El 23 de enero de 2025, la localidad de Les Franqueses-Granollers Nord se convirtió en el escenario de un suceso que ha desatado una fuerte ola de indignación entre los vecinos. Según el relato de testigos, la policía local recibió un aviso de la presencia de un jabalí merodeando en las inmediaciones de un colegio en la zona. Horas más tarde, los agentes acordonaron el área, específicamente en el pasaje de la calle Girona 266, cerca del paseo que conecta con el DEA y el CAP Les Franqueses del Vallès.
Lo que ocurrió a continuación dejó atónitos a los vecinos presentes. Uno de los agentes sacó su arma y disparó repetidamente al animal en distintas partes del cuerpo. El jabalí, gravemente herido, intentó huir mientras los residentes increpaban a los policías con gritos de “¡Asesinos! ¡Esto no se hace! ¡No tienen corazón!”
Testimonio impactante: El horror de un jabalí acorralado y ejecutado
Una vecina, testigo desde el inicio, relata el impacto que le ha causado presenciar la escena. “Desde entonces sigo en estado de shock por lo vivido, más aún al ver cómo todos los vecinos estábamos horrorizados ante lo que sucedía”.
Según su testimonio, el jabalí simplemente deambulaba por la zona en busca de comida, sin representar una amenaza real. “Si no hubiese basura en las calles, estos animales probablemente seguirían su camino sin generar conflicto, como tantas otras veces que han paseado por aquí”, explica.
Sigo en estado de shock por lo vivido, más aún al ver cómo todos los vecinos estábamos horrorizados ante lo que sucedía
Pero esta vez no fue así. En lugar de ser guiado de vuelta a su hábitat, lo acorralaron y le dispararon en plena vía pública. “Lo persiguieron con patrullas, dispararon en el pasaje mientras él, herido, agotado y aterrorizado, intentaba huir. Fueron varias patrullas siguiéndolo hasta arrinconarlo y, sin piedad, le dispararon a bocajarro. Fue una escena desgarradora”, lamenta la vecina.
La escena provocó un gran revuelo, no solo por la brutalidad del acto, sino también por la falta de protocolos más humanos y efectivos que podrían haberse implementado en una situación de este tipo. Alternativas como jaulas trampa o el uso de dardos tranquilizantes habrían evitado el sufrimiento innecesario del animal y el malestar social generado.
Es inadmisible que los cuerpos de seguridad, quienes deberían garantizar el bienestar de todos los seres vivos, no estén debidamente capacitados en manejo y protección de fauna. Este tipo de acciones envían un mensaje preocupante de normalización de la violencia y el maltrato animal por parte de las instituciones.
Desde Tribu Animalista Ubuntu, hacemos un llamado al Ayuntamiento de Les Franqueses del Vallès y a las autoridades competentes para que implementen formación especializada en bienestar animal, desarrollen protocolos más éticos y aseguren que situaciones como esta no vuelvan a repetirse.
Los animales merecen respeto y consideración, y es responsabilidad de las instituciones ser ejemplo de ello para la sociedad.
Ellos no tienen voz, pero juntos podemos hablar por ellos
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Tribu Animalista Ubuntu (TAU).
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En TAU, trabajamos por dar voz a quienes no pueden expresarse: los animales y el planeta. Nuestra tribu actúa con empatía, justicia y compromiso para combatir el abandono, el maltrato y la desprotección.
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*Este artículo es una colaboración de Peludos con Tribu Animalista Ubuntu (TAU). Los contenidos aquí publicados son proporcionados por TAU, y La Vanguardia actúa como mero portavoz. Los periodistas de Peludos no han intervenido en la verificación de los hechos narrados, que son responsabilidad exclusiva de la organización colaboradora.