saber que vivía libre, sin ataduras.”

Nerea vive con Uma, Elvis y su gata, Nit

Nerea vive con Uma, Elvis y su gata, Nit

Nerea Lacorte

Actualmente, Nerea vive en una casa con jardín y piscina frente al Mediterráneo, junto a su marido, sus dos hijos, dos perros y un gato. “Nit (noche en catalán) es una fascinante gatita negra de pelo largo. En realidad, vive en la calle, pero entra en casa cuando quiere. Le doy comida todos los días y la mimo todo lo que se deja. Esa libertad que defiende me entusiasma. Entra y sale, viene y va.”

Uno de sus perros, Elvis (sí, como el mítico rockero), es un bodeguero andaluz, una raza similar al Jack Russell mezclado con podenco. Esta raza era conocida históricamente por cazar ratones en las bodegas del sur de España. “Tiene la cabeza negra, y parece que lleve el icónico tupé del gran Presley. El resto de su cuerpo es blanco, como si llevara una chaqueta de megaestrella al estilo del cantante. Le pongo una canción rockanrolera y, a pesar de tener ya 13 años, no puede resistirse: se marca un baile moviendo la pelvis con entusiasmo.”

Nit entra y sale, viene y va. Esa libertad que defiende me entusiasma

Nerea Lacorte

Nerea también tenía un perro al que adoraba: Homer, llamado así por el famoso personaje de la televisión. Homer, al igual que Kenia, una rottweiler, fue adoptado de una protectora. Los tres (Homer, Kenia y Elvis) formaban una familia muy unida, pero, en una mala racha, la vida se llevó a Homer y Kenia casi al mismo tiempo. “Fue terrible porque Elvis quedó completamente solo. Entró en una depresión muy fuerte. Pasaba los días tumbado sobre la almohada, temblando, durmiendo mucho. Estaba realmente decaído.”

Nerea, junto a Uma

Nerea, junto a Uma

Nerea Lacorte

Afortunadamente, apareció Uma en sus vidas, una teckel llamada así por la glamorosa actriz Uma Thurman.  “Ahora, Uma, Elvis y Nit conviven de maravilla. Hay una armonía absoluta, aunque debo confesar que a Elvis le costó aceptar a Uma. Durante las primeras semanas se sintió como un rey destronado.”

Desde muy joven he rescatado de la intemperie del mundo a tantos y tantos animales abandonados que necesitaban cobijo y ternura

Nerea Lacorte

Nerea me cuenta, con ternura, una de las costumbres más entrañables de Uma: “Se vuelve loca de placer delante de la chimenea. Parece una personita. Se planta frente a los leños ardiendo y queda hipnotizada, disfrutando del calor del fuego en su cuerpo. Lo más increíble es que, cada vez que me ve salir a buscar troncos, mucho antes de que encienda la chimenea, Uma ya se sitúa frente a ella, apagada, esperando con ilusión su momento favorito: el espectáculo de las llamas y el calorcito.”

Elvis sigue ocupando un lugar especial en su corazón: “Mi perro Elvis ya está viejito, pero todavía baila y mueve la pelvis para mí. ¡Su rock and roll es eterno!”

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